Críticas
Ricordati di me, de Gabriele Muccino
La contracara de la Italia opulenta
Tras el éxito mundial de El último beso y antes de su desembarco en Hollywood con En busca de la felicidad, Muccino rodó esta impiadosa mirada a la situación afectiva de una familia y de Italia en general. El virtuosismo del director no alcanza a paliar los desniveles y subrayados de una trama que se va desinflando con el correr de sus dos horas.
Un par de temporadas más tarde, y antes de su fallido desembarco en Hollywod con En busca de la felicidad, Muccino filmó Ricordati di me, que recién ahora llega a los cines argentinos, con más de cuatro años de retraso.
Aquí, el director cambia el target -el eje son las desventuras afectivas y laborales de un matrimonio de cuarentaypico (ella) y cincuentaypico (él) en crisis absoluta y de sus dos hijos adolescentes), pero mantiene su objetivo: una visión ácida, despiadada, descarnada, cuestionadora de la Italia opulenta, fría, amoral, conservadora, hija de las miserias, excesos, hipocresías, abusos y cinismos de la era berlusconiana.
Muccino es un virtuoso de la puesta en escena (con sofisticados planos-secuencia) y un sólido director de actores (no sólo se destaca la pareja Fabrizio Bentivoglio-Laura Morante sino incluso hasta Monica Bellucci, como la amante de él), pero Ricordati di me es una película mucho más maniquea, superficial y subrayada que El último beso (que ya no era, precisamente, un dechado de sutilezas).
El guionista/director habla de los ideales y la pasión perdidas por la generación que quizo cambiar el mundo en los años 60 y 70 (el padre, por ejemplo, es incapaz de terminar una novela; la madre tiene pánico de retomar su carrera como actriz de teatro), y de los modelos de éxito a cualquier costo que se les vende a los adolescentes (la hija, una aspirante a estrella televisiva, no tiene pruritos en acostarse con quien sea con tal de alcanzar su minuto de fama).
La película, con el correr de sus demasiado extrensos 125 minutos, se va desinflando, va perdiendo precisión y potencia dramática, y termina cediendo a situaciones bastante torpes, obvias y elementales.
Una película irregular, apenas discreta, decididamente menor, de un director con gran proyección internacional, pero cuyo cine resulta bastante inferior respecto de, por ejemplo, dos estrenos recientes del mismo origen como Líbero y El caimán. No todo lo que reluce, se sabe, es oro cinematográfico.
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Creo que Ricordati di me es una gran película. Todos los actores estàn muy bien. Tiene un ritmo infernal (característica de todas las peliculas de Muccino) con un retrato sin piedad de una "familia disfuncional" italiana de esta época. Aunque dicha familia típica de clase media con dos hijos adolescentes y dos padres de cuarenta y pico podría perfectamente vivir en la Argentina. <br /> La mirada de Muccino sobre esa familia es ácida y descarnada, pero no me parece maniquea ni subrayada. Muchos pueden verse reflejados en ese matrimonio sin amor, desganado, preso de las rutinas y sin coraje para cambiar el timón y tirarse a la pileta. La mayoría agacha la cabeza y sigue en el barco como la pareja Bentivoglio-Morante. Muccino dispara contra la hipocresía y la autocomplaciencia. Película no apta para corazones tibios.