Críticas
París, de Cédric Klapisch
El regreso del Campanella francés
El exitoso director de Un aire de familia y Piso compartido propone una comedia dramática de estructura coral sobre varios personajes de París que se sostiene en buena parte de sus 130 minutos gracias a la solvencia de su elenco de grandes figuras.
París (Paris, Francia/2008). Guión y dirección: Cédric Klapisch. Con Juliette Binoche, Romain Duris, Fabrice Luchini, Albert Dupontel, François Cluzet y Karin Viard. Fotografía: Christophe Beaucarne. Música: Robert Burke, Loïc Dury y Christophe Minck. Edición: Francine Sandberg. Diseño de producción: Marie Cheminal. Distribuidora: Impacto. Duración: 130 minutos. Salas: 14. Apta para mayores de 13 años. El director de Un aire de familia y Piso compartido es un caso extraño dentro del panorama de un cine francés dividido entre su vertiente autoral y su veta industrial. En el medio de esos dos extremos, no son tantos los realizadores que pueden gozar del respeto del sector más intelectual y de un éxito masivo. En ese grupo intermedio en el que se podría incluir a, por ejemplo, a un Patrice Leconte o a una Agnès Jaoui se destaca la figura de Cédric Klapisch, que si se me permite el juego comparativo sería algo así como el Juan José Campanella de la industria gala.
En París, Klapisch contó con un seleccionado de grandes intérpretes encabezado por su actor-fetiche Romain Duris y por la siempre sublime Juliette Binoche para narrar durante (excesivos) 130 minutos una comedia dramática de estructura coral sobre varios personajes que viven en la Ciudad Luz (la verdadera protagonistas del film): desde un bailarín que necesita un trasplante de corazón para intentar salvar su vida (Duris) hasta un veterano y prestigioso profesor universitario de historia (Fabrice Luchini) que acepta participar de un ciclo televisivo y se enamora de una bella y joven estudiante, pasando por una madre de tres hijos (Binoche) que a los 40 años y tras varios fracasos de pareja se resiste a iniciar una nueva relación. En papeles de menor vuelo aparecen, por ejemplo, François Cluzet como un arquitecto que está a punto de ser padre o Karin Viard como una panadera bastante reaccionaria.
Este film -que en Francia fue visto por casi dos millones de espectadores- salta de pasajes de enorme intensidad, sensibilidad y frescura a otros en los que cae en la obviedad y en la torpeza (como la visita de tres damas a un mercado de frutas y carnes). Klapsich no le teme a nada (ni al romance más bien naïf ni a los extremos melodramáticos) y -debe admitirse- termina sorteando los peores riesgos y trampas gracias a sus buenas dotes como narrador y como director de actores.
La música, los interiores y exteriores de París y -por supuesto- el brillo de sus intérpretes conforman un combo que le permite a Klapisch contener en buena parte del relato sus propios desniveles y desbordes. Un film que, en definitiva, los seguidores del cine francés sabrán disfrutar a partir de sus buenas dosis de humor y emoción.
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Descubrí al autor de la música, era ... Eric Satie.<br /> Gnossienne 1. Despues de èso, escucho toda la música de Satie.
Vi la película tres veces. Vi una postal en varias dimensiones. Aquellos lugares de Paris, únicos e inolvidables, pero ademas el curso de una docena de historias de seres humanos con todos los ingredientes que tenemos todos en cualquier ciudad. Pero de todo el film fuè la música la que me atrapó. Esa música (Ojalà supiera de quién es) creó una tensión en determinados momentos de la película, me refiero a esa líneas en piano. Ya dije que la vi tres veces y la volvería a ver sólo por escuchar esa música. Carmen Lage.
La verdad es que dudé en ir a verla y no me arrepiento de haberlo hecho. Quizá es un poco larga, quizá tenga algunas cosas no creíbles (hay tanto fílm así) pero el balance final es positivo. Ah! están Juliette Binoche y Romain Duris.
Vi esta peli en Nucleo hace unas semanas, y me parecio muy seductor su lenguaje visual. Klapisch es un especialista en films corales. Paris esta filmada como nunca. La Binoche y R. Duris esplendidos como siempre. Delicioso el personaje de F. Luchini, y muy bien A. Dupontel. Un plus la banda sonora, notable.
Me costó sobrellevar su largo metraje, hay personajes y situaciones que pudieron obviarse sin resentir la trama y el resultado. No obstante, me gustó a medias, Juliette Binoche espléndida, como de costumbre, y la escena del baile desatado del historiador solo puede evitar caer en el ridículo cuando la interpreta un grandísimo actor como Fabrice Luchini. París, inefable, como siempre, y el toque bien francés de personajes y diálogos no podía estar ausente.
Me acordé de algo que quería resaltar, y es la escena en la que el historiador baila en su departamento en un rapto de liberación del personaje e incluso para el espectador. Una de las pocas escenas que abandonan la solemnidad predominante. Mejor incluso que esa escena de baile de Hendler en la sobrevaloradísima Los paranoicos.
concuerrrrdo con Igancio, a pesar de que me gustan los finales abiertos, este definitivamente no fue un buen caso, me parecio qe hubo un gran conjunto de personas, relaciones, y problematicas que no fueron mostrados con la intensidad necesaria para hacer de ésta una pelicula interesante visualmente para el espectador, por momentos carecía de emoción y excitación en escenas en las que realmente estos elementos eran necesarios para hacer a la pelicula. Volviendo al final, uno acaba de verla y siente que le faltó algo, que le quitaron algo, y quizás sean esos momentos emotivos, una trama con escenas fuertes, para luego justificar y balancear con el final abierto.<br /> sino uno siente que ha estado 2hs y pico viendo imagenes poco atrapantres.
A mí la verdad mucho no me gustó. Es extremadamente larga y se hace muy pesada. Pocas veces me pasó querer que una película termine, y esta fue uno de esos casos. Además me dio la sensación de que la parte narrativa va un poco a la deriva, al tun tun. Hasta el momento, es la única película que vi de Klapisch y no me dieron ganas de conocer el resto de su filmografía. Rescato, como en cada film que adorna con su presencia, a Juliette Binoche. Una de las mujeres más hermosas del universo del Cine.