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Por un cine en versión original subtitulada

Máximo impulsor de la campaña #NoAlDoblaje, nuestro columnista expone el aterrador panorama actual y propone medidas.

Publicada el 27/07/2016

Las vacaciones de invierno sirven para dejar en evidencia hasta qué límites ha llegado el avance del doblaje en el cine en Argentina. Claro que cuando se habla de este fenómeno en nuestro país ello no tiene que ver con la generación de una “industria” o fuente de trabajo alguna para estas tierras sino con la falta de opción para ver las películas en su versión original subtitulada en casi todo el territorio nacional.

Basta ver la cartelera para encontrarse con que El buen amigo gigante, en su segunda semana en cartel perdió casi todas las funciones subtituladas (sólo quedaría una en el Village Recoleta), lo mismo que La Era del Hielo: Choque de mundos. Pequeños milagros, Buscando a Dory aún conserva alguna función subtitulada y La vida secreta de tus mascotas posee algunas (muy pocas) funciones V.O.S. pese a la campaña montada en torno a la presencia de Campi como parte de la troupe dobladora. La presencia de este actor local demuestra la mentira construida en torno a la pretendida generación de trabajo argentino por parte del doblaje: esta es la excepción a la regla. El doblaje proviene casi exclusivamente de México. Y la muy plana, televisiva y gruesa participación de Campi es solo un intento más de promocionar la película en nuestro territorio (América Latina es un todo, un conjunto sin matices, para las majors). Nada más que eso. Por lo demás, confirma lo que pasaba en Buscando a Dory (donde toda la línea de chistes con la alusión a Sigourney Weaver es anulada): el doblaje avanza sobre el contenido de las películas. Más allá de lo estético (la pérdida de balance y calidad de sonido; la imposibilidad de apreciar la voz de los actores que forman parte de la obra que vemos) y lo ético (que actores se presten a esa labor tan baja, que avanza sobre el trabajo de sus pares), lo cierto es que lo que podemos ver es “otra” historia, “otra” película. En el caso de La vida secreta de tus mascotas, la inclusión de Campi entre el conjunto de locutores mexicanos llevó a la generación de un personaje argentino (o todo lo argentino que el melifluo doblaje permite), con profusión de “ches” y consiguiente modificación del guión.

Que el doblaje hiere y contamina las películas casi que lo tomo como una idea compartida con los lectores de OtrosCines.com. Que el doblaje, además analfabetiza e importa una mutación (degradante) de nuestra cultura, también. Creo que no hay cinéfilo que defienda esta herramienta, que no casualmente tuvo su momento de auge y expansión durante los gobiernos autoritarios que en el siglo pasado dominaron España, Italia y Alemania. Acá ni siquiera podríamos repetir la cantinela que se utilizaba en esas épocas y lugares para justificarlo (la que tiene que ver con la defensa del idioma nacional), ya que las películas que vemos en “nuestro idioma” están dobladas en una lengua que no es estrictamente la nuestra. Basta oír hablar a los niños abandonados a su influjo para advertir la cantidad de giros, tonos y términos que no tienen que ver con las particularidades de nuestro habla.




Cuando niños, queríamos aprender a leer más rápido y mejor para ampliar nuestra posibilidad de ver otras películas que nos eran inaccesibles. Hoy miramos esa misma cartelera y vemos con tristeza que Cazafantasmas (A/M/13) casi no tiene funciones subtituladas (las pocas que existen, en horarios nocturnos, se concentran casi exclusivamente en la Capital Federal). Películas aptas para mayores de 16 años como El conjuro 2 y 12 horas para sobrevivir: El año de la elección se dan dobladas en la zona Sur y Oeste del gran Buenos Aires y en casi todo el interior del país. Lo que en las películas dirigidas (al menos en parte) al público infantil aparece como un mal necesario, en estos casos resulta inaceptable.

¿El público elige o es que no hay opciones? La relativamente pobre performance de Cazafantasmas podría tener que ver con la decisión de exhibirla mayoritariamente doblada cuando su público potencial rechaza esa manera de ver cine. Pero así como en la década del 30 se intentó imponerlo, y a fines de los 90’ se insistió, sin importar el rechazo de las -por entonces, al menos- mayorías (recordemos los casos de Avión presidencial y Armageddon), la política comercial tiende a eso. A transformar a la América hispanoparlante en un único mercado, dominado por el doblaje producido en México.

