Columnistas

Preferiría no hacerlo (sobre el nuevo libro de Angel Faretta)

Fiel a su estilo impiadoso, El Inclemente la emprende contra el mítico crítico Angel Faretta, a propósito de la publicación del libro Espíritu de simetría.
Publicada el 24/06/2008
Maxi Tomas, editor del suplemento cultural de Perfil, me preguntó hace unos días si me interesaba recibir y reseñar Espíritu de simétria, el último libro de Angel Faretta. Un poco apresuradamente le dije que sí: estaba pensando comprarlo, pero no lo había visto en las librerías. Pero ahora que lo tengo, no estoy muy seguro de querer escribir esa reseña. El libro reúne los artículos de Faretta aparecidos en la revista Fierro entre 1984 y 1991 y, en un suculento prólogo, el autor termina quejándose de que se lo trate como “mito” o “leyenda” y termina atribuyendo esos calificativos a que, en el fondo, no se lo soporta. Es una frase muy astuta: soy uno de los que creen en el mito de Faretta pero, efectivamente, me resulta muy difícil de soportar.

Nunca lo conocí personalmente, y una sola vez lo vi. Fue a la salida de una función en la sala Lugones, en la que alguien susurró “mirá, mirá, ahí está Faretta” con la típica mezcla de temor y admiración que el personaje despierta entre los críticos de la generación anterior a la mía. Faretta, si no me equivoco, escribió solamente en Convicción hasta 1982, en Fierro y muy brevemente en la primera época de Perfil (1998). Nunca leí el diario de Massera (auque hay quien sostiene que las páginas culturales eran razonablemente independientes) y mi indiferencia por la historieta me mantuvo siempre lejos de Fierro. El último artículo del libro es de mayo de 1991 y El Amante apareció en diciembre de ese año, de modo que no coexistí como crítico con Faretta, al que siempre supuse más viejo que yo cuando, en realidad, es dos años más joven.

A pesar de ser mayor y de esa falta de intersección laboral soy, en algún sentido, otro de los discípulos de Faretta. Aunque no recuerdo qué puede haber sido (¿un artículo en la peluquería o el dentista, una crítica de las que se pegaban en la puerta de los cines?), algo leí de él que me hizo pensar (mucho antes de que ese deseo se concretara) en ser crítico de cine. Es posible que dos cosas me llamaran la atención en ese texto o de esos textos cuyo contenido he olvidado. Una, el rescate del cine americano, que a mí me entusiasmaba en una época en la que los críticos locales lo consideraban poco menos que basura estética y yo desconocía los Cahiers du cinéma (junto con el resto de la crítica mundial). La segunda es un tono, una manera de escribir sobre cine que eludía la autoritaria impersonalidad de las reseñas, desafiaba el gusto de medio pelo y esbozaba teorías sobre la historia del cine o su estética que tenían ese efecto liberador que luego encontré en otros críticos de raza, como François Truffaut, Rodrigo Tarruella, Andrew Sarris, Serge Daney o Jonathan Rosenbaum. En la entonación de esas voces se descubre una vocación y se advierte que la crítica no es un complemento de la cinefilia sino su superación y, en algún caso, su negación. Hablo de quienes hacen de la crítica un modo de enfrentarse con el mundo y de reclamarle que, al menos, no sea tan adocenada, tan hipócrita y tan complaciente con sus lugares comunes y sus dudosas jerarquías culturales.

Pero Faretta, y esa es una de las cosas que me molestan de él y que hacen del prólogo citado una pieza casi indigerible, complementa la rebeldía del crítico con la afirmación de un saber positivo, ordenado y abarcador, que incluye la historia, el arte y la filosofía entre otras disciplinas, un saber del que simplemente se deducen sus apreciaciones cinematográficas y literarias y que se condensa en frases tan crípticas como la siguiente: “El cine, en su hacer, logró religar la función operativa simbólica a su repetición intencional anagógica, es decir, ritual, por supuesto.”

