Festivales

"Where OMG meets WTF" (El Paraíso de todos los cinéfilos)

Por Juan Manuel Domínguez, desde Toronto
El más grande del mundo. El Festival de Festivales. Con una organización perfecta y una programación abarcadora (e inabarcable), el evento canadiense combina la antesala del Oscar con los tanques de Hollywood (y el universo glamoroso de sus estrellas) y el cine internacional más exigente. En su debut absoluto en esta megamuestra, nuestro enviado -exultante de felicidad y con una avidez desbordante- disfrutó de Looper, film de apertura con Bruce Willis, pero sobre todo de Spring Breakers, gema de Harmony Korine que lleva a las chicas Disney al descontrol y el desenfreno sexual. Una crónica geek y apasionada. Pasen y lean.

Publicada el 30/11/-0001

"Where OMG meets WTF". Así dice una de las publicidades naranjas del Toronto International Film Festival (TIFF). OMG indeed. Toronto, como festival, es una especie de Lollapalooza, que ha logrado el equilibrio perfecto -al menos en la superficie, pero, hey, puede sobrar tanto sentido cinematográfico en una superficie-. Mitad festival Baconator (es decir, Hollywood grasoso pero abultado, cargado de potente colesterol cinéfilo, con carpetas rojas y Deidades Entertainment Weekly paseando por la ciudad incluidos) y la otra mitad no diremos chef, pero al menos un delivery sofisticado (uno de esos gustos que uno se da de vez en cuando) que ha sabido, y sabe, pedir lo que necesita de cada festival para crear un Festival de Festivales. Digamos, el Festival Baconator de chef. Canadiense en su organización, es decir, perfecto hasta a la hora de decir amablemente no, el TIFF, mi primer TIFF, se hace (y se me hace) gigante.

Nada nos preparó: ni siquiera este listado por mail: “Actores que se espera sean parte del festival: Bruce Willis, Joseph Gordon-Levitt, Jackie Chan, Tom Hanks, Halle Berry, Bill Murray, Robert Redford, Riz Ahmed, Ryan Gosling, Robert De Niro, Stephen Dorff, Dennis Quaid, Jennifer Connelly, Billy Bob Thornton, Bradley Cooper, Penelope Cruz, Marion Cotillard, Colin Firth, Kate Hudson, Kiefer Sutherland, Gwyneth Paltrow, Viggo Mortensen, James Franco, Javier Bardem, Hiroshi Abe, Elle Fanning, Adam Sandler, Andy Samberg, Zhang Ziyi, Greta Gerwig, Helen Hunt, Laura Linney, Logan Lerman, Keira Knightley, Mads Mikkelsen, Jake Gyllenhaal, Zhang Ziyi, Jennifer Lawrence, Julianne Moore, Greg Kinnear, Gael García Bernal, Sridevi, Saoirse Ronan, Selena Gomez, Salman Rushdie, Sam Rockwell, Naomi Watts, Will Smith, Johnny Depp, Terence Stamp y Vanessa Redgrave.” OMG.

Pongámonos en situación: juntemos esa ansiedad tan Cholula de Alta Alcurnia con el estímulo hipercinefilo y sumémosle 30 grados, el centro comercial y ejecutivo de Toronto donde OMG sucede, y dos centros operativos bastante cristalinos (tanto en procedimientos como por sus paredes todas de vidrio, que, a contramano del síndrome Abasto del BAFICI, nos hace sentir los hamsters más afortunados del mundo).

8:30 del jueves 6/9, primer film en el primer día del festival que termina el 16, In Another Country, “la nueva de Hong Sang-soo”. Otra vez Hong Sang-soo se parece, sin quererlo y repitiendo su flirteo de mostrar el proceso creativo (tres historias que tienen como eje a un bungalow alquilado en una San Clemente coreana son escritas por una sobrina enojadísima con su tío), a una especie de Martín Retjman solo que más libre, menos arquitectónico, pero aun así capaz de excavar ahí, donde nadie ve que la comedia puede ir cuando no le alcanza con el olor a porro y quiere, saludablemente (no tipo Woody Allen), ser adulta y mostrarse en crecimiento. Isabelle Hupert jugando a ser la muñeca nueva de Sang-soo, y Sang-soo animándose a reírse de (no “con”) sus propias fantasías meta cinematográficas.

De ahí a la conferencia de prensa de Looper: John McClane y Robin (¡¡¡Spoiler Alert!!!) juntos. Perdón, Bruce Willis y Joseph Gordon-Levitt, los protagonistas de Looper, la película de apertura, a dos metros de su servidor. (Pausa geek: a diferencia de los Diegos, Lerer y Batlle, yours truly todavía tiene el kilometraje casi nuevo en materia de conocer estrellas y, sobre todo, de las que hay muñecos de acción -y que incluso tengo-, por ende, disculpen mis lascivo-geek exabruptos). Mucha broma con el viaje en el tiempo, que no es otra cosa que el eje, por decirlo así, del film de Rian Johnson. Looper es una especie muy borgeana de noir donde Robin es un asesino a sueldo que debe asesinar a su versión adulta, John McClane. En la conferencia en la planta baja del Lightbox había mucho carisma calvo por parte de Willis, famoso por ser un cabrón de proporciones godzillescas, mucha onda y tentación homosexual de parte de Gordon-Levitt (¿o era solo yo?) y Emily Blunt, de pelo a la Kurt Cobain, dejando bien en claro que las estrellas de Hollywood lo son por algo.