Pero aceptemos por un instante la no empíricamente demostrable hipótesis de que “el público prefiere” ver las películas dobladas. ¿Bastaría ello para justificar su imposición? Por lo que arrojan los indicadores de nuestra educación, si todo quedara sometido a estos “tests de popularidad” posiblemente la formación primaria y media dejarían de ser obligatorias. Después de todo, ¿para qué tanto esfuerzo?

En fin, que la cultura y la educación son demasiado importantes como para dejarlas libradas a las decisiones comerciales de las empresas. Existe un interés público que justifica la intervención del Estado en estas materias. Y lo cierto es que el avance del doblaje, además de dejar fuera de los cines a un 10% de la población que posee algún tipo de disfunción auditiva, implica consentir una práctica que impacta de lleno en la cultura audiovisual, que degrada y analfabetiza, que tiende a acentuar esa realidad que habla de una mayoría con problemas de lecto-comprensión y desconoce una herramienta fantástica para incorporar nuevos idiomas y culturas.

Lo decía al inicio: muchas de las ideas vertidas descuento que son compartidas por la mayoría de Uds. Sé que no todas, ya que hoy no está de moda seguir defendiendo la intervención estatal, y yo lo hago en estas líneas. Pero la diferencia sustancial, lo que nos  parece dividir, es que habría muchos que piensan que la guerra ya está perdida. O que nada puede hacerse al respecto.

Creo que el problema es demasiado importante como para ignorarlo; deberíamos, al menos, intentar afrontarlo. Existen herramientas que avalan y justifican la adopción de ciertas medidas. El marco constitucional y legal vigente posee lineamientos y valores que indican que estamos frente a una omisión de los poderes públicos en el ejercicio de sus obligaciones. El avance del analfabetismo funcional y la degradación de nuestra cultura obligan a que el Estado tome cartas en el asunto para impedir que así siga sucediendo.

La norma contenida en el artículo 75 inciso 19 de la Constitución Nacional es clara: “Corresponde al Congreso proveer lo conducente al desarrollo humano (...) Sancionar leyes de organización y de base de la educación que aseguren la igualdad de oportunidades (...) Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras de autor; el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales”. Es dicho mandato el que sirve de base y justifica que existan regulaciones inferiores que, como el artículo 3° de la Ley de Cine, prevén que el Director del INCAA posea, como parte de sus deberes y atribuciones, la de “Disponer la obligatoriedad de procesar, doblar, subtitular y obtener copias en el país de películas extranjeras en la medida que lo considere necesario en función del mercado nacional” (inc. l, conforme texto Ley 24.377, el original inciso k, vetado por Menem, disponía además la potestad para “Regular las cuotas de ingreso y distribución de películas extranjeras”).

Por supuesto que lo ideal sería algún tipo de regulación legal que pusiera algo de equilibrio en la materia, pero incluso con el régimen vigente el INCAA posee herramientas que podrían ir en el sentido correcto. De hecho, las recientes informaciones que tienden a dar la impresión de que se asumirá un curso de acción parecido al que lleva Francia, generando audiencias y favoreciendo la educación, dan cuenta de la pertinencia de algún tipo de medida específica en la materia.




Así, si es cierto que el espejo en el que intentará mirarse el INCAA es el de la CNC francesa (Centre National du cinéma et de l’image animée), si efectivamente empieza a pensarse en el cine argentino y en la diversidad a largo plazo, las herramientas de las que se dispone no son pocas. Así, podría pensarse en medidas como estas:

1- Establecimiento de un porcentaje (que gradualmente debería ir en aumento) de funciones en V.O.S. de todas las películas que no están destinadas exclusivamente a un público infantil (entendiendo por tal al de una edad en la que es admisible que la lecto-comprensión no esté debidamente incorporada). De hecho, podría pensarse incluso en la directa prohibición de las copias dobladas para películas aptas para mayores de 13 años o más. Así la posibilidad de lectura tendría que ver con la maduración necesaria como para acceder a dichas obras, en el caso de menores de las edades indicadas que acudan a verlas acompañados de mayores. En el caso de la  prohibición se necesitaría de una ley en sentido formal, pero sin llegar a ese extremo, y en lo que a la vía reglamentaria se refiere, la norma legal citada habilita al INCAA a establecer porcentajes, que podrían variar según se tratara de películas para todo público, o si son calificadas como A/M/13, A/M/16 o A/M/18.

