Cinco rarezas y sorpresas recomendadas por la programadora Magdalena Arau (y seis bonus tracks)

Las favoritas de una de las responsables de la selección. En todos los casos son películas que no pertenecen a las secciones competitivas.

-Never Eat Alone (Canadá), de Sofia Bohdanowicz (Foco Bohdanowicz). La recomendación inicial esconde un deseo confesable: hacerlos ir directo a las páginas dedicadas al foco, y que descubran una obra singular y libre, de franca proximidad y brillo fulgurante. Ésta, su ópera prima, resume de algún modo el mundo que despliegan sus películas. Fascinación por los detalles, talento para hacernos ingresar a las atmósferas más íntimas, gestos pequeños y emoción discreta de impacto inmediato.


-Rapa das bestas (España), de Jaione Camborda Coll (Cortos). Pequeña gran película, que logra medirse cara a cara con este ritual de la Galicia rural, haciendo que la cámara se incorpore a esa danza de pura fuerza física entre hombres y animales. Lírica, pero sin perderse en estilizaciones vacuas, nace de una observación detenida, cámara de s8 en mano, y de un largo proceso de montaje, logrando una precisión y potencia a la altura del acontecimiento que retrata, con ojos limpios y sin filtros pintoresquistas mediando.


-Prevenge (Reino Unido), de Alice Lowe (Nocturna). Ópera prima de la gran Alice Lowe (actriz de Sightseers, Hot Fuzz y tantas más). En una proeza acrobática dirige y protagoniza, con su embarazo a cuestas, esta película salvaje, a medio camino entre la comedia y el gore, desmitificando a cada paso los lugares comunes del género (en todos los sentidos del término). Para los que fruncimos el ceño ante esa cosa rosada y amorfa que a veces gustan en llamar “mirada femenina”, acá una patada plena de humor y sangre.


-A Brief History of Princess X (Portugal), de Gabriel Abrantes (Foco Abrantes). Dentro del foco dedicado a Gabriel Abrantes (imperdible), se encuentran sus dos últimos cortometrajes: The Hunchback (codirigido con Ben Rivers), una epopeya futurista extraordinaria, y esta otra película, de apariencia más modesta, pero infinitamente virtuosa, que se apoya en una escultura de Brancusi para deshilvanar su historia entre dramas palaciegos y anecdotarios eróticos, con una puesta en escena tan sofisticada como cercana al disparate (en su forma más deseable y elegante).


-Org (Italia), de Fernando Birri (Homenaje a Birri). Nadie, al pensar en la obra de Fernando Birri, imagina algo parecido a Org. De hecho, ampliando el rango, es difícil imaginar que una película así se haya podido hacer. Y ya, completando la extrañeza, también pensar que tuvimos que esperar casi cuatro décadas (es de 1979) para tener la chance de verla en una sala. Para sumar números a la extrañeza, en la presentación de esta copia restaurada se habló de 26.000 cortes (dato incomprobable en términos precisos pero, doy fe, el montaje es frenético e impresionante), de 700 pistas de sonido (otro dato que empíricamente me animo a avalar), de la cantidad de años que tardaron en concretarla, y demás peripecias dignas de esta película monumental y única. 


Y, en un abuso de confianza para con los dueños de casa, me animo a sumar una breve lista accesoria de películas extraordinarias que no deberían pasar inadvertidas: Salvadora, de Daiana Rosenfeld; Zoology, de Ivan I. Tverdovsky; The Wound y Among The Black Waves, ambas de Anna Budanova; Trás-os-montes, de António Reis; y L'Amatore, de Maria Mauti.