En ese prólogo, Faretta esboza una teoría lindante con el disparate según la cual el valor del cine como arte y explicación del mundo provendría de la reaparición de un sustrato espiritual perdido tras el fin del Imperio austrohúngaro, que se encarnó en los dueños de los estudios de Hollywood, verdaderos mecenas a la manera de los Medici y los Borgia que tenían con los directores que contrataban la misma relación que sus predecesores con Miguel Angel o Leonardo. En ese prólogo, Faretta se proclama católico e italiano (aunque nació en Buenos Aires) y sus elecciones estéticas, que incluyen la ignorancia del cine asiático y el desdén por el europeo, parecen relacionarse con su manera de entender la religión. Así, el mayor insulto -como para nuestros viejos nacionalistas- parece ser la palabra “liberal” y hasta se describe la cultura del período alfonsinista como una supuesta imitación del “destape” español de los años previos. Al respecto, Faretta casi alucina una situación histórica: “Así, muchos de nosotros -¿muchos?- vimos con asombro que aparte del idiotismo del destape, se sumaban por primera vez también formas subculturales, desde jergas y hasta jerigonzas, pasando por modismos, hábitos culturales y hasta gastronómicos, que eran importados desde España y no exportados hacia allí.”

En ese mismo período otros vimos, como signo de los tiempos, que se terminaba la censura militar y, en particular, que el cine recuperaba sus tiempos afanados y sus películas prohibidas. Faretta, en cambio, la emprende contra la “permisividad” de ese momento y se expresa, en ese y otros pasajes, como un auténtico pensador reaccionario.

Un reaccionario no es necesariamente un escritor descartable. Al contrario, se obtiene gran placer y gran estímulo intelectual de la lectura de Chateaubriand, de Bloy, de Pound, de Heidegger, de Céline, de De Maistre. Pero leer a un reaccionario contemporáneo, incluso a un reaccionario ambiguo e intermitente como Faretta, se hace más difícil. Porque Faretta compensa cada muestra de agudeza crítica con una boutade contra el laicismo, cada atinada observación sobre una filmografía con grageas pedantes de una supuesta erudición sobre las altas esferas del espíritu, cada razonada evaluación de un cineasta con una teoría conspirativa en la que intervienen oscuras fuerzas sinárquicas. Las peores consecuencias de esos contrastes son que una prosa a veces ágil y zumbona se empantana en la monserga y que el autor se dedica a desafiar al lector desde un saber que escamotea y del que nunca da cuenta realmente. Por eso, aunque estoy seguro de que hay muchas páginas interesantes en Espíritu de simetría, no tengo ganas de tomarme a su autor lo suficientemente en serio como para debatir sus ideas. Por otra parte, estoy seguro de que a Faretta, que no suele nombrar casi nunca a un crítico, no le interesan en lo más mínimo las mías. En cierto modo, estamos a mano.

COMENTARIOS

  • 27/05/2023 19:48

    Mmm que decir de estos dos pedantes insoportables que horadan la mayor influencia que, como diría Beacoup, nadie es barco en mar ajeno, digamos, Borgianemente no sabríamos si esculpir para arriba o hacer esculpos de fascinación adocenada, cuasi farsesca,

  • 30/01/2017 18:48

    Quintín no le llega ni a los talones a Faretta; teórico con el que muchas veces no estoy de acuerdo por sus posturas políticas relacionadas al catolicismo. Por eso no pierde e tiempo leyendo. no lo va a entender. Bien por Quintín, denle un puntito =D

  • 9/11/2015 0:40

    Bueno. De hecho los reaccionarios somos anticapitalistas. Reaccionamos contra el sistema impero-dominante.

  • 9/09/2014 16:58

    <p>Perd&oacute;n, pero ac&aacute; yo no leo ninguna rese&ntilde;a. Esp&iacute;ritu de simetr&iacute;a es una recopilaci&oacute;n de ensayos, y Quint&iacute;n habla solamente del pr&oacute;logo. Mas de veinte p&aacute;ginas no pudo leer, se ve.</p> <p>Coincido absolutamente con las &uacute;ltimas l&iacute;neas del comentarista que me antecede.</p>

  • JMB
    21/05/2014 14:48

    <p>Si uno no puede entenderlo a Faretta en primera lectura por parecer cr&iacute;ptico (lo que en &eacute;l es claramente una actitud de combate) vale la pena el esfuerzo por lograrlo: uno sale enriquecido de la experiencia y no s&oacute;lo la visi&oacute;n que uno pueda tener del cine cambia; es mucho m&aacute;s hondo y extenso que eso. Quint&iacute;n lo desprecia a Faretta sencillamente porque le toc&oacute; el infortunio de ser su contempor&aacute;neo: la comparaci&oacute;n (que a Quint&iacute;n lo deja a la altura del piso) debe resultar para &eacute;l como una amarga invitaci&oacute;n a dedicarse a otra cosa.</p>

