Críticas
Dormir al sol, de Alejandro Chomski
Respetamos tanto a Bioy...
xx
Es que esa veneración que Chomski (el mismo de la intensa, vertiginosa y moderna Hoy y mañana) se convierte en imposibilidad de "traicionarlo", de apropiarse del material para construir algo con ínfulas y potencia cinematográficas. El resultado, por lo tanto, es un film riguroso pero académico, sólido pero acartonado, al que se le extraña la fluidez, la ironía y la fascinación que despiertan la prosa de Bioy (problemas que también se evidenciaban en El sueño de los héroes, de Sergio Renán).
La historia original del relojero (Luis Machín) y su esposa (Esther Goris) en la Buenos Aires de los años '50 tiene ambiciosos y audaces elementos fantásticos (aborda desde la locura hasta el tráfico de almas) en medio de un universo más propio del costumbrismo. Chomski los desarrolla en imágenes, pero ni los climas, ni el suspenso ni los personajes (esquemáticos, sin carnadura) están a la altura.
Queda para rescatar el impecable trabajo visual, la solvencia técnica del conjunto, la sobria reconstrucción de época. Pero, se sabe, con eso no alcanza. El cine argentino aún sigue en deuda con Bioy.
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CRÍTICAS ANTERIORES
-Clásico de clásicos de la historieta argentina (y mundial), la obra de Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López llegó casi siete décadas después al universo audiovisual con más hallazgos y logros que carencias. La primera temporada de solo 6 episodios deja mucho material para el análisis y con ganas de más.
-Acompaña a este texto un episodio de nuestro podcast Acerca de Nada en el que Batlle y Pablo Manzotti analizan esta transposición, y un informe sobre la producción.
El director de películas como Un amigo para Frank (2012) y Ciudades de papel (2015) y de decenas de episodios de series y de videoclips musicales tiene el desafío de dar el puntapié inicial a una nueva franquicia capaz de emular (y en un futuro suplir) a los Avengers.
En el marco de la 12ª Semana de Cine Portugués, se presentan en la Sala Lugones (Av. Corrientes 1530) con 7 funciones cada una la nueva película de Carneiro (tuvo su estreno mundial en la Quincena de Cineastas del Festival de Cannes 2024) y la ópera prima de Mateus (producida por Pedro Costa y estrenada en el último Festival de Locarno).
El director de Ciencias Naturales (2014), El Pampero (2017) y Las Rojas (2022) estrenó en la Competencia Internacional del Festival de Mar del Plata 2024 un film sobre las diferencias familiares y de clase que ahora llega al Gaumont y otras 27 salas (la mayoría Espacios INCAA).
Tuve el privilegio de trabajar en esta película. De estar a las órdenes de Chomski y coincido en la idea de lo mucho que cuesta hacer cine en Argentina, en lo mucho que ayudan entidades y productores y en lo poco que aportan los criticos. Al final de cuentas despues cada quien tendrá la opinión que su gusto le de sobre la película. Tenemos que padecer que la critica influya el derrotero de una película en la feroz competencia de la cartelera. Creo que es un gran error porque todos pensamos en "la película que nosotros haríamos" en vez de dejarnos llevar por la película que el director nos quiere contar. Después podrá gustarnos más o menos, es lo ideal de la charla que se tiene después con los la gente que te acompaña a la proyección en la pizzería de rigor. Espero que sigas dirigiendo Alejandro sabiendo que un dia haces tu "Ciudadano Kane" y otros días haces otras películas... pero simpre mejor haciendo. Un abrazo desde el Mercedes que se disfrazó de parque Chas!