2- Aumentar la cuota de pantalla (la actual, creada en 1968, fue mucho tiempo ignorada pero vuelta a aplicar a partir de 2004 en virtud de la Resolución INCAA/2016/04) y no contar como “no-nacionales” -para su cumplimiento- las copias subtituladas de estrenos que se producen en las dos versiones (es lo que sucede en España, que, aun cuando tibiamente, ha adoptado algún tipo de medida que tiende a favorecer el V.O.S., exceptuándose las sesiones de películas de terceros países en V.O.S. y computando como de doble valor la proyección de películas comunitarias en V.O.S. a los efectos de la cuota de pantalla comunitaria).

3- Mediante la la resolución INCAA/2114/11 se dispuso un precio que debería pagarse por copia, con la idea de desincentivar los estrenos masivos, que ocupan bestialmente las pantallas (morigerada por resolución INCAA/2221/11, en lo que atañe a pequeñas distribuidoras y cine de arte y ensayo). Más allá de su discutible éxito, podría preverse que las copias subtituladas de las películas que se estrenen en los dos formatos (doblado y V.O.S.) no generen esa obligación.

4- Otra medida similar podría pensarse en relación con el VPF (Virtual Print Fee), cuyo pago el INCAA dispuso que habría de reintegrar a los “distribuidores independientes” (Resolución INCAA 2834/2015) en octubre del año pasado, pero que recién ahora estaría por materializar en los hechos (y más allá de algunos idas y vueltas que llevarían a que el reintegro sólo sería de aplicación hasta mediados de 2017, lo que no deja de ser una triste paradoja que sigue minando las posibilidades de real diversidad).

5- Por último, si realmente queremos transformar virtuosamente el sistema, deberían adoptarse medidas de apoyo y promoción también en lo que hace a la exhibición. La creación de un circuito de exhibición alternativo requiere una instancia de intervención estatal que la desbalanceada ley de cine vigente (que sólo piensa en la producción de películas que luego no encuentran ventanas disponibles) no prevé explícitamente, para lo cual nada mal vendría mirar lo que sucede en el citado caso francés.

Estas son sólo algunas ideas de por dónde podríamos empezar a transitarse un camino menos ominoso. Si se está pensando en cultura y educación, y en particular se están pensando medidas en torno al cine, no podría dejar de considerarse que algo debe hacerse para frenar el avance del doblaje. Sea que se logre una norma legal (lo ideal), sea que se dicten decretos o resoluciones del INCAA (o incluso se lleguen a instancias intermedias de consenso, como ha sucedido en otros casos, en los que “la industria” prefiere conceder algo antes de tener que soportar una regulación) las posibilidades son múltiples y no sirve la excusa de que se trata de una pretendida causa perdida.

Algo puede hacerse.

Algo debe hacerse.

COMENTARIOS

  • 31/03/2018 2:17

    ¡Al fin un artículo EXCELENTE sobre este penoso fenómeno! Disfruto el cine como ARTE y pienso que el idioma original de una película es parte de su esencia. Y no hablo sólo del inglés, CUALQUIER idioma. Es lamentable, pero tal como se describe en el artículo y como surge de algunos comentarios, ya casi no hay opciones para ver funciones en idioma original, por lo menos en el Gran Buenos Aires. Con suerte, quienes pueden trasladarse a CABA podrán disfrutar del cine en su idioma original. Esto también tiene que ver con que cada vez menos personas van al cine, ya que se ha vuelto una salida prácticamente de adolescentes maleducados que no permiten una experiencia digna al ver una película. Y los adolescentes actuales no quieren andar leyendo subtítulos. Demasiado trabajo. Y así se nivela para abajo, para evitar perder el negocio del pochoclo, que es lo único que parece mantener vivas a las salas de cine. El resultado es la expulsión de todo el que disfrute del cine como ARTE y que sólo se reduzca a una salida por divertimento y para películas con altas dosis de efectos especiales. De esta manera, gracias a la tecnología, los servicios por suscripción y hasta en algunos casos con la única opción disponible mediante ¡la piratería! es que se termina decidiendo permanecer en el hogar y ver tranquilo una película en su idioma original, y sin tener que soportar a un público cada vez irrespetuoso, ruidoso y que se aburre fácilmente sin estímulos visuales y estridentes y que necesita que le den "de comer en la boca" su distracción, para pensar cada vez menos. Bienvenida sea la sala de cine personal en casa entonces si van a expulsar al resto del público del cine.

