“El mono en el remolino / Notas del rodaje de Zama, de Lucrecia Martel”, de Selva Almada

Por Nicolás Kusmín
Publicaron este breve pero fascinante diario de filmación sobre la esperada nuevo película de la directora de La ciénaga, La niña santa y La mujer sin cabeza.

“El barro se pudre. Tiene olor a bicho. En los tramos donde es completamente chirle,
veinte, treinta centímetros de pantano, donde las patas se hunden hasta las canillas,
de a ratos parece moverse, explotan pequeños globos de aire en la superficie aterciopelada.
Es un organismo vivo que respira”.

Selva Almada

Cuando se piensa en diarios de rodaje, aparecen en la memoria monumentales intentos por relatar alguna epopeya como la filmación caótica de Fitzcarraldo, que Werner Herzog plasmó en La Conquista de lo Inútil. Existen otros libros también especiales que mezclan la experiencia de la creación como Atrapa el Pez Dorado, de David Lynch (reseñado en esta misma sección).

Sin embargo, no deja de ser interesante cuando es alguien de afuera que pone el ojo y la pluma para observar una filmación. La escritora argentina Selva Almada es la que logra con El mono en el remolino un acercamiento entre tímido e intimista a la realización de Zama, la flamante película de Lucrecia Martel, que regresa luego de nueve años de ausencia.

El barro, lo aborigen, el otro idioma, las leyendas, la tierra, la injusticia, todo eso que es parte de un libro como el de Herzog, confluyen también en las cortas 96 páginas del pequeño libro de Almada. El título remite al inicio de la novela Zama, de Antonio di Benedetto en la que está basada el film –quien lo dedica justamente “a las víctimas de la espera”–, cuando un mono yace muerto y flota, va y viene con la corriente y no define si se queda o se va, como Don Diego de Zama, que a finales del Siglo XVIII, quiere irse pero no lo logra: su mujer y sus hijos lo esperan y el tiempo va pasando, mientras el gobernador, como representante de la corona española, va posponiendo el pedido de traslado.

El hallazgo de Selva Almada, la reconocida autora de Los ladrilleros y El viento que arrasa, luego de un pedido de la propia Martel, fue emprender un texto extremadamente corto que, deteniéndose en detalles aparentemente triviales sucedidos en el casting, a los que se agregan el clima y el terreno, logra un relato que emula ciertos climas de la novela –y de la película– fantasmagóricos, de suspenso, de aventura para pasar a ser algo mas. Ni la novela, ni la película, ni un diario; una bitácora de retazos ocurridos principalmente en las provincias de Formosa y Corrientes.

El libro posee algunas fotos en blanco y negro que abren o cierran los capítulos que nunca superan las dos o tres páginas. Y su formato remite a los libros de bolsillo, aunque no lo es. 

“En el casting, Lucrecia Martel les pedía a los postulantes que le contaran un sueño.

Un hombre contó que volaba en un caballo blanco, sin alas, y llegaba a un mundo lejano,
otro planeta, un jardín de árboles alineados, manzanos, perales, naranjos,
un jardín de frutas deliciosas. El caballo corcovea y él cae.

Ahí terminaba el sueño. En ese momento el hombre se tapó la cara y se puso a llorar,
porque se acordó de su padre muerto, que una vez le dijo que él tenia un don”.

Selva Almada

Ficha:
Título: El mono en el remolino - Notas del rodaje de Zama de Lucrecia Martel
Autora: Selva Almada
Editorial: Penguin Random House.
Idioma: Español.
Páginas: 96.
Precio al 25/9/2017: $ 179 (en Argentina)


Lecturas relacionadas:

-Zama, de Antonio di Benedetto (1956). Editorial Adriana Hidalgo.

-Estudio critico sobre La ciénaga, de David Oubiña (2007). Editorial Picnic.