  • 3/11/2012 11:55

    <p>La prosa y las ideas de Quint&iacute;n no son las de un cr&iacute;tico, son las de un bloguero. Por eso su rechazo de Faretta es tan banal. No hay cr&iacute;tica, apenas un ramillete de lugares comunes.</p>

  • 28/06/2012 16:23

    Muy a cuento hablar de los mediocres citando a Sábato, un escritor mediocre, de ideas mediocres, que intentó ser un pintor (mediocre).

  • 24/01/2012 19:31

    "Los críticos son una plaga que nunca pude entender. Si yo fuera un gran cirujano y un señor que jamás a manejado un bisturí, ni es médico, ni a entablillado la pata de un gato, viniera a explicarme los errores de mi operación, ¿que se pensaría? Lo mismo pasa con la pintura. Lo singular, es que la gente no advierte que es lo mismo, y aunque se ría de las pretensiones del crítico de cirugía, escucha con un increíble respeto a esos charlatanes. Se podría escuchar con cierto respeto los juicios de un crítico que alguna vez haya pintado, aunque más no fuera que telas mediocres. Pero aun en ese caso sería absurdo, pues ¿cómo puede encontrarse razonable que un pintor mediocre dé consejos a uno bueno?"<br /> Ernesto Sábato - El túnel

  • 5/04/2009 4:33

    Quintin y los demás son columnistas chimenteros al lado de Angel Faretta. <br /> Igual me parece gracioso que Quintin se auto proclame a mano con el gran maestro. Resulta patético.

  • 25/02/2009 14:41

    Es increìble como algunos, al toparse con un texto escrito de manera un poco diferente en cuanto a estilo y contenido, sòlo pueden gritar que no se entiende.<br /> Leer medios masivos de forma cotidiana, evidentemente, hace mal.<br /> Si le pareciò inentendible el texto de Faretta de adn... bueno, imaginemos si se cruza con un texto de, no sè, Hegel...

  • 18/02/2009 8:52

    Yo recuerdo la voladura de mate que fue leer las críticas de Tiempo Argentino de RT y AF entre otros como el mismo Pagés, RG Olivieri y otros, si no me anda tan mal la cabeza. Es más, hasta hace poco que tiré una montaña de recortes llenos de polvo coleccionaba casi devotamente algunas críticas. Puntualmente recuerdo las de Calles de Fuego (a doble página!!!!) y La Ley de la Calle (Rumble Fish), pero no podría hoy recordar de quienes éran cada una. Un tipo impresionante en la crítica cinematográfica cordobesa: Daniel Salzano, maestro total. Sí, también coleccioné sus piezas a página completa, y sí, también las tiré. Junto con toda una época. Y no todo está digitalizado. De estas maravillas, casi nada.

  • 14/02/2009 19:05

    Admito que sé muy poco de cine en general y nada del actual. No obstante, he visto -y disfrutado- en mi juventud casi todas las películas consideradas notables por la crítica y también por el público (coincidencia muy rara en estos días).Suelo leer cada tanto las opiniones del periodismo especializado, por eso sé quién es Quintín, sé quiénes fueron tipos como Sanmaritano, Rodríguez Jurado y Alsina Thevenet. Todos grandes capos. Sin embargo, la palabra Faretta la leí hoy por primera vez en adncultura. Intrigado por esa escritura pésima y esos razonamientos enredados (ojo, no sabré de cine pero sé lo que es un texto bien escrito y lo que sólo es una acumulación de frases y afirmaciones que no logran la claridad indispensable para tener sentido), busco en Internet y me encuentro con que este señor Faretta es una suerte de gurú para toda una legión de cinéfilos!! Muchachos ¿cómo hacen para entenderlo? Dicho sea de paso, ¿conocen el cuento, o fábula, o lo que sea, titulado Los vestidos nuevos del Emperador (o Rey, no me acuerdo bien)?

  • 8/01/2009 23:27

    no, no se entiende. lo unico que se entiende de casi todos los comentarios y de la nota, claro, es que ninguno puede dejar de autorreferenciarse. para casi todos aca el mundo empieza y termina en sus ombligos.