  • 28/08/2017 20:31

    Solo soy un usuario común que disfruta del cine subtitulado. Y desde hace varios meses ya las películas no se ofertan con Subtitulos, solo doblaje. Me he visto en la penosa necesidad de verlas en medios alternativos y dejar de asistir a los cines de mi país. No voy a pagar por una película doblada que pierde su esencia. Ya no dan la opción como antes, ahora están impuestas en las carteleras. Lo mismo está pasando en Directv con los canales como Warner y Sony donde todo esta en español prácticamente, ya incluso no hay doble audio y activación de subtítulos sino audio original y doblaje. Debe haber una razón o una mafia que impone esta tendencia. no?

  • 7/09/2016 1:47

    Soy pro subtitulado (de hecho me dedico profesionalmente a eso), pero entiendo la necesidad o el gusto por el doblaje. En cuanto a la población sorda, el debate debería ser otro, más fundamental: hay mejores herramientas para que ellos puedan disfrutar de obras audiovisuales (existen versiones de closed captions para cines e incluso teatros), porque el subtítulo común los priva de efectos sonoros, acentos y entonaciones. Pero si estamos luchando por recuperar un poco el subtitulado, estamos a años luz de imponer políticas de Estado para la inclusión de herramientas como estas. Es muy desalentador el atraso que tenemos respecto de la accesibilidad y la igualdad de oportunidades.

  • 5/09/2016 19:58

    Soy una persona con discapacidad auditiva y realmente es ya de terror lo que están haceindo con el doblaje o con sacar el subtitulado. Es la ünica forma que tenemos de ver Cine y TV. Hemos quedado totalmente excluidos, ni siquiera tenemos alguna opciones, días, horas, etc. Es una custión de Derechos Humanos fundamental el acceso a la comunicación. Desde hace un año estamos poniendo nuestro granito de arena para "hacer algo" desde nuestra página Juntos por los Subtitulos. Coincidimoas casi plenamente con lo manifestado en esta nota, salvo que por supuesto no está en nosootros tampoco discriminar a quienes si necesitan doblaje ( baja visión, etc). Totalmente de acuerdo en el daño que se está haciendo a nuestra cultura.

  • 20/08/2016 8:00

    Por supuesto que entiendo y respeto a los que quieren ver el cine doblado. Hay además de todo lo dicho una cultura tomada de la televisión. Yo, que puedo decir que aprendí lectura veloz yendo al cine (era chico y "no podía" jorobar a mis viejos preguntando qué decían) cuando la televisión comenzó a dar cine doblado (en sus inicios la tele pasaba las películas con subtítulos) me costó "un huevo" soportar los doblajes. Pero yendo al cine, defiendo las voces originales de los actores, salvo el cine para los mas chicos.-

  • 9/08/2016 18:59

    Personalmente creo que para el cinéfilo cada vez está más complicado ver cine en el cine. Está el doblaje que tal vez no debería eliminarse pero al menos contemplar que la mitad de las copias se exhiban subtituladas (en películas destinadas al público infantil). Puedo cerrar los ojos y reconocer la voz de tal o cual actor ( ¿ acaso se podía doblar la voz de Michael Gambón o Alan Rickman por citar dos ejemplos? cada actor es único en su voz, en su presencia, en su actuación, en su expresión. Pero además están los que entienden que el cine es un entretenimiento gastronómico, que los ruidos que produce ese hecho es combinable con la banda sonora aún en aquellos momentos que el sonido de la pantalla se silencia para hacer importante lo que se está viendo. También están aquellos que consideran combinable la imagen de la pantalla con la imagen que emite su celular estableciendo un ping-pong, como si hubiera una relación narrativa entre ambas pantallas y no olvido los ?espectadores críticos? son los que narran a o explican a su acompañante las dudas que se le plantean o lo que no logran entender lo que están viendo. Por todo ello prefiero el living de mi casa. He podido ubicar un sitio que tiene un amplísimo catálogo de películas de todo el mundo en su idioma y sonido original en dvdv y bluray. Muy a mi pesar es la única manera de seguir compartiendo el amor de mi vida, el cine.

