Columnistas
Ella es distinta (una prueba)
Sobre Elle, la filmografía de Paul Verhoeven y la creciente falta de diversidad en el mercado de cine de la Argentina.
El 16 de marzo tendría lugar (si no hay un cambio a último momento) el muy demorado estreno de la última película de Paul Verhoeven, Elle (Ella) que acá será conocida como Elle: abuso y seducción (¡Ay, esa necesidad de añadir aclaraciones o explicaciones en los títulos locales…!). El potencial utilizado precedentemente tiene que ver con la circunstancia de que no han sido pocas las veces en las que películas más esperadas han terminado confinadas al directo a DVD, VOD o a acercamientos alternativos.
Posiblemente el Festival de Cannes, su semana aquí y algún premio y nominación más recientes a la siempre sorprendente Isabelle Huppert hagan que finalmente se concrete el ansiado lanzamiento comercial. Pero, ¿cómo habrá de conectar esta película con el público local? ¿Cuántos se han de enterar de su estreno? ¿Cuál será la política publicitaria para dar a conocer una obra tan inquietante e inclasificable?
El punto tiene interés por cuanto Verhoeven ha sabido desde siempre evitar las etiquetas. El humor y la ironía sin límites, el descreer de las comodidades del cine comprometido y el respeto absoluto por la individualidad y la inteligencia (propia y del espectador) son marcas de fábrica del autor de de obras tan fuera de norma como Los soldados de la reina (El soldado de Orange), El cuarto hombre, Delicias turcas, RoboCop, El vengador del futuro, Bajos instintos, entre otras. A uno y otro lado del océano Atlántico, pudiendo pasar del pretendido entretenimiento mainstream de El hombre sin sombra a la veta más personal y comprometida de Black Book - El libro negro, Verhoeven (según los entendidos, debería pronunciarse “Farjófen) y su obra escapan a todo intento tranquilizador de encuadrarlas dentro del “cine de arte y ensayo”.
Si repasamos la filmografía de Verhoeven podemos encontrar vertientes que, por ejemplo, dialogan con Alfred Hitchcock (El cuarto hombre), John Carpenter (RoboCop) o Brian De Palma (Bajos instintos). Ello así, más allá de que el componente Luis Buñuel (muy claro en Elle: abuso y seducción), siempre esté presente. Y, al respecto, se advierte que el concepto mismo de “autor” ha variado en la percepción que pareciera tener el público y los distribuidores de nuestro país.
El acento en la temática y el salvoconducto que importa el reconocimiento por parte de un festival de cine importante han hecho retroceder lo que se había conseguido tras la batalla que allá por los cincuentas del siglo pasado libró Cahiers du Cinéma para explicar que el citado Hitchcock, o John Ford, Nicholas Ray o Samuel Fuller (o Carpenter, o De Palma, deberíamos agregar, más cerca en el tiempo) podían (debían) ser considerados verdaderos autores. En los tiempos que se avecinan parece más factible que se sigan estrenando las películas de Xavier Dolan (aunque esto ocurra en nuestro raquítico circuito de exhibición alternativo) que las de Steven Spielberg.
Desde la miope visión que divide el cine entre tanques y “de arte y ensayo”, y que considera a esta última categoría con el acotado alcance antes descripto, el devenir se adivina ominoso. Así, el estandarte de la resistencia a los tanques lo levantaría un conjunto de películas que puede ir de La lección, Mandarinas, Bajo el sol, Zaneta (todas estrenadas durante el año pasado) a la nueva Preciosa (Lee Daniels, 2009), la sobrevalorada (y de próximo estreno) Luz de luna: productos que apuntan al impacto o a la explotación antes que al riesgo. Acercamientos lineales a temáticas comprometidas que recorren un camino archi-conocido para congraciarse con un público que se cree mejor porque no sigue la saga de Star Wars o no ve películas de superhéroes.
En Francia el 14 de septiembre del año pasado se re-estrenó en cines la en su momento injustamente ignorada (cuando no derechamente denostada) Showgirls, para acompañar el lanzamiento en DVD, Blu-ray y VOD de su versión restaurada. No se me escapa que algunos olvidos, errores e inadvertencias parecen aunar a todo el mundo globalizado. Allí están los impresentables anti-premios Razzie para demostrarlo: no sólo eligieron como peor película del año 1995 a esta obra de Verhoeven, sino que -por ejemplo- hicieron lo propio en el 91 con la entrañable Hudson Hawk (por no recordar el encarnizamiento contra Kevin Costner o advertir que este año la bolilla negra ha recaído en Zoolander 2).