  • 21/11/2008 18:31

    Hola, me presento me llamo Matias y soy católico; aclaro esto porque todo lo que escriba tendra que ver con esa condición.<br /> Conocia a Faretta por las Fierro que compraba en el Rivadavia y me encantaban sus textos y yo solia en ese momento coincidir con sus gustos ( Coppola, Scorcese, etc ) pero cuando salio el libro, el cual compre y relei y pense que yo era un tremendo idiota por no entenderlo, decidi tomar cursos con el en ustedes deben saber famosa libreria de Buenos Aires.<br /> <br /> No termine bien con el tipo porque no permite disgresiones ni conceptos nuevos, es decir, cree combatir las herejias contemporaneas con ideas ya vetustas, y a estas herejias hay que combatirlas con ideas frescas y novedosas.<br /> <br /> Espero se haya entendido y saludos.

  • 16/11/2008 21:32

    He tenido la suerte de estudiar con Angel Faretta. Es la persona que transmite el cine como una "ventana abierta al mundo" del saber, donde la crìtica y la estètica se entienden còmo tales, y no se reducen a opiniones sobre gustos banales.Por lo demàs, finalmente, nadie puede ignorarlo, menos aùn sus "enemigos" (curiosamente los que escribìan sus "crìticas" espiando de reojo las notas de Fierro),lo cuàl habla de su vigencia.

  • 19/07/2008 0:01

    Las críticas van a ser buenas cuando los señores criticos se dediquen a hablar de las peliculas y no de ellos. <br /> Cuando desistan de hacer de la critica un arte.<br /> Cuando dejen de meter palabras en francés o en latín.<br /> Cuando dejen de mandarse la parte haciendo comentarios sobre peliculas que ellos ya vieron y los demas mortales tienen que esperar meses a que se estrenen.<br /> Cuando dejen de creer que la revista el amante es la version local de Cahiers du cinema<br />

  • 15/07/2008 12:48

    Estimado Pagés, críticas como la que realizó sobre "Exótica" de Egoyan se pueden codear de igual a igual con el mejor Robin Wood o Cabrera Infante. Faros como ese me siguen orientando en este peliagudo camino de la crítica de cine. Y considero a "La vereda de enfrente" el último bastión de la "vieja crítica", su culminación y su síntesis. Después vinieron los "nuevos críticos", "la renovación" (lo que yo denomino "programática") y así estamos. Nos queda el recuerdo y esperar que tomen fuerzas y ataquen los que se encuentran en cuarteles de invierno.

  • 10/07/2008 18:00

    A Claudio Huck, que no conozco, gracias. A Pablo: no eran las de Tarruella las que iban "de la mano" del Nacho Faretta; era al revés: sé lo que digo. Todo lo que Tarruella "tiraba" sobre la mesa de los bares paraba -milagro- en los escritos del Nacho, pero sin humor. El Imperio Austro-húngaro: hay que preguntale a Berlanga. Estaba Azcona también pero se murió. Perra vida.

  • 10/07/2008 2:50

    algunos en vez de critica lo que estan buscando es alguien que les cuente un cuentito o no se que. el critico tiene que jugarsela, y jugarsela en la suya y a su manera. sea quintin, faretta, tarruela, etc. creo que al menos son personas que ponen sus "certezas" en la mesa y no tienen miedo de decir lo que piensan.

  • 9/07/2008 15:56

    Quintín, yo huí (y con gran dolor, por cierto, aunque no lo creas) de LLP por ese autoritarismo que no reconocés pero que impregna cada vez más tu 'prosa' (sobre todo tus respuestas a quien no se alinea a tu pensamiento). No obstante, tus críticas me siguen pareciendo de excepción. Tarruella brillaba (cuando hablaba de cine...de música, no tanto para mi forma de ver). Faretta me parece interesante, pero no coincidía mayormente con su visión. Releyendo, veo que armé muy mal las frases, disculpas...

  • 6/07/2008 19:42

    Con orgullo digo ser amigo y discípulo de Angel Faretta. Se cuenta de un ser ignoto que le llevaba el bandoneón a Troilo. Un nadie salvo esa ínfima función. Bueno, Quintín podría llevarle la notebook al maestro Faretta. No mucho más que eso.