  • 7/08/2016 11:42

    Me resulta muy interesante la nota de Juan, no tanto por la cuestión de fondo sobre subtitulado o no, sino porque desnuda las mezquindades e intenciones de manipulación que acechan permanentemente a esta hermosa industria del cine. En la misma nota se utilizan argumentos y contra argumentos. Por un lado se critica un supuesto lobby por parte de quienes hacen doblaje para que el Estado reglamente que las películas sean dobladas. Por el otro se propone un lobby para que el Estado reglamente la imposición de películas subtituladas. Asimismo Juan se adueña de la verdad y estigmatiza a los espectadores, dando a entender que si el público elige películas dobladas es por analfabetismo o falta de educación, dejando de lado que quizás la gente las elija masivamente ese formato porque prefiere verlas dobladas, aun cuando a Juan o a mí me gusten de otra forma. Sin duda los efectos visuales que hoy abundan en las películas se disfrutan mucho mas cuando podemos liberarnos de tener que limitar nuestra visión al sector inferior de la pantalla durante un alto porcentaje de la duración del film. Además utiliza un análisis totalmente tendencioso, utilizando las estadísticas de vacaciones de invierno, fecha donde toda la cartelera apunta al público infantil, y donde históricamente solo hubo películas dobladas y me animo a decir que a diferencia del pasado hoy se exhiben algunas funciones subtituladas gracias a la digitalización de los sistemas de proyección. Efectivamente la gente se está volcando masivamente a ver cine doblado y nada podrá hacer una normativa del INCAA para evitarlo como pretende Juan. El Estado no puede imponer que el público asista lo que no quiere asistir. Ya quedó demostrado con la Ley de Cuota Pantalla. Por mas cuota que se imponga, el cine argentino crece únicamente cuando las producciones se acercan al gusto del público y cuando ello ocurre no es necesaria ninguna cuota, la cartelera se inunda de funciones de nuestras películas dejando afuera al resto. La política equivocada de imposición siempre generó salas vacías y grandes pérdidas de dinero a los exhibidores, distribuidores, productores y al INCAA por pérdida de cobro de impuestos. Como si fuese de manual, Juan acusa al sector de la exhibición por lo que el interpreta los males del negocio, ignorando que quien finalmente elije lo que quiere ver, es el propio espectador.

  • 3/08/2016 22:36

    Jaja "labor tan baja"?? Desearia poder ser un pobre peon del doblaje en este momento. Gracias al doblaje muchos materiales terminan siendo mejores que el original, logicamente no hablemos de preferir verlo a Robert de Niro doblado, pero desde luego aquel que pudo ponerse en la piel de este gran actor debe haber sentido cosquillas en el estomago interpretandolo. Y un documental?? Creo que alli directamente no existe una linea que deba seguir o imitar el actor latino si no tan solo expresar su propia interpretacion en la lectura del texto. No odiemos al doblaje si no a quienes no nos dejan opcion a la hora querer elegir como queremos ver y oir. No seamos superficiales opinando y dando ejemplos de una profesion basandose solo en peliculas de cartelera.

  • 3/08/2016 21:33

    El doblaje arruina una obra de arte. ¿Por que doblar?? Por favor noooooo;! Es un atropello al séptimo arte. Eso se deja para las telenovelas

  • 2/08/2016 13:11

    Soy discapacitado auditivo, vulgarmente llamado como "sordo". Es fácil adivinar que estoy 100% en contra del doblado. Forzosamente tengo que ver cine y TV con subtítulos. En mi vida casi nunca veo nada argentino, menos aún hispanoamericano ya que viene naturalmente hablado en castellano. Ahora con el atroz avance del doblado, el público sordo, que tiene un tamaño no despreciable en términos de marketing, está abandonando rápidamente los cines para volcarse en las películas descargadas de Internet (legal e ilegalmente). Actualmente el cine doblado es para gente que realiza un enorme esfuerzo para leer; analfabetos funcionales, al menos en el Gran Buenos Aires en donde resido.

  • 31/07/2016 13:10

    ¡Con qué liviandad se utiliza el término discriminación! Según datos oficiales 16,5% de la población tiene algún tipo de discapacidad auditiva. Cerca de la mitad de ese colectivo queda fuera de la posibilidad de ir al cine si no tiene subtítulos. Desconozco esa patología en virtud de la cual se pueden ver las imágenes pero no los subtítulos, en todo caso nunca está mal volver a la nota de Jorge Luis Borges sobre el doblaje, que algo del asunto sabía. Por último no creo que el analfabetismo sea una condición digna de protección legal, en todo caso habría que pensar en maneras de que progresivamente (y efectivamente) desaparezca.