Pero, como de costumbre, el asunto tiene que ver con proporciones y equilibrios, con que exista algo de lugar para la diversidad. Lo que asusta es que pareciera haber triunfado el equívoco de aquella editora de VHS que en los 80 hacía referencia al “cine qualité” despojando a esa calificación del contenido peyorativo implícito en la postura cahierista. Así, entre el cine gruesamente comprometido o con pretensiones Artísticas (sí, con mayúsculas para que se note mucho) y los tanques, cada vez queda menos espacio para otras miradas.
Pues bien: parece nomás que finalmente se estrenará una nueva película de Verhoeven. Acá no nos permitieron ver en las salas comerciales la muy divertida y salvaje Steekspel, en la cual el director profundiza su apuesta, su ilimitado componente lúdico, al punto de permitir la participación de público en la elaboración del guión. Espero que estemos a la altura de las circunstancias. Elle: abuso y seducción debería ser un gran éxito. Se trata de un examen; un termómetro. Caso contrario, si quedara confinada al micro-suceso de los lanzamientos más independientes, ello sería una prueba más (quizás definitiva) de que, en un futuro cercano, deberemos resignarnos a que lo único que podremos ver en cine sean alicaídos, vacuos, básicos productos como Belleza inesperada, Moana (doblada y no en versión original subtitulada, por supuesto) o Nieve negra.
Confío en ustedes.
Nuestra crítica de Elle en la cobertura del Festival de Cannes 2016
COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



COLUMNISTAS ANTERIORES
Diego Batlle y Manu Yáñez analizan la nueva película del director de Aquel querido mes de agosto y Tabú, que luego de su estreno mundial en el Festival de Cannes 2024 (Premio a Mejor Dirección) y de un breve paso por las salas argentinas ya está disponible en la plataforma de streaming MUBI.
Análisis de la nueva película del director de No Rest for the Braves / Pas de repos pour les braves (2003), The King of Escape / Le roi de l'evasion (2009), El desconocido del lago / L'inconnu du lac (2013), Rester vertical (2016) y Viens je t'emmène (2021). Lanzamiento en Argentina: Festival de Cine Francés (Abril 2025) y en salas comerciales (Mayo 2025).
Algunas ideas sobre cómo (re)pensar las películas en estos tiempos de ataques constantes y con un INCAA intervenido y prácticamente inactivo.
Nuevo aporte de nuestro columnista experto en legislación cinematográfica.
Fernando/Diego. Sony confirmó el estreno de Elle y Toni Erdmann esta semana.
Es verdad. Gracias, Diego. Esperemos que se estrenen y que, como público (y, en su caso, desde la crítica), estemos a la altura de las circunstancias (incluso frente a la falta de interés de la distribuidora).
¿El estreno de Elle no estaba anunciado para el 16/3?
Fernando: en el caso de ELLE se suma un problema adicional. La compró SONY durante CANNES y en Argentina esa compañía tiene una mínima presencia (está dentro de UIP) y solo estrenan películas importantes 100% de ellos. Por eso, ELLE pasa a ser algo totalmente secundario para SONY, que también compró TONI ERDMANN y nunca la estrenó en Argentina. Capaz que si ELLE o TONI ERDMANN ganan un Oscar finalmente las estrenan (será en pocas salas y sin apoyo publicitario), pero hoy ni eso es seguro. Son dos películas que, si las hubieran tomado distribuidoras independientes, las habrían trabajado mucho mejor. Saludos
Excelente nota. En la nota no mencionas a SPETTERS, de la que Scorsese bien podría hacer una remake y ganar Oscars, aunque dudo que le guste mezclar a Abba con Iggy Pop. Yo fui uno de los muchos que nos quedamos sin entrada en el Gaumont para verla, y despues alguien contó que no fue a la sala principal y que allí se dio la ultima de los Dardenne o la anterior con Marion Cotillard.