  • 6/07/2008 15:44

    Las de Fierro de Tarruella iban muy de la mano de las de Faretta -La de Calles de Fuego es muy clara en eso-, pero despues se fue para otro lado.

  • 6/07/2008 9:55

    ¿De Tarruella hay algún libro publicado? ¿Sus textos de la primera etapa del El Amante están subidos a Internet? Lamentablemente, no lo he leido pero siempre he leido que todos los críticos lo adoran. Si alguien tiene el dato, estaré agradecida.

  • 4/07/2008 14:11

    A Martina cinéfila: leo lo que me respondiste y me estás dando la razón. Cantidad no es calidad, y no todo lo que se proyecta en una sala es cine, y no todo el que reseña films es crítico. Y estamos hablando de la generalidad (de casi todo), no de las excepciones. Y agrego otra desazón: la muerte del espectador de cine. Como ejemplo, andá al Hoyts cualquier sábado por la noche, a ver si disfrutás la película entre el ruido a pochoclo, las conversaciones, los celulares, etc. Quizá venga otra cosa, pero cine-cine, poco poco casi nada.<br /> Un beso.

  • 4/07/2008 14:01

    A Claudio Huck: tantas veces escuché hablar del fin de la historia, la muerte del cine, la muerte de la crítica... la muerte de casi todo. Y no creo que sea así. La existencia de este sitio es una muestra de que no ha muerto. Que Quintín, Faretta o la gente de El Amante sigan escribiendo es otro ejemplo. Que haya 10 festivales cada semana en el mundo, que se puedan compartir millones de películas x Internet, que cada día decenas de aspirantes a críticos abran su blog personal son indicios de que ni el cine ni la crítica están muertos. Podrá morir el cine en 35mm proyectado en la sala, podrá morir la crítica de cine en La Nación o en Clarín, pero no la idea de apasionarse, discutir y pensar el cine. Saludos

  • 4/07/2008 13:14

    Un recuerdo ejemplar grabado a fuego en mi memoria: Quintín optó, en su crónica de estreno, por Alien III del impresentable Fincher, despreciando por envejecido el Alien de Scott, y, entre otras cosas "inclementes", defendió la insoportable "El mundo según Wayne". Estas opciones estéticas fueron los pilares fundacionales de los autodenominados "nuevos críticos", niños engolosinados por fuegos de artificio, y como ejemplo cito la defensa de "Superbad" en "El amante", otra pieza de colección. <br /> Faretta puede pecar de excesivo e intolerante, pero nunca de banal. A la lista de maestros hay que añadir a Roberto Pagés, otro gran colaborador de la primera época de "El amante".<br /> Faretta, como lo hicieran Daney y tantos otros, promulga la muerte del cine. Casi no puedo resistirme a ese pesimismo y sumo a eso, al menos en nuestro país, otra tristeza aledaña: la muerte de la crítica de cine.

  • 3/07/2008 21:24

    Ah sí, el tema es que Faretta iría sin duda a ver una película recomendada por Tarruela, y Tarruela iría a ver una película recomendada por Faretta. Sin embargo, ninguno de los dos sabría que hacer con una película recomendada por Quintín...

  • 3/07/2008 20:01

    El problema de Faretta es que no sabe escribir. Y los que lo defienden generalmente son sólo sus discípulos, gente fanática que no atiende razones.<br /> <br /> Por suerte Faretta se dedicó a la crítica cinematográfica y no a fundar una secta de adoradores del demonio.

  • 3/07/2008 15:40

    FARETTA ES DIOS

  • 3/07/2008 15:20

    Faretta es el único teórico del cine con ideas propias interesantes que ha tenido el país.<br /> Tarruella pudo haber sido el gran crítico argentino, no lo dudo. Nadie escribe como él.<br /> Q?<br /> Por favor, para estar a la altura de AF o RT hay que tener, al menos, ideas. Cada tanto escribe algo interesante, pero lo que hace Q en este artículo demuestra que lo suyo es pura pose, amague. Desborde de pereza intelectual.

  • 2/07/2008 14:00

    Me parece inconducente (por usar un término respetuoso) discutir si Tarruella, Faretta o Quintín la tienen más larga (en términos intelectuales, claro). Para mí son tres maestros en lo suyo, con sus grandezas y miserias, con sus aportes y sus caprichos. Para mí -es una forma de ver la vida- no es Quintín o Faretta o Tarruella sino Quintín + Faretta + Tarruella. Por suerte, a Quintín lo sigo disfrutando y me gustaría que Faretta siguiera escribiendo más allá de que optado por el ostracismo.

