Festivales

Crítica de “Wife of a Spy”, de Kiyoshi Kurosawa - #68SSIFF (Perlak) / #Venezia77

El prolífico cineasta japonés ganó el premio a Mejor Dirección en la reciente Mostra de Venecia con este audaz y fascinante film de espías ambientado en la Segunda Guerra Mundial. 

Publicada el 18/09/2020


Wife of a Spy (La mujer del espía, Japón/2020). Dirección: Kiyoshi Kurosawa. Elenco: Yû Aoi, Issei Takahashi y Ryôta Bandô. Duración: 115 minutos. (En la sección Perlak de San Sebastián y en la Competencia Oficial de Venecia).


Si hay un hilo conductor que hilvana, de forma subterránea, la ecléctica carrera del maestro japonés Kiyoshi Kurosawa es su talento para imbricar ciertas formas del clasicismo cinematográfico con pulsiones más propias del cine de la modernidad.

Sea en sus películas de terror apocalíptico, en sus dramas de autodescubrimiento o en un film histórico de espías, Kurosawa siempre apuesta por introducir estimulantes dosis de extrañamiento en universos que parecen herederos de los de Orson Welles, Alfred Hitchock o Jacques Tourneur, cineastas a los que el japonés admira de forma reverencial.

En Wife of a Spy, el director de Tokyo Sonata viaja al pasado, hasta el Japón de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo aparente de construir un thriller de espionaje con costuras de serie B americana: tono intimista, preponderancia de escenarios interiores, drama de personajes y un juego permanente con el fuera de campo narrativo y visual.

La historia que cuenta la película parece simple –una mujer va descubriendo poco a poco la implicación de su marido en la denuncia de los horrores cometidos por el ejército japonés en la guerra–, pero como en todo buen film de espías la trama se sostiene gracias a un juego de apariencias y engaños. Un relato que Kurosawa sabe mantener en el ámbito de lo comprensible sin por ello simplificar la odisea emocional e ideológica que viven los protagonistas.

Para comprender la riqueza de recursos de la que hace gala Kurosawa en Wife of a Spy es necesario atender al modo en que el director japonés sitúa en el corazón de su película el propio acto de creación cinematográfica. El personaje del marido aparece recubierto de un interesante halo de misterio (nunca acabamos de conocer en detalle cuál es su profesión), pero no cabe duda de que es un cinéfilo redomado. De hecho, una de sus aficiones es la filmación de películas mudas.

En una de las primeras escenas de la película, vemos al personaje de la esposa abriendo una caja fuerte y, a los pocos segundos, descubrimos que lo que parecía una escena “normal” es en realidad la filmación de una de las películas amateur del marido, donde la esposa encarna a una ladrona enmascarada. Este juego de ficciones dentro de ficciones, además de la máscara de la esposa, ponen de manifiesto, ya desde el principio, el juego de mentiras y simulacros que estamos a punto de contemplar. Así, Wife of a Spy deviene una obra eminentemente autorreflexiva, donde el ejercicio de memoria histórica se hermana a la perfección con la disección de los mecanismos del cine.

Por último, hay que destacar la valentía con la que Kurosawa afronta las atrocidades cometidas por el bando japonés en la Segunda Guerra Mundial, algo que sigue siendo un tabú en la sociedad nipona. Siguiendo la estela de películas como el documental The Emperor’s Naked Army Marche On, de Kazuo Hara, Kurosawa aborda la cara más siniestra del papel que jugó la comunidad científica japonesa durante la guerra. Barbaries que, dentro del largometraje de Kurosawa, y como no podía ser de otra manera, se destapan gracias a unas filmaciones conseguidas a espaldas del oficialismo (unas filmaciones que, en la ficción, amenazan con cambiar el rumbo de la guerra). De esta manera, afrontando sin miedo las heridas de la nación japonesa, y entrecruzando las herencias del Hollywood clásico y de Kenji Mizoguchi (su trabajo con lo fantasmal y con el drama femenino), Kurosawa regala una de las mejores películas de este aciago 2020.




Toda la información sobre OtrosCines/Club y cómo sumarse a nuestra comunidad cinéfila



COMENTARIOS

  • SIN COMENTARIOS

DEJÁ TU COMENTARIO


FESTIVALES ANTERIORES


Festival de Gijón 2025: Todas las películas y nuestras críticas
Diego Batlle, Violeta Kovacsics y Ezequiel Boetti

-Con la proyección de Blue Moon, de Richard Linklater, dará comienzo la 63ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón, que se realizará del viernes 14 al sábado 22 de noviembre.
-El cine argentino está representado por Las corrientes, de Milagros Mumenthaler; Nuestra Tierra, de Lucrecia Martel; The bewilderment of chile, de Lucía Seles; y el estreno mundial de Los bobos, de Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky.
-En este espacio iremos actualizando las películas reseñadas.
-Se publicaron 53 críticas.

LEER MÁS
Festival de Gijón 2025: crítica de “Así llegó la noche” (“Así chegou a noite”), película de Ángel Santos Touza (Competencia Oficial Albar)
Diego Batlle, desde Gijón

Tras Las altas presiones (2014) y A estación violenta (2017), Santos estrenó en el FIXC este largometraje que le valió el premio a Mejor Dirección en la sección principal. 

LEER MÁS
Festival de Gijón 2025: El cine argentino ganó premios con la dupla Jallinsky-Marinaro y Lucía Seles
Diego Batlle, desde Gijón

-Los bobos, de Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky, ganó la competencia FIXC Premiere, mientras que The bewilderment of chile, de Lucía Seles, obtuvo el Premio del Público en la sección Tierres en trance.
-Magic Farm, de la argentina Amalia Ulman, fue reconocida por el Jurado Joven.
-Al oeste, en Zapata triunfó en la sección oficial Albar.

LEER MÁS
Festival de Gijón 2025: Top 10 a modo de balance
Diego Batlle, desde Gijón

Padre Madre Hermana Hermano / Father Mother Sister Brother, de Jim Jarmusch; Las líneas discontinuas / As liñas descontinuas, de Anxos Fazáns; Al oeste, en Zapata, de David Bim; y Blue Heron, de Sophy Romvari, lideran el ranking personal de nuestro enviado especial a la muestra asturiana.

LEER MÁS