Críticas

A War: La otra guerra, de Tobias Lindholm

Se presume inocente

El juicio a un oficial por supuestos abusos en Afganistán es el eje principal (y el mayor hallazgo) de este film danés nominado al Oscar extranjero.

Estreno 10/03/2016
Publicada el 08/03/2016

A War: La otra guerra (A War / Krigen, Dinamarca/2015). Guión y dirección: Tobias Lindholm. Elenco: Pilou Asbaek, Tuva Novotny, Soren Malling, Charlotte Munck y Dar Salim. Fotografía: Magnus Nordenhof Jonck. Música: Sune Rose Wagner. Edición: Adam Nielsen. Diseño de producción: Thomas Greve. Distribuidora: Impacto Cine. Duración: 115 minutos. Apta para mayores de 13 años con reservas. Salas: 20.

 



Las películas sobre las consecuencias psicológicas de los soldados que combaten en el frente y de sus familias que los esperan angustiadas en casa conforman a esta altura un subgénero propio y corren el riesgo de repetirse demasiado. Algo de eso ocurre en los primeros minutos de A War: La otra guerra, película del talentoso director danés de R y El secuestro (A Hijacking). Sin embargo, en la segunda mitad el film deriva hacia el thriller legal con un caso judicial que aborda con rigor e inteligencia cuestiones morales bastante inquietantes.

El protagonista de A War: La otra guerra es Claus Pedersen (Pilou Asbaek), oficial del ejército danés apostado en Afganistán. Líder respetado y -pese a su alto rango- habituado a encabezar las misiones en el frente de batalla, Claus tiene una encantadora familia (esposa y tres hijos pequeños) a la que ama y extraña (y viceversa). Sin embargo, en pleno combate con los talibanes, aparentemente comete un error (o un abuso de autoridad) y varios civiles son masacrados. Enviado de regreso a Copenhague, es sometido a un juicio que puede terminar con su carrera y con al menos cuatro años en prisión.

Allí arranca el verdadero corazón de este largometraje nominado al premio Oscar al mejor film en idioma no inglés ¿Es culpable o no? ¿Debe asumir la responsabilidad y sacrificar el bienestar suyo y de su familia? Las presencias de una fiscal incorruptible y tenaz y de un abogado especializado en encontrar fisuras e inconsistencias en las investigaciones tensionan cada vez más el clima de una película que gana en interés cuando abandona la denuncia horrorizada y se concentra en cuestiones más íntimas y provocadoras.

En ese sentido, sin llegar a una puesta en escena brillante, Lindholm maneja la narración, las actuaciones y los sucesivos conflictos (militares, legales y familiares) con recato, solvencia y no poca solidez. Más cerca de Código de Honor, de Rob Reiner, que de Hermanos, de su compatriota Susanne Bier, A War: La otra guerra logra, finalmente, despegarse de los apuntados lugares comunes de ese subgénero sobre los pecados, excesos y miserias de la guerra.




COMENTARIOS

  • 5/04/2016 16:07

    Charly. Este director danés se tomo entonces muy en serio los tres fundamentos de la producción. En el Bacifi 2014 se exhibió su anterior film A Hijacking que tuvo una remake norteamericana (Capitan Phillips, con T. Hanks). Al ver ambas, la diferencia claramente a su favor, se asienta en tres pilares; tema, guión, actuación. Muy felizmente en y para el arte la frase clintoniana "es la economía estúpido" no aplica. En Hollywood podrán intentar convencer que se necesitan 200 milllones de dólares para hacer un film exitoso sin embargo hay más cine en una sola película iraní que todos los estrenos del año que provienen del país del norte.

  • 30/03/2016 15:19

    Charly Barny, la peli de Sorrentino no estuvo nominada al oscar como peli extranjera. Muy buena la reseña!

  • 12/03/2016 7:34

    Excelente. Por el mensaje que transmite y la polémica que instala. Pilou Asbaek muy convincente en su rol.-