  • 2/07/2008 10:41

    Sí, porque a Tarruella no lo llamó nadie a El Amante, nadie le pidió que escribiera. Milagrosamente, sin embargo, sus notas terminaban impresas. <br /> <br /> Uno lee cosas increíbles.

  • 2/07/2008 1:04

    Tarruella, es verdad... Q lo descubre años depués cuando, por el contrario, en las primeras épocas de El Amante puteaba porque era "un tipo dificil de leer, críptico, hermético". <br /> Mejor contradecirse que oxidarse ¿no?

  • 30/06/2008 1:31

    ¿Alguien me puede decir qué quiere decir autoritario en este contexto, aplicado tanto a Faretta como a mí? No entiendo a qué se refiere. <br /> <br /> Y menos aun entiendo por qué habría de sentirme menoscabado por hacer esa reseña, ya que he reseñado libros sublimes tanto como infames. El problema es que el prólogo es verdaderamente indigerible y debería tomarme el trabajo de discutir ideas que no me parecen equivocadas sino incomprensibles e inatingentes. <br /> <br /> Finalmente, el gran crítico argentino fue Rodrigo Tarruella. <br /> <br /> Q

  • 28/06/2008 18:52

    Tiene razón Daneis. Me parece que cuando le pidieron a Quintin que escribiera su reseña critica sobre el libro de Faretta se debe haber sentido menoscabado.<br /> Lo que no entiendo es que se sorprenda del autoritarsimo de Faretta si él (Quintin) va por el mismo camino.<br /> Se asusta el muerto...<br /> En fin.

  • 27/06/2008 13:05

    Lo que resuma la nota es una clara disputa por el lugar de Gran Critico Argentino, aunque Quintin empezó a escribir precisamente cuando Faretta dejó de hacerlo. Lamentablemente, ninguno de los dos esta libre de autoritarismo...

  • 27/06/2008 11:53

    Peor que el "a mí me gustó" es el "yo descrubrí" (propio de Faretta, aunque no sólo de él), que no es sino la reformulación de la primera frase pero revestida de un delirio pionero. <br /> Así, las cosas, tras años de estudio (lo dice él mismo), Faretta descubre una estructura férrea ante la que hace comparecer cada película que se le presenta desde hace treinta años. Que no son muchas, esas películas, pues es sabido que Faretta no ve películas nuevas ¿Para qué lo haría, si su sistema da por sentado, de una vez y para siempre, que ese rebelde espíritu añorado que él ubica en el Imperio Austohúngaro se encarnó providencialmente en el sistema de estudios del Hollywood clásico? Todo otro cine, a no ser el de aquellos que él ve como continuadores de aquel esquema (tres o cuatro nombres canónicos que se repiten again and again) es eliminado de plano. Del mismo modo, los nuevos cines asiáticos, a los que, descuento, solo conocerá de oídas, son descartados sin más y denunciados como el producto de algunos snobs ávidos de exotismo.

  • 26/06/2008 21:43

    Me parece que pesan en Quintín, al menos en este caso, la ideología propia por sobre el análisis crítico, bastante desinformación sobre la obra de Faretta -que no se limita a la citada en el artículo- y una lectura superficial de la que conoce. <br /> Soy ateo y con inclinación socialista, si se me permite el anacronismo- lo que no me impide disfrutar de la rica obra de Faretta que, además, es el único teórico de cine que ha tenido nuestro país. ¿Lo encuentra reaccionario? ¿Y? ¿No lo es, acaso, su (mi) admirado John Ford? Me parecen endebles sus argumentos para demoler a Faretta, ni dan para polemizar.<br /> La obra de Faretta me allanó, como a Usted (que contradicción o que paradoja) el camino hacia la crítica de cine. Su soberbia no eclipsa su genio. <br /> Quintín es, para mi, un ejemplo del mal mayor que encuentro en la crítica actual: la imposición absoluta de la subjetividad. Lo que Tarruella, otro maestro, en su Amante de tapas amarillas (por otro lado infinitamente superior al de ahora, pura errabundia) definía como chocolatineros. Estos son los que imponen el "a mi me gustó" o "es tu opinión contra la mía".<br /> Los que admiran con entusiasmo sus propios egos.

