Crítica de “Orione”, de Toia Bonino (Competencia Argentina)

Reseña de este documental que obtuvo el galardón a Mejor Dirección.

El de Orione es uno de esos casos que ocupan apenas un par de minutos en cualquier noticiero de TV. De hecho, promediando el film Toia Bonino incluye un fragmento de un informe de TN en el que se habla de “dos delincuentes muertos y tres policías heridos tras un tiroteo”. “Sí, eran peligrosos”, concluye el comisario a cargo del caso.

Lo que hace este documental es darle visibilidad, entidad, dimensión humana a uno de los delincuentes abatidos aquella noche mientras manejaba el auto justo cuando se lanzó el operativo policial (previamente habían sido delatados). El protagonista del film es Ale, un pibe que robaba (era consciente del riesgo que corría) y que al momento de su muerte tenía a su novia embarazada.

El principal testimonio es el de la sufrida madre de Ale, aunque buena parte de los 65 minutos de Orione (por el barrio del partido de Almirante Brown donde transcurrieron la mayoría de los hechos) están construidos con home-movies (precarios videos tomados en situaciones familiares, bailes y celebraciones) e imágenes de los operativos tomadas por la propia policía.

Orione es, entonces, un collage, un rompecabezas en el que la directora va uniendo las múltiples y diferentes piezas para ofrecer una mirada justa que escapa de la reivindicación del protagonista, pero también de la estigmatización, de la denuncia horrorizada y del facilismo tranquilizador de la corrección política (en ese sentido, tiene algunos puntos de contacto con la reciente Pibe chorro, de Andre Testa).

Más allá de que no tiene grandes hallazgos narrativos ni visuales, se trata de una película construida con sobriedad y pudor. El resultado, entonces, es un film incómodo por lo que cuenta, pero honesto por la distancia y la forma que elige para hacerlo.


Nuestra entrevista con la directora Bonino