Festivales
Crítica de O Ornitólogo, de Joâo Pedro Rodrigues (Competencia Internacional)
La nueva película del director de O Fantasma, Odete, Morir como un hombre y A última vez que vi Macau era uno de los títulos más esperados de esta 69ª edición y no desilusionó: al contrario, se trata de una de las apuestas más radicales del cineasta portugués dentro de una filmografía ya de por sí siempre audaz como la suya.
Un western a-lo-Pasolini, una relectura de Deliverance: La violencia en nosotros, de John Boorman, combinada con la historia de San Antonio de Padua y el milagro de los pájaros (sobre el santo más popular en Portugal Rodrigues ya había hecho en 2012 el cortometraje Manhâ de Santo António). Por esos senderos tan diversos transita el nuevo opus de este director fascinante e inclasificable, que es también una película de aventuras, una comedia de enredos, un documental sobre la naturaleza virgen, un ensayo sobre los mitos y los simbolismos religiosos totalmente blasfemo, un viaje de redescubrimiento interior y, claro, una oda gay.
La película narra las desventuras de Fernando (Paul Hamy), el solitario ornitólogo del título que -en pleno viaje de exploración- sufre un accidente con su kayak en un río salvaje. Es rescatado de la muerte por dos turistas chinas que no son tan inocentes como aparentaban (lo mantienen horas atado y pretenden castrarlo). Luego se topará con unos jóvenes alcoholizados que realizan ritos y sacrificios satánicos y más tarde con un pastor de ovejas sordomudos. Y, siempre, están los pájaros siendo observados y observando (las subjetivas desde el punto de vista de las aves son antológicas).
Pletórica de escenas absurdas (muchas de ellas geniales, otras no del todo logradas), O Ornitólogo es una apuesta permanente a la sorpresa y la provocación. En un cine conservador y previsible como el actual la desmesura, el riesgo, el delirio y la abundancia de ideas que terminan desbordando los márgenes del relato se agradece.
COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



FESTIVALES ANTERIORES
Críticas breves de tres valiosos films distinguidos por los jurados de sus respectivas secciones.
-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.
Cierre de la trilogía iniciada con 36 horas (2021) y Cuando oscurece (2022).
El nuevo film de Seles ganó el Premio Especial del Jurado de la competencia dedicada a lo nuevo del cine nacional.
No creo que sea blasfema en absoluto. Por el contrario, es una historia de redención muy espiritual con simbolismos que solo los cristianos católicos pueden entender. Todo apunta a la transfiguración del hombre viejo al hombre nuevo libre de las ataduras del pecado. Es una belleza de mensaje cristiano.
No creo que Rodrigues sea afecto a las semblanzas pero tengo la impresión de que de alguna manera es una sobre Antonio Variacoes, cantautor portuges y una de los primeros artistas que falleció a causa del Sida, y cuya Cancao Do Engate cierra la película...
Buena intención de entrada, pero al llegar a los absurdos de como lo logran colgar, los supuestos ritos satánicos (que ridícula reseña de Diego Battle pues solo es un ensayo de un festejo) y las estúpidas decisiones del personaje central, para llevarlo a su transfiguración, no va mas alla del suspenso que siempre finaliza en un sueño, y demás escenas "de decisiones delirantemente estúpidas que solo algún personaje de telenovela haría", simplemente es un bodrio que si creen que esto es arte y tienen que tratar de explicar lo que el director quiso expresar, es una ridiculez que lo califiquen de buen cine. Nunca la recomendaria, ni para ver escenas de desnudos y matar despues de tener sexo y seguir tan campante en la vida, Que alguien me explique!!!!!
La fotografía me pareció excelente, fue lo que más valió la pena. También logra mantenerlo a uno interesadi todo el tiempo. Pero no soporto una película que no se entienda, que necesite ser explicada. Una cosa es que sea sofisticada, con simbolismos; otra es que caiga en el capricho de una trama absurda. Eso me parece una falta de respeto hacia el público.