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Crítica de “Hasta el último hombre”, de Mel Gibson, con Andrew Garfield

La nueva película del creador de Corazón valiente, La pasión de Cristo y Apocalypto es, más allá de las controversias, una experiencia sobrecogedora y un imponente espectáculo cinematográfico.

Estreno 05/01/2017
Publicada el 04/01/2017

Hasta el último hombre (Hacksaw Ridge, Estados Unidos-Australia/2016). Dirección: Mel Gibson. Elenco: Andrew Garfield, Sam Worthington, Luke Bracey, Teresa Palmer, Hugo Weaving, Rachel Griffiths y Vince Vaughn. Guión: Robert Schenkkan y Andrew Knight. Fotografía: Simon Duggan. Música: Rupert Gregson-Williams. Edición: John Gilbert. Diseño de producción: Barry Robison. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 138 minutos. Apta para mayores de 18 años.



Mucho se ha escrito (en general en tono irónico o indignado) sobre los excesos y dislates de Mel Gibson, un personaje antipático para el progresismo y la corrección política de Hollywood. Pero, si el lector/espectador puede separar al hombre del artista (algo que muchas veces es difícil) llegaremos a la conclusión de que el australiano es un director de una potencia y convicción notables. No será un tipo sutil y su mirada derechista puede incomodar a más de uno, pero -ahí está su filmografía previa para demostrarlo y Hasta el último hombre para ratificarlo- no hay muchos cineastas capaces de concebir imágenes con la contundencia de Corazón valiente o la controvertida La pasión de Cristo.

Hasta el último hombre está basada en la historia real de Desmond Doss, un joven de la iglesia adventista del séptimo día que, pese a ser un objetor de conciencia que se negó a portar armas, se convirtió en uno de los mayores héroes de la Segunda Guerra Mundial y obtuvo incluso la Medalla de Honor. No fue fácil su épica. El Ejército hizo lo imposible para sacárselo de encima (no podía aceptar que alguien no portara un fusil en el frente de combate) y hasta lo sometió a una corte marcial, pero el testarudo e indomable Doss se salió con las suyas y -participando como médico- salvó a más de 70 compañeros en la sangrienta y decisiva batalla de Okinawa.

La película arranca como un melodrama clásico con la historia de amor entre Doss y una enfermera llamada Dorothy (Teresa Palmer) y su complicada situación familiar con un padre alcohólico y veterano de la Primera Guerra (Hugo Weaving) que maltrata a su esposa (Rachel Griffiths) para luego entrar en zona de entrenamiento militar a la Nacido para matar (Full Metal Jacket), pasar luego a terreno judicial en la línea de Cuestión de honor para finalmente dedicar su segunda mitad a una versión aún más extrema de Rescatando al soldado Ryan (en la comparación la explícita película de Steven Spielberg parece una de Robert Bresson)

La acumulación de tripas, vísceras, cráneos, cadáveres desmembrados, gargantas cortadas y cuerpos incinerados podrá ser definida por algunos como pornografía de la violencia, pero Gibson construye con el uso de cámara lenta, virtuosos planos iluminados por el DF Simon Duggan y música de Rupert Gregson-Williams un ballet gore de una intensidad descomunal. Sí, la puesta en escena de la muerte convertida en un hecho artístico de excelencia.

Más allá de las decisiones artísticas de Gibson y del inevitable patriotismo de la propuesta, el film aborda el tema del heroismo, las convicciones personales (religiosas) y los dilemas morales en tiempos de guerra con inteligencia y eficacia. Puede que la película toque algunas fibras íntimas poco recomendables, que ciertos simbolismos obvios estén de más, que en muchos sentidos con esta película el propio director esté buscando una suerte de redención personal, pero lo cierto es que Hasta el último hombre constituye una experiencia tan visceral como imperecedera.




 

COMENTARIOS

  • 24/08/2019 18:13

    Una película aburrida, no aporta nada a la historia y básicamente es lo mismo de siempre: los hombres y mujeres de EUA son bastiones de luz y libertad. Que flojera..

  • 18/03/2017 23:42

    Yo la verdad también creo que hay que separar al artista de la obra, o al menos al hombre del artista. Mirad Metropolis, de fritz Lang. Una de las mejores peliculas de la historia, aun a mas de 80 años de su estreno y si la analizamos, tiene un trasfondo con bastante tendencia al nacionalsocialismo. O a todo el arte futurista de los años 20 y 0 en italia. Son obras de calidad escepcional que perviven hasta hoy y que influyeron a todo el arte posterior. ahora bien, estta critica sin embargo parece mas centrarse en esta idea que en la pelicula como tal.