  • 11/03/2016 16:09

    LA OTRA GUERRA (KRIGEN) de Tobías Lindholm EL GRAN DILEMA: DIGNIDAD VS. SEGURIDAD El cine danés es como si siempre hubiera estado entre las sombras del cine alemán y del cine sueco. En mucho años no habíamos conocido otras películas que "La Fiesta de Babette" y "Pelle, El Conquistador", hasta que los jóvenes directores daneses de la mano de Thomas Vinterberg y Lars Von Trier firman el nuevo Dogma Danés donde afirman que es imposible competir contra el cine americano, su capacidad financiera y tecnológica si no era haciendo hincapié en 3 aspectos fundamentales de la producción: 1) la elección de un buen tema, 2) redactar un buen guión que lo desarrolle, y 3) aprovechar todas las capacidades creativas de los grandes actores daneses. Ha sido un camino largo y sinuoso. Pero en lo últimos años, cada vez más películas danesas han llegado a nuestras pantallas. Von Trier ha ganado la Palma de Oro en Cannes 2000 con "Bailarina en la Oscuridad" y la televisión danesa ha generado joyas como Borgen (2010), sobre la carrera politica de una Primer Ministro, y la miniserie policial "Forbrydelser", cuya estupenda remake (The Killing) ha realizado la televisión americana. Tal vez el cine danés ya ha abandonado el dogma. Pero no hay dudas que los tres principios fundamentales del mismo han calado hondo en los nuevos directores. Ahora nos llega "La Otra Guerra", un film de Tobiás Lindholm, un joven escritor y director, cuyos primeros trabajos fueron realizados para la televisión de su país, la que le abrió la posibilidad de llegar al cine. Conocido en Argentina como autor del guión de Submarino (2010) y La Caza (2012), ambas dirigidas por Thomas Vinterberg, también escribió en 2010 para la televisión de su país 8 episodios de la famosa serie "Borgen" en la cual relata el comienzo, el apogeo y la decadencia de la carrera política de una mujer que aspira ser Primer Ministro de su país. Su carrera cinematográfica cuenta con 3 largos y un documental, no conocidos en Argentina. No obstante, con lo que hemos podido ver de su obra, podemos decir que no solo es un muy director, sino también que hay formas y temas que lo preocupan. "La Otra Guerra" es una película de atmosferas opresivas. En una primera visión, el tema es el desamparo. Estamos en plena guerra de Afganistán. Una patrulla militar danesa, que forma parte de las fuerzas de paz de la ONU controla una pequeña aldea que está cercada por el conflicto. No solo están desamparado los pobres habitantes del lugar respecto de los ataques talibanes en la región, sino también están desamparadas las fuerzas de paz, e incluso, hay un tercer desamparo, el de las propias familias de los militares que prestan servicio, quienes han quedado a su espera en sus países de origen. Desamparo para aquellos civiles que pretenden vivir en paz pero cuyas tierras son tomadas como campo de batalla por los grupos terroristas y fundamentalistas que los conducen hacia una irremediable guerra civil. Pero también hay desamparo para aquellos soldados que cumplen tareas de paz. Ellos no son vistos como neutrales en el conflicto, sino como parte. Nadie queda ajeno al conflicto en medio del conflicto. Por otro lado, hay estatutos y códigos de guerra que cumplir. Y cualquier equivocación, error, puede conducir a la violación de las normas establecidas. Finalmente, el desamparo de las familias de los militares. Allí quedan madres que tienen que cumplir con los dos roles, madre y padre al mismo tiempo, dado que sus pequeños hijos reclaman padres ausentes que no siempre se tiene la certeza que algún día volverán. La situación que la pelicula plantea es la de una absurdo inexplicable. La primera parte del film transcurre en Afganistán y remite a Vietnam. El propio director reconoce influencias de "El Francotirador" de Michel Cimino. Pero también las hay de "Apocalipsis Now" de Francis Ford Coppola, y más cercana aún, la estupenda última película de Clint Eastwood que vimos el año pasado "American Sniper". En estas dos prima la atmosfera de extrañeza, el ámbito hostil e inentendible. En la de Eastwood, además, la de una amenaza permanente, un enemigo invisible. Pero esa invisibilidad se hace aún más peligrosa porque existen reglas escritas que demarcan un accionar que está determinado por la improvisación y la acción sorpresa. Es allí donde la pelicula comienza a deslizarse en dirección de otros films, a los cuales, rinde tributo: "King and Country (1964) de Joseph Losey, y "Path of Glory" (1957) de Stanley Kubrick. Es muy interesante el trabajo de Lindholm en el cual recorre caminos que llevan de la impersonalización de los soldados a la humanización de los mismos, de la anonimidad a la identificación. El grupo va derivando de lo estrictamente operativo hacia el conjunto de individuos que tienen un país, una vida, y una familia más allá de la guerra. Para eso pasa de planos generales a escenas cámara en mano en la mayoría de las escenas bélicas, y para ello cuenta con actores excepcionales como Pilou Asbaek como El Comandante Claus Pedersen, Tuva Notny como su esposa y Soren Mailing como el abogado Martin Olsen. De las películas candidatas al Oscar al Mejor Film Extranjero del presente año, "La Otra Guerra" es la que más me gustó. No tiene la perfección de "El Hijo de Saul", ni la grandiosidad de "El Abrazo de la Serpiente". Y es muy superior a "Mustang" y a la decepcionante nueva pelicula de Sorrentino: "Juventud". Pero tiene la capacidad de plantear conflictos humanos de permanente actualidad: Lo absurdo de la guerra, preguntarse qué hacen soldados daneses en Afganistán más allá de formar parte de las fuerzas de paz. Qué hacen "las fuerzas de paz"? De qué paz se habla cuando los unos y los otros tienen argumentos razonables que lamentablemente intentan imponer por la fuerza? También cabe preguntarse qué paz puede haber en medio de la guerra? En el film hay dualidades permanentes: La coexistencia de dos mundos, dos familias (la propia y la militar), dos responsabilidades limitados por los afectos, la añoranza, el sentido de grupo, los errores de mando, el marco legal, la debilidad de lo humano respecto de fuerza de lo legal, la delgada línea separadora de la legalidad en relación al mayúsculo peso de la moral. Existen posiciones éticas en una guerra? Corresponde que militares con familia estén siendo enviados a formar parte de un cuerpo de paz donde lo que menos se respeta es la paz? Cuál es la decisión correcta? Cómo logramos mantener un equilibrio entre el respeto de la dignidad y el imperio de la seguridad? "La Otra guerra", el notable film del danés Tobías Lindholm se debate dentro del amplio marco de estos dilemas eternos, casi sin solución, muchos de ellos, reservados al fuero íntimo de cada persona.

  • 11/03/2016 1:25

    Hay una película de William Friedkin un poco olvidada llamada Las reglas de combate que tenía una premisa muy parecida. Samuel L. Jackson era un comandante que ordenaba disparar sobre civiles para defender una embajada y Tommy Lee Jones era su abogado defensor. Jackson debía demostrar que los civiles estaban armados para justificar su orden, mientras que la gente de la embajada lo proclamaba casi un héroe. Lindholm combinó esa historia con el tono y la estética de Bigelow en The Hurt Locker y en menor medida Zero Dark Thirty. El resultado está bien, es más seca y ambigua que las películas de Bigelow y Friedkin, pero eso no quita cierto cuestionamiento ético.

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