MyFrenchFilmFestival: Para disfrutar lo mejor del nuevo cine francés, online y gratis

Por Diego Batlle
-Hasta el 17/2 se podrán ver 10 largometrajes y otros tantos cortos recientes presentados en festivales como Cannes, Venecia y Locarno.
-Guía del festival y reseñas de todos los títulos en competencia. 

Publicado el 16/1/2013

Por tercer año consecutivo, lo mejor del nuevo cine francés se podrá ver online y de forma gratuita en toda América Latina gracias a MyFrenchFilmFestival. Desde hoy y durante un mes se podrá acceder al sitio de este festival online organizado por Unifrane para ver una selección de 10 largometrajes y 10 cortos que estarán en competencia, así como un par de títulos fuera de concurso (como el clásico de 1963 Gángsters a la fuerza).

Entre las innovaciones de este año -además del agregado de 19 plataformas en 12 idiomas para apreciar las películas y superar así la marca de 1.300.000 visitas de 2012- figura la elección de un jurado presidido por el director francés Michel Hazanavicius (ganador del Oscar por El artista) e integrado también por la realizadora argentina Lucrecia Martel, el cineasta italiano Emanuele Crialese y su colega chino Wang Xiaoshuai. Además, otorgarán otros premios el jurado de la prensa internacional, el de las redes sociales y el público con su voto online.

La programación -integrada por películas que en su mayoría estuvieron en festivales de primera línea como Cannes, Venecia y Locarno- es la siguiente:

-La piragua (La Pirogue), de Moussa Touré. La acción arranca en un pueblo de pescadores en las afueras de Dakar. Hasta allí llegan contingentes de diferentes regiones y religiones para sumarse en un viaje (clandestino, claro) rumbo a las costas de España. Los protagonistas -un padre y su hijo ya adulto- formarán parte de la tripulación, pero las cosas no salen precisamente como pensaban. Touré describe la larga y tortuosa travesía con gran solvencia (incluso son muy buenos los efectos visuales durante una impresionante tormenta) para exponer en toda su dimensión los padecimientos de los inmigrantes ilegales.

-Todos en Larzac (Tous au Larzac), de Christian Rouaud. Este aclamado documental narra la historia de unos campesinos de la zona de Larzac que luchan contra una decisión gubernamental que data de 1971, según la cual deben ceder sus tierras para la ampliación de un campamento militar. En el enfrentamiento cotidiano con el ejército y la policía despliegan tácticas muy imaginativas: llegaron a llevar sus ovejas hasta el centro de París para que pastorearan debajo de la Torre Eiffel. Los protagonistas de aquellos hechos (que van desde lo curioso hasta lo violento) recuerdan hoy sus experiencias mientras el director ofrece materiales de archivo con las protestas realizadas en las distintas épocas.

-La desintegración (La désintégration), de Philippe Faucon. Un duro relato sobre la vida de unos jóvenes musulmanes en Francia en el que aparecen el racismo y la discriminación, el extremismo religioso, la manipulación psicológica, la descontención social, la falta de trabajo, las diferencias generacionales y el terrorismo. Con algo de Entre la fe y la pasión, de Bruno Dumont.

-Louise Wimmer, de Cyril Mennegun. Corinne Masiero interpreta a la mujer del título, una cincuentona rebelde que está harta de los malostratos de sus jefes (trabaja en una lavandería y limpiando casas) y la inacción del servicio social que debería procurarle un departamento. Ella se sube todas las noches a su destartalada camioneta Volvo y -con la inigualable voz de Nina Simone como compañía- intenta mejorar su precaria situación económica (deudas), laboral y -sobre todo- anímica (angustia).

-Un deporte de chicas (Sport de filles), de Patricia Mazuy. Marina Hands, Bruno Ganz y Josiane Balasko encabezan este film sobre una brillante amazona (Hands) que, tras enterarse de que su caballo favorito ha sido vendido, renuncia a su empleo y decide empezar de nuevo en un centro hípico liderado por un rígido entrenador alemán (Ganz). Mazuy maneja muy bien la tensión (amor-odio) entre estos personajes duros, secos, hoscos, en un ambiente muy particular.

-Donoma, de Djinn Carrenard. Este director de origen haitiano rodó esta película con apenas 150 euros y mal no le fue.  Con cámara en mano y mucho plano secuencia, describe las historias de varios jóvenes -en su mayoría no franceses- que deben lidiar con el racismo, la asistencia social, el sistema educativo, provocativas situaciones sexuales y hasta enfermedades extremas. A partir de la espontaneidad y credibilidad que alcanza con sus muy buenos intérpretes no profesionales, Carrenard ganó el premio Louis-Delluc a la mejor ópera prima. 

-A primera hora (De bon matin), de Jean-Marc Moutout. En la línea de películas sobre la angustia existencial y la profunda crisis laboral como Recursos humanos y El empleo del tiempo, este demoledor film tiene al gran Jean-Pierre Darrousin como un ejecutivo bancario que, en la primera escena, acribilla a su jefe y a varios de sus compañeros de oficina. Lo que veremos en el resto del relato son sus experiencias cotidianas y cuáles fueron las causas que lo llevaron a tan extrema determinación.

-Hábleme de usted (Parlez-moi de vous), de Pierre Pinaud. Karin Viard es la protagonista de este film sobre una estrella radial (tiene un programa nocturno de autoayuda líder en audiencia) que vive recluida en su amplio departamento parisino sin que nadie -salvo sus colaboradores- conozca su imagen pública.  Ella ha sido abandonada de beba por su madre, pero se entera de su paradero (y de que ha formado una nueva familia) y va -también de incógnito- en su búsqueda. Un intenso drama psicológico sobre la soledad y el amor.

-Radiostars, de Romain Levy. Unos irreverentes conductores y comediantes de la radio parten (obligados por el dueño de la FM) en un micro desde París con la idea de hacer una gira por pueblos del interior de Francia con la idea de reconquistar el liderazgo de rating que han perdido. Muy distintos entre sí, estos astros de la radio se burlan en principio de los patéticos vecinos que van encontrando, pero pronto descubrirán situaciones más que interesantes. Lo que hacen, en verdad, durante ese largo trayecto es reencontrarse con sus identidades y cambiar su visión del mundo.

-Una botella al mar (Une bouteille à la mer), de Thierry Binisti. Una adolescente de 17 años que vive en Jerusalén lanza al mar una botella con un mensaje. La recibe un veinteañero de Gaza y, entre ellos, a pesar de las diferencias, la represión y los prejuicios que imperan en ambos lados, se inicia una relación vía correo electrónico cada vez más fuerte con la intención de finalmente poder concretar un ansiado encuentro. Un intento por exponer la cruda y crítica situación sociopolítica de la región a través de una historia mínima e íntima.

Más información y plataforma para ver los films en www.myfrenchfilmfestival.com/es