Es interesante que un realizador le conteste a un crítico de cine, porque eso da otro vuelo al foro. Sin querer aprobar o disentir por omisión, quisiera destacar algo que dice el director (obviamente ofuscado por la crítica) y que replantea si el crítico tiene una "misión" o una función, al menos para con el cine nacional, en cuanto producto cultural de la propia patria. Coincido con Chomski (aunque parezca generalizado) en la discreta soberbia con que muchos críticos tratan al cine nacional (además de los intereses, simpatías, odios y líneas editoriales) y sentencian y cuestionan rápidamente con adjetivos que pareciera que cuidan más al tratarse de insignificantes coledias o dramitas foráneos, donde se reconocen tics y obsesiones que trasladados a lo vernáculos se convierten en fallidos o mediocridades.<br /> Se que elijo tomar solo este aspecto de todo lo debatido, pero es tan obvio esa (otra vez discreta) saña con que la crítica (y el público) miran cine argentino que me pongo del lado del director en su "interesada" crítica a los críticos.
lo que dice KELLER me parece muy atinado en tèrminos generales. Pero me parece que hay dos energìas en acercarse a una obra cinemartogràfica de origen literario: los que la valoran desde su corazoncito pùesto en la literatura y por supuesto, en la fidelidad, y los que desde su necesidad puramente cinemtogràfica, solo reparan en si ha sido un eficaz estìmulo para construir una obra del cine valiosa. Creo que las dos opciones pueden tener su lugar al sol.
En primer lugar me parece complicado hablar de una "transposición" de la novela de Bioy porque, en rigor, transponer algo es llevarlo a un lugar diferente del que ocupaba, y un tránsito de ese tipo dificilmente deja lugar para "la fidelidad, la prolijidad y el respeto". Transponer algo es convertirlo en algo distinto, y es precisamente esa transformación la que anula cualquier posibilidad de análisis contrapuesto. Aunque se haya dicho una y mil veces hay que volver a decirlo: una película no le debe fidelidad a un libro; una película sólo se debe fidelidad a sí misma. Para un cineasta un libro no es un objeto a adorar ni a destruir; es un estímulo para una creatividad que va a desarrollarse en lenguajes y registros completamente distintos a los de una novela o cuento, y analizar un film a partir de su relación con la obra literaria que lo inspiró no sólo es es un completo disparate, sino una falacia argumentativa. El cine no tiene manera de representar una textualidad literaria, para bien o para mal. Si la película de Chomsky tiene aciertos o no, éstos podrán tal vez hallarse en el propio film, pero nunca en la menor o mayor fidelidad que le guarde al texto de Bioy.
La vi en "Nucleo" el 28/02 y no en las mejores condiciones (por problemas de la copia la proyeccion fue interrumpida 3 o 4 veces en la 2da. pasada) - Bioy Casares era hasta ahora un autor casi imposible de trasladar al cine, pero considero que A. Chomsky supo captar mucho mejor que Torre Nilsson ( me refiero a "La guerra del cerdo", no vi "El crimen de Oribe") y Renan el universo de un autor tan inasible como Bioy - El notable Luis Machin es un interprete ideal para ese rol, bien secundado por Goris, Galloso y Peña, y esta impagable la actriz que personifica a la suegra del protagonista -
CHOMSKI: La crítica de Diego es una interpretación respetable como la de cuaquier crítico.<br /> Ahora, yo soy un simple espectador. Conosco la novela. Ví tú película, y me pareció EXELENTE en todo sentido. NO dejes de soñar!.
Alejandro, perdón si me entrometo, pero no te alejes de seguir haciendo cine por las críticas. Más allá de que tu película haya estado bien lograda o no, estás diciendo que la labor de un crítico no tiene fundamentos y te basás en que otros críticos (ya sean de profesión o el público, como es el caso de los festivales) dijeron que era excelente. El punto es que me parece que te vas un poco por las ramas cuando hablás de que todo está destruido por culpa de las malas críticas (y te basás en las buenas). A mi parecer, parte de que tu película no tenga éxito (como pasa con el 80% del cine argentino) se debe a la poca publicidad que se hizo de la misma, independientemente de la calidad del producto audiovisual. En mi caso, la fui a ver el mismo jueves porque siempre intento ver cine argentino, pero ni había oído hablar de la película hasta el momento en que me encontré frente a la cartelera. Lo que quiero decir es que estás acusando a las críticas (dejando de lado al calidad de las mismas) de un fracaso comercial del que para mí no tiene la culpa. Si a la gente le gusta o no, ese es otro tema. Por más difícil que parezca y por más imbécil que sea mi comentario, no te guíes por lo que se diga y seguí haciendo lo que te gusta. Y el valor del riesgo y de las ilusiones suma pero no mucho, lo que más pesa es el producto final. Que tu película esté plagada de buenas intenciones no alcanza en este medio. Te deseo lo mejor, Alejandro, y espero ver otra película tuya en cartelera el año próximo o el otro.
