La silenciosa rebelión de las mujeres

Después de las promisorias La manzana y Pizarrones, la joven directora iraní viaja a Afganistán para describir los esfuerzos de las mujeres por salir del sometimiento y la ignorancia luego del oscurantismo del período Talibán.

A las 5 de la tarde (Panj é asr, Irán-Francia/2003). Dirección: Samira Makhmalbaf. Con Agheleh Rezaie, Abdolgani Yousefrazi, Razi Mohebi y Marzieh Amiri. Guión: Samira Makhmalbaf, basado en un relato de Mohsen Makhmalbaf. Fotografía: Ebrahim Ghafori y Samira Makhmalbaf. Música: Mohammad Reza Darvishi. Edición: Mohsen Makhmalbaf. Distribuidora: 791cine. Proyección en DVD (pantalla de cine). Duración: 105 minutos. Para mayores de 13 años. Cines Arteplex Belgrano, Arteplex Centro y Cineduplex Caballito. No suele interesarme el cine bienpensante, de denuncia, sobre las miserias del Tercer Mundo, los estragos de la guerra y los abusos de las grandes potencias económico-militares, con protagonistas sucios, feos y buenos por quienes "debemos" sentir pena por sus penurias y admiración por su integridad aún en medio de la peor coyuntura. Y me interesa todavía menos los textos políticamente correctos de críticos que hablan de películas "necesarias", "imprescindibles", "urgentes", "que dicen grandes verdades", etc, etc.

Hecha la aclaración, debo confesar que, pese a que no es A las 5 de la tarde my cup of tea, admito que hay en la joven Makhmalbaf (25 años cuando rodó este, su tercer film, después de las promisorias La manzana y Pizarrones) una gran honestidad intelectual que le permite sortear cualquier cuestionamiento de oportunismo (léase la decisión de filmar en Afganistán poco después de la "derrota" Talibán), una gran coherencia artística y un gran rigor para no ceder a las tentaciones tranquilizadoras. Porque esta mirada al mundo de las mujeres que intentan salir, como pueden, como les sale, del sometimiento, de la ignorancia, de las redes del fanatismo religioso, es decididamente impiadosa, por no decir desoladora.

Con un lenguaje cinematográfico austero y al mismo tiempo contundente, con la credibilidad que le aportan actores no profesionales elegidos en las propias calles de Afganistán, con un espíritu documentalista que los iraníes parecen haber heredado de los neo-realistas italianos, A las 5 de la tarde es una muy digna película que ostenta múltiples valores y hallazgos. La recomiendo, aunque no diré -claro- que es "necesaria" ni "imprescindible".