Críticas
Cine argentino en salas
Crítica de “Adiós Madrid”, película de Diego Corsini con Luciano Cáceres
Tras su paso por el Festival de Mar del Plata 2024, llega a las salas comerciales el más reciente largometraje del director de Solos en la ciudad, Pasaje de vida, Artax: Un nuevo comienzo, Solo el amor y Punto de no retorno.
Adiós Madrid (Argentina-España/2024). Dirección: Diego Corsini. Guion: Mariana Cangas y Diego Corsini. Elenco: Luciano Cáceres, Javier Godino, Fariba Sheikhan, Mónica Solaun e Ingrid Rubio. Fotografía: Santiago Squadroni y Pedro Calamar. Edición: Christian Valente, Santiago Squadroni y Mateo Meroni. Sonido: Gastón Baremberg. Música: Alan Senderowitsch y Andy Colombo. Productores: Javier Aybar, Gustavo Otero, Mariana Cangas, Diego Corsini y Luciano Cáceres. Productora: Madco Studios y Cineworld. Distribuidora: 3C Films Group. Duración: 102 minutos. Apta para mayores de 16 años. Salas a confirmar.
(Esta crítica fue publicada originalmente en el marco de la cobertura del Festival de Mar del Plata 2024)
El primer día de la Competencia Latinoamericana tuvo una película que no se parece a nada de lo que solía programarse en este apartado. Si hasta el año pasado esta sección apostaba por dar cuenta de un estado de situación regional, con sus múltiples variantes estéticas y narrativas, lo de Adiós Madrid va más por el lado de movilizar los sentimientos de los espectadores antes que por intentar correr cualquier tipo de riesgo. No es una mala película, pero sí es una que, con su prolijidad impersonal y estructura bien marcada, quizás debería estar en otro espacio de la programación. Eso, desde ya, no es ni cerca responsabilidad de quienes la hicieron.
Lo que narra el realizador argentino Diego Corsini se ha contado unas cuantas veces. Ramiro (Luciano Cáceres) tiene 45 años, una familia armada y un padre que hace 35 años dijo que era gay y lo abandonó para irse a vivir su nueva identidad sexual a Madrid. Nunca volvieron a hablarse y Ramiro supo poco y nada de él, hasta que recibió un llamado de su actual pareja con el aviso de que tenía un cáncer terminal y ya estaba en coma. Dado que el único familiar sanguíneo es su hijo, deberá viajar hasta la capital española para cumplir con la última voluntad de un padre al que desconoce: firmar la autorización para que le desconecten el respirador.
Adiós Madrid tiene un director y un protagonista argentinos y un esquema de producción entre la Argentina y España, pero su factura está más cerca del cine ibérico de corte industrial que de lo que suele filmarse de este lado del Atlántico. Es que la larga noche que Ramiro compartirá con varios ex alumnos de su padre –que era un reputado dramaturgo y profesor de teatro– tiene la forma de relato de descubrimiento en el que abundan las revelaciones y donde todos los personajes pondrán en común los flejes más dolorosos de sus vidas.
Más allá de caer en varios lugares comunes de este tipo de historias sobre el perdón, las segundas oportunidades y los vínculos filiales, Corsini sabe el momento preciso donde parar para que lo emotivo no dé pie al golpe bajo. Adiós Madrid es, pues, una película de las que casi no se hacen en la Argentina: una para un público adulto no necesariamente refinado, pero dispuesto a conectar con su esfera más íntima utilizando como medio la pantalla grande.
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