DVD

Cuando el amor es para siempre (Restless)

Publicada el 30/11/-0001
Estrenada en el último Festival de Cannes, la más reciente película de uno de los realizadores estadounidenses más importantes del último cuarto de siglo no pasó por las salas argentinas y acaba de ser lanzada de manera directa tanto en DVD como en Blu-ray por la editora Sony Pictures.

Más cerca del Van Sant de En busca del destino (historia concebida al servicio de la dupla Ben Affleck-Matt Damon), de Todo por un sueño (pensada para el lucimiento de Nicole Kidman) y de Descubriendo a Forrester (con Sean Connery) que del director radical de Mala noche, Mi mundo privado, Elefante, Los últimos días, Gerry y Paranoid Park, Cuando el amor es para siempre (Restless) es un film que se ubica a mitad de camino entre el drama romántico juvenil más o menos convencional y una exploración bastante más arriesgada sobre el tema de la muerte.

En manos de otro director, este guión de Jason Lew podría haber sido el típico “telefilm de la semana” (hay enfermedades terminales, madres alcohólicas, caóticas celebraciones de Halloween), pero Van Sant es de esos creadores capaces de hacer magia con los materiales más insospechados. Así, convierte la relación entre Annabelle (Mia Wasikowska, la Alicia de Tim Burton aquí con pelo cortísimo), una chica que sufre de cáncer, y Enoch (Henry Hopper, el hijo de Dennis Hopper), un freak cuyo principal hobby es asistir a funerales ajenos, en un cine no exento de lirismo, que propone una desacralización de la muerte y que hasta incluye la aparición de un fantasma (un piloto japonés de la Segunda Guerra Mundial) que juega a la Batalla Naval.

Annabelle y Enoch se persiguen por un bosque oscuro, se encuentran en un cementerio, se acompañan en una transfusión de sangre y se meten en una morgue. Como se podrá intuir a partir de semejante descripción, no estamos ante las típicas historias de amor juvenil a las que nos tiene acostumbrados Hollywood. Es una película con un look comercial (incluso en el uso de la música), pero con una apuesta temática bastante arriesgada, casi extrema. No se ubica entre los mejores trabajos de la notable filmografía de Van Sant, pero no deja de ser un film atendible, misterioso y, por momentos, fascinante. DIEGO BATLLE

(Publicada previamente en el diario La Nación)

COMENTARIOS

  • SIN COMENTARIOS

DEJÁ TU COMENTARIO