  • 26/06/2008 12:41

    Bueno, su desdén por el cine asiático en general Faretta lo expresa claramente en el prólogo del libro. Mizoguchi y Ozu son honorables menciones al pasar. Su teoría del cine se basa en esoterismos como los que resume Quintín en su nota (y que tienen un mayor desarrollo en el indigesto El concepto del cine), por lo que se ve claro que el cine para Faretta es, básicamente, el hecho en los EE.UU.

  • 26/06/2008 0:14

    Hace mucho que no leo a Faretta, así que no sé qué ha escrito, pero creo que es errado lo de la ignorancia del cine asiático y desden del europeo, porque si no recuerdo mal, Faretta fue el primer critico en pasar cine chino cuando programaba las peliculas del Rojas ¿89? ¿90? Y en ese momento nadie hablaba del cine chino en ningun lado e incluso los autores que se vieron en ese ciclo no se volvieron a ver nunca más en Argentina. Además, recuerdo escritos sobre Ozu y Mizoguchi, principalmente. De cine europeo, mucho Visconti, Fassbinder, Skolimowski, Sautet, Rohmer, Chabrol, Herzog, Dreyer, Bresson, etc.

  • 25/06/2008 16:55

    De adolescente, sus columnas en la la revista First -que mis viejos recibían por una tarjeta de crédito- me abrieron mucho la cabeza, fueron muy estimulantes. Hoy, trato de leer sus textos, y me resultan ya no crípticos sino ridículamente pretenciosos, rebuscados, casi insoportables al punto que me cuesta terminarlos. Igual, creo que ha sido muy importante en la formación de varios de los mejores críticos locales. Quintín, vos vas camino a convertirte en mito, tal como Faretta, y así tendrás (y tenés) tantos admiradores incondicionales como detractores que te odian. La diferencia es que vos aportas mucho en la práctica (como tu decisiva etapa en el BAFICI) porque sos una persona pública y de alto perfil, mientras que él aportó mucho desde lo teórico y lo escrito, porque siempre fue huraño y de very low profile. Para mí es tan válida una cosa como la otra.

  • 25/06/2008 16:45

    Es verdad. Céline era nazi pero no precisamente reaccionario.

  • 25/06/2008 12:46

    Todo bien con los comentarios sobre Faretta, pero, más allá de sus posiciones y comportamientos políticos, tachar de reaccionario a Celine, un tipo que en Viaje al fin de la noche disecciona como nadie el horror capitalista, parece un poco mucho (y esto aún cuando se puede ser anticapitalista y reaccionario al mismo tiempo).

DEJÁ TU COMENTARIO


COLUMNISTAS ANTERIORES


Videocrítica de "Sirat", de Oliver Laxe
Diego Batlle y Manu Yáñez

Desde Cannes, Diego Batlle y Manu Yáñez analizan y discuten la nueva película de Laxe, que luego de ganar el Premio del Jurado en la Competencia Oficial del Festival de Cannes se convirtió en un éxito de público en los cines de España (más de un millón de euros de recaudación en los primeros 10 días en cartel).

LEER MÁS
Videocrítica de "Grand Tour", de Miguel Gomes
Diego Batlle y Manu Yáñez

Diego Batlle y Manu Yáñez analizan la nueva película del director de Aquel querido mes de agosto y Tabú, que luego de su estreno mundial en el Festival de Cannes 2024 (Premio a Mejor Dirección) y de un breve paso por las salas argentinas ya está disponible en la plataforma de streaming MUBI.

LEER MÁS
Videocrítica de "Misericordia" de Alain Guiraudie
Diego Batlle y Manu Yáñez

Análisis de la nueva película del director de No Rest for the Braves / Pas de repos pour les braves (2003), The King of Escape / Le roi de l'evasion (2009), El desconocido del lago / L'inconnu du lac (2013), Rester vertical (2016) y Viens je t'emmène (2021). Lanzamiento en Argentina: Festival de Cine Francés (Abril 2025) y en salas comerciales (Mayo 2025).

LEER MÁS
Nuestro cine por hacer
Pablo Chernov, productor y docente

Algunas ideas sobre cómo (re)pensar las películas en estos tiempos de ataques constantes y con un INCAA intervenido y prácticamente inactivo.

LEER MÁS