  • 12/02/2017 16:30

    Me gusto, pero no me parece que aporte nada nuevo a las películas de guerra. Los personajes que no tienen dudas, que solo son héroes, y todo lo hacen bien (excepto el primer tortazo que le da al hermano) me aburren

  • 26/01/2017 14:54

    De la película solo diré 2 cosas: 1º) me parecio bastante buena y 2º) ¿El momento MESSI DE LOS OBJETORES DE CONCIENCIA realmente ocurrio? Por suerte estaba en fila 3 de la sala 7 del Belgrano Multiplex ayer, porque tuve un ataque de risa instantaneo... Le creo mas al beso de Garfield y Reynolds en los Globos de Oro que a esa escena, que igual no desmerece el resultado final de la película...

  • 10/01/2017 10:46

    HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE (HACKSAW RIDGE) de Mel Gibson EN LA PAZ, LOS HIJOS SEPULTAN A SUS PADRES. EN LA GUERRA, LOS PADRES SEPULTAN A SUS HIJOS. En 1993 Mel Gibson salta a la dirección cinematográfica seguramente inspirado por los grandes maestros (George Miller, Peter Weir, y Richard Donner) que lo han dirigido en sus películas más exitosas, y realiza ?El Hombre sin Rostro?, una película intimista y personal donde comienza a verse que la estrella tiene cosas para decir y sabe cómo decirlas. Años más tarde, en 1995 llega a su momento más exitoso como actor y director realizando ?Corazón Valiente?, película que se alza nada menos que con los Oscars a la Mejor Película y a la Mejor Dirección. En 2004 decide filmar e interpretar la ?Pasión de Cristo? y realiza uno de los films más controvertidos de la historia del cine, enseñando al mundo lo que es capaz de hacer. Dos años más tarde realiza ?Appocalypto?, un fracaso y su estrella se apaga. Ahora vuelve a la dirección con ?Hasta el Último Hombre?, un film que dará que hablar. ?Hasta el Último hombre?, es un muy personal film suyo que no podía dejar de ser otro film sumamente controversial. Lejos, muy lejos de ser un film antibelicista, narra la historia de un pacifista, un joven que no se niega ir a la guerra pero se niega a tomar las armas, pero está dispuesto a salvar vidas. Con altibajos narrativos, muy marcados en el comienzo del film, a Gibson le cuesta sintetizar la vida de una familia y la niñez de dos hermanos que se crían como salvajes en el medio oeste americano, un medio sumamente religioso y respetuoso de las leyes familiares, donde impera la ley del revolver. El padre es un alcohólico héroe de la segunda guerra mundial, doblemente condecorado, y la madre una abnegada mujer que vive solo para su familia. Los muchachos crecen y el hijo mayor, Desmond (Andrew Garfield), quiere ser médico y se enamora de una enfermera de hospital (Doroty Schutte). Pero estalla la Segunda Guerra, y Desmond decide enrollarse en las filas del ejército. Desde el momento que Desmond ingresa en el regimiento, la película se transforma. Gibson comienza a sentirse seguro de lo que está contando y asume verdaderamente la dirección de la película. Desaparecen tanto las convencionalidad del guión como su errática dirección previa. Un nuevo brío, una lucidez y una precisión que hasta aquí no había tenido el relato aparecen para narrar la vida en el cuartel, la aparente disciplina del cuartel y más tarde, la violencia y la muerte en medio de la guerra adquieren un primer plano absoluto en función de la repugnancia que deben provocar. El film se transforma en una especie de fábula pacifista en el cual los cuerpos mutilados por la violencia del enfrentamiento bélico se mezclan con las acciones heroicas y hasta ciertamente ingenuas con que nuestro héroe, convertido en médico militar, asiste, recupera y salva a sus compañeros combatientes. Cinematográficamente hablando, estamos ante un film coreográfico, donde no solo los cuerpos forman parte de un ballet cuasi gimnástico, sino que soportan una plasticidad de movimientos que el grupo de cámaras dirigidas por el talentoso Simon Duggan registra en ralentí, con un fondo difumado que asemeja la niebla, el polvo y los residuos provocados por las explosiones en el frente de combate. A ello debe agregarse el notable y preciso trabajo posterior de edición que compagina en forma esplendorosa el material filmado. La batalla de Okinawa se transforma en un ballet siniestro donde miles de americanos y japoneses mueren sin el menor sentido del respeto por la vida, ni mucho menos pensando que semejante masacre terminaría años más tarde en una tragedia mayor cuando los Estados Unidos deciden dar por finalizada la guerra haciendo explotar dos bombas nucleares en Nagasaki e Hiroshima. También es magnífica la música de John Debney, que induce un clima envolvente, una especie de ensoñación recurrente, muy de acuerdo con las hipnóticas escenas bélicas, como así también son destacables las actuaciones de Hugo Waving, Teresa Palmer, Vince Vaughn que acompañan a los protagonistas. En síntesis, estamos ante una obra despareja de Mel Gibson, pero contundente en su mensaje que no es ni pacifista ni antibelicista, sino humanista, un pedido de respeto por el ser humano, y sus creencias. No obstante, el film peca de cierta ingenuidad en su relato, pero logra imponer sus ideas más allá de las licencias que se toma para exponerlas volviendo increíbles algunas situaciones, especialmente las relacionadas con la disciplina militar, el manejo de las leyes militares y más tarde, el desarrollo del heroísmo del protagonista. Haciendo estas salvedades, el film es entretenido e interesante, aunque claramente, el nivel de violencia desarrollado no sea agradable para todos los gustos.

