Pornografía y pedidos de censura: de Shortbus a El juego del miedo IV

Estuve leyendo en los útlimos días en OtrosCines.com y en el sitio de El Amante textos sobre la polémica en torno de Shortbus a propósito de la vergonzosa crítica de Claudio Minghetti en el diario La Nación.

Allí, Minghetti exigía que quitaran la película de los cines comerciales y la enviaran a las salas para films condicionados por sus escenas explícitas. Vi Shortbus y no sólo no me escandalizó (¿el sexo es para escandalizarse? ¡En que prehistoria vive ese crítico!) sino que me pareció muy interesante.

Estoy en un todo de acuerdo con lo planteado en ambos sitios, festejo que el film de Cameron Mitchell (el mismo de la genial Hedwigh and the Angry Inch) se mantenga después de varias semanas en cartel con gran éxito y repudio los pedidos de censura que remiten a otras épocas nefastas del país y no a un período que, al menos lo intentamos, sea democrático. Pornográfica es la violencia sádica y explícita de El juego del miedo I, II, III, IV y sucedáneos. Shortbus es una celebración de la libertad (no sólo sexual) y una obra de arte.