Muy correcta la película, es cierto. Reconstrucción de época y vestuario perfectos, buena música, buenas actuaciones, climas logrados. Eso sí, creo que le falta un poco de locura, de vuelo. Tal vez podría haberse logrado incluyendo más humor (algunas intervenciones de Peña son ráfagas bienvenidas) o ahondando más en imágenes como las de la balsa y el agua o la perspectiva de los perros... Durante gran parte de la proyección me encontré pensando en qué hubiera hecho alguien como Richard Kelly con este material...<br /> Saludos!
Estimado Diego, estoy tristemente sorprendido que plantees que no me animé a traicionar la novela de Bioy, es evidente que hace mucho que no la lees pues si hay algo que abandoné -para bien o para mal- es la estructura de la novela, el final y el tono que surge al leerla. Me llama la atención que no te des cuenta del riesgo que fue adaptar este libro y que no te hayas entregado a ver la película como un proyecto alejado de una novela, que se proponía ser solo una película. Por favor volvé a leer la novela cuando puedas, así podemos debatir mejor lo que planteas de la traición a Bioy. Y en todo caso tu última frase que el cine sigue en deuda con Bioy es una sensación tuya, yo sólo intenté hacer un buen film, no cancelar deudas con nuestros grandes escritores, algo imposible por otra parte. Es probable que gracias a este tipo de críticas prejuiciosas de gente que se sienta a ver un film con preconceptos, el film salga de las salas el próximo jueves y los que hicimos la peli sintamos que no valió la pena hacerla, y que yo piense en dedicarme a otra cosa ya que la peli recorrió muchos festivales y tuvo críticas excelentes, pero acá gente como vos, Porta Fouz y Bernades la sepultaron. La realidad objetiva es que hoy por hoy para muchos de nosotros que no estamos en ninguna rosca, Baficis, o comité de créditos, críticas como las tuyas nos alejen de querer seguir haciendo cine y mi pobre productor que se endeudó para estrenar no piense en mucho tiempo en hacer otro film. Creo que sos un tipo honesto y de buenas intenciones, pero deberías usar tu tiempo en hablar bien de los films argentinos que te gustan, y no ponerte en un lugar de juez demoledor de las ilusiones de los otros con los films que no te atrapan, como los que hicimos esta película. Por lo visto vivimos en un mundo donde arriesgarse y pasarse soñando 15 años para hacer un film no tiene ningún valor, un mundo donde buscar un tono nuevo, para vos es acartonado y esquemático. Está claro que la ignorancia es también el miedo a lo diferente. Por favor cuando puedas volvé a leer la novela y ver el film una vez más, que para mucha gente - espectadores con menos poder que vos_ es todo lo contrario de lo que vos planteas.
Me parece que es muy virtuoso de su parte -el director- haberse animado a una adaptación de esta historia que por sus características inquietantes, misteriosas y necesaria de mucha sugestión,resulta muy dificil de lograr los climas adecuados. Tengo entendido que hizo 17 versiones de su guión -el trabajo que le ha dado es evidente- pero lamentablemente, en mi opinión, solo en pocos momentos dicha sugestión le llega al espectador. No se si fue buena opción goris y Peña en sus personajes, aunque tampoco desentonan demasiado. Especialmente en el final se piuerde un poco el rumbo de los buenos momentos logrados. De todos modos el intento demuestra mucha honestidad y esfuerzo por honrar a un autor soberbio,