Críticas
Estrenos
Crítica de “Western”, de Valeska Grisebach
-La realizadora alemana de Be My Star (2001) y de Sehnsucht / Longing (2006) regresa con una auténtica joya que se estrenó en la sección oficial de Un Certain Regard del Festival de Cannes 2017, le valió luego el premio a la Mejor Dirección en el de Mar del Plata y fue distinguida también en varias otras muestras como las de Sevilla y Estambul.
-El lanzamiento en cinco salas de la Argentina cuenta con el auspicio de OtrosCines.com
Western (Alemania-Bulgaria-Austria/2017). Guión y dirección: Valeska Grisebach. Elenco: Meinhard Neumann, Reinhardt Wetrek, Waldemar Zang y Detlef Schaich. Fotografía: Bernhard Keller. Edición: Bettina Böhler. Distribuidora: CDI Films. Duración: 100 minutos. Apta para mayores de 13 años. Salas: 6 (Village Recoleta, Artemultiplex Belgrano, BAMA Cine Arte, Lorca, América de Santa Fe y Del Centro de Rosario).
En 2006 una película de apariencia humilde pero de enorme hondura humana encandiló a un grupo de críticos repartidos por todo el mundo. El film se llamaba Sehnsucht (Longing, según su título internacional), estaba dirigida por la joven realizadora alemana Valeska Grisebach y presentaba un triángulo amoroso ambientado en una zona semirural.
La historia planteaba un vertiginoso camino de ida y vuelta desde ciertos arquetipos del drama sentimental (el hombre trastornado por el deseo, la esposa devota y la amante inocente) hasta los límites de la razón y la locura. El encandilamiento que provocó aquel film generó unas ansias prematuras por ver hacia dónde podía dirigirse la obra de una cineasta de tanto talento.
La espera se fue alargando y, unos años después, pocos parecían recordar la promesa de aquel diamante en bruto. La proyección de Western, estrenada en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes de 2017, supuso el final de una espera de 11 años, un ejercicio de paciencia suprema que Grisebach ha recompensado con una gran película.
De partida, cabe decir que el título de la película no tiene nada de irónico: Western es un western de pies a cabeza, con llanero solitario, caballos, forajidos, duelos, salones de bebida y juego, villanos de altura, doncellas enamoradizas y amistades irrompibles. La gran diferencia con los westerns clásicos de Hollywood es que aquí la acción transcurre cerca de la frontera entre Bulgaria y Grecia, ya en territorio búlgaro. Allí, un equipo de obreros alemanes intenta poner en marcha una planta hidráulica mientras lidia con las dificultades para comunicarse y convivir con los habitantes de la despoblada región.
Como ocurría en Sehnsucht, Grisebach demuestra poseer un sexto sentido a la hora de exprimir el potencial expresivo de sus arquetípicas criaturas, siendo la más extraordinaria de todas el héroe sin nombre de la función, una figura lacónica, de andares arrastrados y enigmático pasado. Sus compañeros alemanes le llaman “el nuevo”, para los búlgaros es “el legionario”, y para el espectador cinéfilo podría tratarse del hijo bastardo del Viggo Mortensen de Una historia violenta y del James Stewart de los westerns itinerantes de Anthony Mann.
Grisebach no pierde la oportunidad de realizar sendos comentarios sobre la realidad contemporánea e histórica de la región, un poco a la manera de Toni Erdmann (Maren Ade figura como coproductora del film). Los habitantes de la región muestran una fuerte suspicacia ante los “ocupantes” alemanes: dependiendo de la perspectiva, unos y otros se reparten los roles de cowboys e indios (el diálogo entre lo civilizado y lo salvaje conforma uno de los pilares temáticos del film). Mientras que, en una escena especialmente perturbadora, los alemanes se vanaglorian de “estar de vuelta… Y sólo nos ha llevado 70 años”.
Sin embargo, más allá del contexto geopolítico, el corazón de Western se halla en la dimensión primitiva de sus personajes: hombres empeñados en sobrevivir en una realidad en la que se solapan los interrogantes existenciales, las encrucijadas morales, los obstáculos sentimentales y las relaciones familiares (de sangre o adoptivas). En conjunto, un verdadero tratado filosófico sobre lo que significa vivir bajo la ley del más fuerte.