  • 10/01/2017 10:24

    diego lei la critica de pasajeros y no me gusto , deberias enseñarle al que la escribio .pareciera que no ha entendido nada ,

  • 10/01/2017 0:07

    Gibson triunfa con "Hasta el último hombre" donde Eastwood fracasa con "Sully", porque los dos cuentan historias de ciudadanos comunes que se convierten en héroes. Pero el héroe de la primera tiene sus contradicciones, porque es un hombre que conoce las consecuencias de la violencia a la cual se niega a utilizar, y por esto es puesto en duda hasta el último acto. El resto es un relato bélico clásico muy bien contado, con escenas de violencia explícita que ya son la marca de autor de Mel Gibson como director. Y vuelve a utilizar los mismos recursos que en Corazón Valiente, su mejor película como actor también, que hacen de esta película en apariencia simple, bastante compleja desde su puesta en escena.

  • 8/01/2017 16:12

    Yo hay algo que no entiendo, hay algunos directores que cuando se les realizan las críticas, se analiza también su discurso político u orientación ideológica y cómo eso se visualiza en la película y cómo eso puede fastidiar o enojar y hacer que (inevitablemente, y entendiblemente) afecte al visionado de la película; pero con otros se "deja de lado" su ideología, se separa al realizador y lo que piense u opine de determinados temas y se pueda ver la película admirando otros apartados como lo bien que está hecha, etc. No me parece muy justo que digamos. Yo considero que siempre hay una ideología, es imposible que no la haya; puede que esté más obvia o más oculta, pero allí está, y por ideología no me refiero solo a la política. Alguien más arriba mencionó a Iñárritu y lo comparó con Gibson, y más allá de lo que opine de uno o de otro, es verdad que a Iñárritu lo destrozan siempre que estrena una película pero a Gibson resulta que hay que perdonar sus excesos o su ideología o ideas religiosas. No es por defenderlo a Iñárritu ya que, en general, su cine no me gusta, pero eso de a uno lo quemo y al otro lo salvo, no sé, no me va demasiado. La película no la vi aún; la verdad que salvo porque trabaja A. Garfield, al que considero un gran actor, no me llama demasiado, pero seguro que la voy a ver, así que no puedo opinar de si es una buena o mala. Pero solo quería puntualizar en eso que siempre me llamó la atención, cómo algunos cineastas zafan de las críticas incendiarias y a otros los mandan a la hoguera directamente. Eso nomás. Saludos.

  • 8/01/2017 1:44

    La mejor película bélica que he visto! Es una muy buena película.

  • 6/01/2017 18:12

    Muy buena película. Con todos los reparos que se le puedan hacer, sobresale lo obvio: Gilbson es mejor director que actor.-

  • 6/01/2017 1:21

    Excelente crítica. Y los actores impecables. Otro mérito del director. Lo gran director que resultó Gibson supera el infumable cliché pro Nacionalista y religioso que al menos yo interpreto como mensaje.

  • 5/01/2017 23:55

    Muy buena película, aventuro controversia por el hecho de que el director sea Mel Gibson. Es difícil despojarse del preconcepto, pero en este caso vale la pena.

  • 5/01/2017 16:30

    Lo siento. La vi en plataforma y me parece que, aun teniendo mas claro que Iñàrritu acerca de lo que quiere contar y còmo lo cuenta, los dos me resultan infumables con su hiperrealismo de violencia estètica. O acusamos de abyectos a algunos directores y a otros no? Como es la cosa? La pelicula no es mala. Solo es la megalomania de Gibson lo que me molesta. Y su infinita abyecciòn con la penitencia como eje moralizador, siempre (un gran cristiano, Mel). Ambas presentes en el film. Desde el lugar conservador, claro. Desde el lugar pogre en el caso del mexicano. Ambos, infumables por igual. Suerte con esto. Me voy a ver ELLE una vez màs. Que no da clases de moral ni de creencias ni de subrayados a nadie.

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