Debates

Propuestas para un debate pendiente y urgente

Publicada el 30/11/-0001
El Licenciado Jorge Alvarez ha sido licenciado de su cargo de Presidente del Instituto, y son tantas las versiones y los motivos de ese alejamiento, que no vale la pena sumarse a esas especulaciones, ni ocuparse de una gestión que no fue ni simpática ni respetable, por algunas de las cosas que hizo y por muchas de las que no hizo.

Lo que sí resulta ser urgente en la Industria es debatir y determinar las tareas pendientes  que el funcionario cesante no supo o no quiso atender con la inención de que, quién resulte ser su remplazante, las tenga presente desde el primer día de su gestión.

Para promover el debate sobre esa necesidad, a fines del 2007 Coco Blaustein y yo publicamos un artículo señalando las  medidas que creíamos que eran necesarias para restablecer la acción del Instituto dentro de la Ley y al servicio del cine nacional. Con algunos agregados  reproduzco aquí aqellas ideas, con el convencimiento de que algunas de ella son compartidas por gran parte de la gente qie hace nuestro cine, (porque también las han requerido) pero respecto de las cuales es necesario manifestar un consenso formal de la industria para que se conviertan en un programa inevitable.
  
Las principales medidas que con Coco propusimos al debate, aún pendiente, son:

1.- Funcionamiento normal y regular del Consejo Asesor.

2.- Modificaciones a la política  de fomento para ajustar las ayudas del INCAA a los costos reales de la producción; garantizando apoyo efectivo a los diferentes tipos de película, de acuerdo a las disposiciones de la ley.

3.- Transparencia respecto de la percepción y aplicación de los recursos del INCAA;, publicándose mensualmente lo recaudado y lo gastado en cada partida, así como el orden y motivo de su asignación.

4.- Transparencia en el reconocimiento de costos  y cumplimiento de las normas que regulan su control.

5.- Transparencia en el sistema de compra de pasajes por parte del INCAA,  demás contrataciones (cuyo monto mínimo para proceder mediante la “contratación directa” fuera sospechosamente aumentado de $ 50.000 a $ 200.000).

6.- Reglamentación de la cuota de pantalla en la televisión  y el  efectivo y leal cumplimiento de la misma en salas de cine.

7.- Una política federal que asigne los recursos correspondientes a las provincias en relación a proyectos concretos de fomento a la actividad cinematográfica en las mismas; y fiscalización del cumplimiento de los mismos.

8.- Eliminación de la cláusula “según disponibilidad presupuestaria” con la cual el INCAA deja en manos de la discrecionalidad, o arbitrariedad del funcionario si paga o no lo que le corresponde al productor.

9.- Reglamentación de a ley que creó la Cinemateca Nacional, y puesta en marcha de ese organismo, `para evitar que se siga perdiendo el patrimonio audiovisual de los argentinos.

10.- Un “balance riguroso del funcionamiento y programación de los espacios INCAA, en Provincias y el exterior para que cumplan la función para la cual fueron creados”.

11.- Articulación armónica del Festival de Cine de Mar del Plata con los demás festivales del mundo y, en especial, con los festivales latinoamericanos.

12.- Abandonar la política de aliento indiscriminado a las coproducciones financieras, que permiten destinar recursos a producciones que no garantizan el efectivo aporte de recursos artísticos y técnicos de los países que las realizan. Las modificaciones a los convenios internacionales no pueden ser legalmente aplicadas  hasta tanto el Congreso no las apruebe.

13.- Limitar los beneficios excepcionales generados por la discrecional aplicación de los llamados “Tercero J” (aportes económicos del INCAA que no pasan por los comités de selección de proyectos) a los casos en que intervienen organismos públicos y por un monto total anual que no exceda el 10 % de los recursos que se destinan a conceder créditos. Respecto de estas producciones, y atento a la confusa situación generada en torno a los mismos urge que el INCAA organice un ciclo en cual se exhiba la totalidad de esas producciones, para que se pueda conocer la real existencia de esas obras, su perfil y su contenido.

Estas, y seguramente otras, son propuestas que deben ser debatidas e implementadas para que el INCAA salga del amplio cono de corrupción en el cual aparece hoy, ante la opinión pública.

En diciembre de 2005 sugerí, en un artículo publicado en Página/12, transparencia en la asignación de recursos del INCAA, y control en el reconocimiento de costos. No recibí voces de aliento en la propuesta, antes todo lo contrario, salvo de un muy reducido puñado de amigos, el primero de los cuales fue Horacio Guizado. Algunos se sintieron agredidos, y otros se sobresaltaron: La mayoría me decía: “Tenés razón, pero no es el momento de hablar de esto”.

Se equivocaron: era el momento para hacerlo con firmeza, serenidad y sin mayor repercusión en los medios. Hoy el tema está en los titulares de los principales diarios del país, espero que se advierta que la demora en resolver estas cuestiones, sólo sirve para agravar las cosas: si no se revierte este estado de cosas se brinda el más sólido y mejor argumento a los poderosos enemigos que dentro y fuera del país tiene la producción del cine nacional.

COMENTARIOS

  • 10/03/2008 21:47

    No puedo más que suscribir todo lo que aquí se propone, pero esto que parece tan sencillo (democratización, transparencia, eficiencia) en el mundo del cine es una quimera, porque siempre priman las mafias, los negociados, los intereses corporativos y el usufructo del dinero público no en pos de un hecho artístico sino del puro beneficio personal. Y no es algo de ahora. Recuerden las épocas de Parisier, de Maharbiz y hasta de Coscia-Alvarez. Una pena.

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