Audaz exploración de la naturaleza humana, Western cimenta su poder de fascinación en el misterio que rodea a las acciones de su protagonista, un hombre de pocas palabras que apenas puede comunicarse con sus aliados búlgaros. Un misterio que, de partida, Grisebach maneja desde las aguas del western fronterizo narrativo (con ecos que van desde el ya mencionado Anthony Mann hasta Sam Peckinpah).
Sin embargo, a medida que la trama se va enmarañando, va creciendo en paralelo la fuerza observacional del film, que pone en juego, de manera soterrada, un torrente de modernidad. Así, por un lado, Grisebach se apoya en la concreción de los gestos y las acciones. Por el otro, Western presenta una cara abstracta que apunta, sin mayores aspavientos, hacia los enigmas fundamentales de la existencia. La discreta conquista de ese espacio de reflexión termina siendo el gran triunfo de esta película mayor.
COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



CRÍTICAS ANTERIORES
La única ópera prima que compitió por la Palma de Oro del Festival de Cannes 2024 propone una historia muy pertinente para estos tiempos a partir del retrato de una joven francesa que busca a partir de una imagen pública hipersexualizada salir de un contexto socioeconómico desolador.
Las películas nacionales están en cantidad y calidad en los diversos hogareños. En este informe resaltamos más de 60 títulos englobados por cineasta y por plataforma.
El segundo largometraje de estos directores australianos, que en 2022 habían irrumpido con su elogiada ópera prima Háblame / Talk to Me, ya se estrenó en buena parte del mundo, pero a las salas de Argentina, Brasil y México llegará recién el 21 de agosto próximo.
Estrenado en el Festival de Londres 2024, este nuevo film de la directora palestina de Ice & Dust (2014) narra las desventuras de dos hermanas opuestas entre sí.
Sin duda una película interesante. Polémica por momentos. Pero siempre interesante. Quizá está fuera de esta época donde todo es vertiginoso en el cine, para no aburrir, para que puedan consumir pochoclos, para que no se distraigan con el celular, etc.-.
ATENCIÓN EN ESTE COMENTARIO SE COMENTAN ESCENAS AVANZADAS DEL FILM WESTERN es un buen ejemplo del abismo que a veces separa a los críticos de cine del público. Es una película decididamente mal hecha, donde al espectador se le escamotea información sobre lo que realmente le pasa al protagonista, un ex legionario alemán que participó en Irak y que anda buscando algo de paz y para eso se alista como trabajador en la construcción de una represa en la frontera entre Bulgaria y Grecia donde hay un conflicto permanente entre pequeñas comunidades rurales alrededor de la distribución del agua potable. El protagonista se va enterando que los alemanes que construyen la represa son cowboys y los lugareños son indios y él decide ponerse del lado de los más débiles aunque estos lo rechazan por malacara. Si la directora hubiese suministrado información inicial sobre su personaje principal (un actor bastante inexpresivo por cierto) quizás la película hubiera tenido más sentido para un espectador que transita las dos terceras partes de la película en el más absoluto desconcierto agravado por un ritmo de la narración muy pero muy lento que hizo que la mitad de los treinta espectadores de la función vespertina de hoy en el Arteplex Belgrano huyera fastidiado y decepcionado, En fin, western eran los de antes donde las cosas se sabían desde el principio y los directores no jugaban tanto al misterio (4/10)
Inspirándose libremente en el formato del western, la directora y guionista alemana Valeska Grisebach introduce a seis obreros alemanes de la construcción en un pueblito de Bulgaria donde van a construir un acueducto. Los contrastes entre los buenos y los malos se reducen a que los alemanes, quienes supuestamente traen el progreso, con tal de llevar su obra delante, traspasan cualquier principio. Y los buenos de turno, los paisanos de los dos pueblos vecinos, se ven sometidos los mandatos de la constructora donde el recurso hídrico, o sea, el agua, se vuelve critico tanto para la vida en los pueblos como para la construcción de la obra. La situación planteada siempre se encuentra al borde del estallido, y la directora alemana trabaja el material con cautela, tirando y aflojando las tensiones tratando de lograr personajes humanos que superen los estereotipos de costumbre.