  • 30/07/2016 17:03

    "De hecho, podría pensarse incluso en la directa prohibición de las copias dobladas para películas aptas para mayores de 13 años o más". Y así dejaríamos a una gran parte del público afuera del cine solo porque tiene más de 13 años. O los condenaríamos a que solo puedan ver películas infantiles. Genial tu propuesta, eh.

  • 30/07/2016 13:33

    Detesto el doblaje pero tu nota tiene momentos muy discriminatorios. Por ejemplo, cuando decis de prohibir todo doblaje de peliculas para mayores de 13, discriminas MALLLL a limitados visuales y otro tipo de personas con discapacidades varias. En el país hay muchiiiisima gente con discapacidad que consume ese cine. No soy exagerada.

  • 29/07/2016 14:12

    Efectivamente no comparto el lobby que se ha realizado desde el colectivo de los actores para imponer el doblaje (que en televisión culminó con éxito, más allá de que el decreto conseguido no parece terminar de aplicarse ya que el doblaje sigue haciéndose mayoritariamente en otras partes). Además de su trabajo (muy respetable, por cierto) está el derecho de opción del público, la educación, la cultura, etc. Si los dentistas estuvieran flojos de trabajo no me parecería bien que por decreto se imponga la distribución de chupetines en las escuelas para darles una mano. En fin: está claro que pensamos distinto. Yo lo que digo es que no es tan simple como que "la gente elige": así como la educación es obligatoria o no puede abrirse un cine porno al lado de una escuela o no puede instalarse un cajero automático adentro de un bingo, hay cuestiones en las que -si hay un interés público comprometido- se pueden tomar determinadas medidas para que no se termine imponiendo el puro negocio. Además, estoy convencido de que una de las razones por las que pagamos muchas actividades y servicios carísimo cuando la prestación no es buena es por la actitud de bancarse las cosas como vengan. Saludos y gracias por el debate.

  • 29/07/2016 11:01

    También me aburrí en la mitad, muy larga la nota, que por mas, denota ignorancia del trabajo de doblaje argentino. Yo también quiero ver pelis con subtítulos, soy un cinéfilo como vos, pero no me jode el doblaje, ni menos lo demonizo. Podrias haber encarado la propuesta desde otro lado, pero ya perdiste al agredir ignorantemente a gente que labura en esto. Abrazo

  • 29/07/2016 1:32

    Fernando: no termino de entender que es lo que no esta bien ¿Trabajar en el doblaje realmente te parece tan eticamente cuestionable? Yo mismo lo mencioné la falta de opciones con lo de The Purge, que me toco viajar a adrogue para ver la película subtitulada, asi es, pero a la vez el cine no tenia la sala que explotaba de gente que prefería ver esa opcion, con suerte estaba a media sala y solo paso 1 semana del estreno, hace unos meses atrás fui a ver Alicia a través del espejo también subtitulada y la sala estaba LITERALMENTE vacía era el único que estaba viéndola, no puedo hacer comparativas con las funciones dobladas por que no entre a ver como estaban las salas, pero estamos hablando de una película de Disney, dirigida por Tim Burton, no estoy hablándote de The Babadook que puedo comprender que al ser mas desconocida este mas vacía la sala, te parece que a un cine le conviene estar con una sala activa con 1 sola persona adentro? La gente elige y en base a eso se distribuyen las funciones, tenes derecho a quejarte, pero entendé que quejarse de la falta de ofertas horarias de películas subtituladas es fútil, la poca oferta de subtitulado no es más que una consecuencia de lo que el publico consume, si nadie consumiera el doblaje dejaría de existir y la balanza horaria estaría invertida.

  • 28/07/2016 16:45

    Martín: nunca digo que el avance del doblaje es por quienes doblan. Pero así como ellos hacen lobby para generarse un trabajo, yo me creo con derecho a decir que yo no creo que eso esté bien. Lo de que la gente elige de determinada manera vos mismo lo contestas: lo cierto es que es muy difícil encontrar copias subtituladas. No insulto a nadie, solo que creo que no estamos ante un "fenómeno natural". Cuando te prestan un mal servicio no sólo te queda "comértela doblada". También podes intentar defender lo que consideras que es tu derecho.

  • 28/07/2016 12:02

    La hiciste muy larga, me aburriste a la mitad, pero la verdad no tiene sentido tu planteo, y mucho menos la posición en la que ponés a los que trabajan en el doblaje, lo único que te faltó decir es que son éticamente como el Hitler de las películas para denigrarlos más (ah no, dijiste lo mismo en otras palabras). Yo obviamente prefiero la versión original, e incluso me resultan molestos los subtítulos, veo las películas peladas sin nada en el medio ni visual ni auditivo, y si voy al cine prefiero verlas subtituladas, pero lo cierto es que si el doblaje va ganando terreno, no es por culpa de los trabajadores del doblaje ni del INCAA, sino de los consumidores, podés llorar, gritar y patalear todo lo que quieras, pero sí de 100 personas 80 se vuelcan a la versión doblada, no hay nada que se pueda hacer al respecto, el público elige como quiere ver las películas y claramente quienes quieren verla doblada superan a quienes prefieren la versión subtitulada. Otra cosa, las películas animadas SIEMPRE se dieron en versión doblada así que no entiendo tu queja, no recuerdo jamás que las opciones de subtítulos hayan aparecido en otras películas y sinceramente me sorprendió leer que hay cines pasando dori con subtítulos. Es lo que eligieron nuestros compatriotas, y escribir esta nota no sólo insulta a los que doblan las películas sino también a los que eligen y prefieren esta versión, si te gusta la versión subtitulada TANTO como para escribir una nota interminable, busca y movete, el martes de esta semana vi The purge: election year subtitulada, en Adrogué Cinemas, soy de Lomas y me tocó viajar para verla subtitulada, es así ,la gente elige y los que no nos gusta nos la tenemos que comer doblada y buscar dónde están las opciones.

  • 28/07/2016 0:15

    Gracias por los comentarios Manuel, Ricardo y Cristian. Sólo 3 cosas respecto de lo que hasta aquí se indica: 1) La idea es que haya al menos una opción real; 2) El subtitulado es cierto que avanza sobre la imagen, pero esa intervención es bastante menos salvaje que la que implica el doblaje; 3) Es cierto Cristian Ulloa el matiz que señalas: el doblaje puede ser necesario en algunos casos. Y se puede hacer bien o se puede hacer mal. Quizás la redacción desnuda demasiado mi estado de ánimo: lo que me parece paradójico (y sí, bajo) es el lobby por generarse una fuente de trabajo de estas características. Que una cosa es hacer (y en lo posible bien) aquello que es necesario y otra trabajar para imponer este tipo de actividad sólo para generarse un laburito.

  • 27/07/2016 20:40

    100% de acuerdo con cada una de las palabras de esta columna. Ojalá el INCAA tome cartas en el asunto, porque es realmente una pérdida cultural lamentable dejar que esto avance. Solo hago una acotación, no me parece justo decir que los actores de doblaje hacen "una labor tan baja". No creo que haya mayor o menor dignidad en actuar grabando voces en off. Que exijamos que se proteja el subtitulado en salas de cine no nos debe volver fundamentalistas. El doblaje es necesario, y muy valorable en muchos casos. Sobre todo en televisión, pero incluso también, en menor medida, en el cine. Nada más. Viva el cine subtitulado. Algo debe hacerse.

  • 27/07/2016 18:07

    Cuando hablamos de #NoAlDoblaje en realidad pedimos NO A TODO DOBLADO. A esta altura, con casi todo GBA y el interior monopolizado por versiones dobladas, lo que estamos exigiendo es que haya una proporción mínima y digna de funciones subtituladas. En España, por ejemplo, la batalla se perdió por completo hace rato, lo mismo en otros países de América Latina. El cine con subtítulos quedará para cine de arte, películas de autor, y en centros urbanos con alto poder adquisitivo y educacional. Para el resto, doblada por mexicanos y punto. Tristeza. Siguen fomentando la piratería, porque allí sí hay subtítulos para películas en inglés. Saludos y muy buena la nota de Lima.

  • 27/07/2016 17:10

    Tres comentarios al paso: 1. A los distribuidores las salas comerciales, desde hace ya dos años, nos piden copias dobladas de los estrenos de cine de género o destinadas a salas populares, especialmente en GBA. 2. Las diferentes versiones cuentan, acá y en Francia, como películas diferentes, un truco para evitar aranceles por copia, cuotas de pantalla, etc... 3. Habría que comparar el perjuicio del doblaje y sus perdidas sonoras, con el del subtitulado y sus perdidas visuales.

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