Looper, por su parte y con la ayuda de la efedrina festivalera, fue una experiencia fuerte (dentro del Visa Screening Room, un cine de antaño fastuoso, muy precioso y rococo, y con muchísima seguridad que dectectó mi intención de irla de “pelotudo que se pierde y termina golpeado por Bruce Willis”). El asunto es que el juego chino del argumento, adictivo al menos cuanto indescifrable, es sostenido por Gordon-Levitt, con un maquillaje un poco de imitador argentino de Willis, y Willis, con unos lifitings muy de imitador de Miami de Bruce Willis, y sus modos pateaculos. El primero los muestra full-monthly, el segundo los ratifica sin recurrir, por fin, a la ironía, la bala de salva de la acción contemporánea. Su épica a la Scott (¿hay una escuela del thriller Scott, ya?) tiene esa virtud grasienta que no se sabe tal, que hasta se pierde de sí misma (por suerte) en instantes más Mallick que Ridley Scott. Por eso es una pena que el final, tan llano en su grandilocuencia, le robe al joven maravilla y al pelado el show. Nada que Gordon-Levitt no pueda reciclar en breve.


Conferencia de prensa completa (60') de Looper:




Claro que hubo otras cosas: un film infantil coreano llamado Comrade Kim Goes Flying donde una minera quiere ser trapecista (la camarada Kim, obvio) y que parece filmado en Argentina en los  años '70 (pero es esa distorsión la que la hace lindísima, como un souvenir berreta de una dimensión mucho más camp y donde todos filman rellenos de Alplax); Men at Lunch, un documental chato sobre una fotografía mega popular (la gran trampa de los festivales: los documentales) y West of Memphis, una porquería que me obligó a ver imágenes forenses de niños mutilados que documeta la lucha de los tres de Memphis, los jóvenes que con la ayuda ABC1 de Peter Jackon, Henry Rollins y Eddie Vedder fueron liberados después de pasar 20 años en la cárcel por un crimen que no cometieron.

Pero post-megaultrafiesta (tres salones, es decir, tres edificios, donde se veía a Kristen Stewart -de lejitos, brillaba de tristeza la adúltera más famosa del inframundo-), llegó el viernes, a la 9:30, la película. Spring Breakers. Harmony Korine se convierte, ya venía haciéndolo, en un súmmun perfecto de David Lynch, John Waters y Terrence Malick, que aun así es en extremo personal. Desde un cast imposible de imaginar en un film de Korine (de Selena Gomez, la híper estrella Disney, al amigote de Harmony, James Franco, el hombre más lindo del planeta -comprobado científicamente-), Korine se convierte paradójicamente en el anti-Mallick. Donde Mallick se pone hiperbólico y cree que hasta los dinosaurios sirven para crear una sentido operístico -musical, por ende- de la vida y su sentido (o del cine y su sentido), Korine abraza la basura juvenil, abraza la potencia del instante, del real salvajismo. No necesita psicologismos, no necesita amebas: tetas en ralentí, cine experimental que sabe que es MTV, carisma actoral (y no actores maniquíes), una real fascinación por las superficies. Korine no quiere denunciar el fin de semana de locura (el Spring Break propiamente dicho, evento real en el calendario sub 18 norteamericano que implica mucha teta al aire, mucha panza con cuadrito y hectolitros de lo que sea) de cuatro amigas sino que elige flotar alrededor de él: de Franco jugando al gangster, de niñas Disney desnudándose y jugando a las Bonnies & Clyde, de un sentido hedonista que Korine muta en belleza sin dejar de mostrar su imbecilidad (e invencibilidad), su potencia abstracta, su sin razón de ser. Es probable que el film de Korine sea la obra maestra del festival.

Lo fascinante de escuchar a Korine en la conferencia de prensa siendo completamente coherente con su obra (similar a Tarantino hablando de su cine y no, ¡no está acá!) y ver a las bellas (Ashley Benson es probamente la mujer más radiantemente preciosa que jamás compartió éter conmigo, vean, googleeen) y el bello (Franco, inteligente y canchero, sin ser imbécil ¡quien pudiera!) sólo ratificò la potencia de Spring Breakers.


Conferencia de prensa completa (46') de Spring Breakers:




Mientras el creador de El laboratorio de Dexter da una entrevista acá nomas, al ladito, y todos, pero todos, van chequeando películas, sin dejar nunca de decir “Ufff, no se puede ver todo” (por ejemplo: no pude ver y tan solo va un día Amour, de Michael Haneke -como si quisiera, yeah right-, o Pieta, de Kim Ki-duk, o la pasada de 3, el film de Pablo Stoll, o la nueva de Abbas Kiarostami (Like Someone in Love), o Anna Karenina, de Joe Wright, o la pasada IMAX 3D de Dial M for MurderLaurence Anyways, de Xavier Dolan. Pero vi Spring Breakers, eso sí. Y a Robin y a John McClane. Y al Duende Verde. En Toronto.

COMENTARIOS

  • 13/09/2012 17:30

    <p>Coincido con Martina Cinefila y con C. Gra&ntilde;a - JMD es un hallazgo en su cobertura \"hot\" del TIFF.</p>

  • 10/09/2012 16:03

    <p>Muy buena cr&oacute;nica. Coincido con Martina cin&eacute;fila, resulta refrescante y, sobre todo, muy divertida. Muy bien, me dieron ganas de no perderme Spring Breakers, esperemos que llegue por aqu&iacute;</p> <p>Gracias, suerte con lo que resta de la experiencia Torontesca (con una sola ere, ojo), ja... Un beso</p>

  • 8/09/2012 13:21

    <p>Me gusta mucho el tono m&aacute;s personal, m&aacute;s desacartonado, m&aacute;s \"librepensador\", menos cin&eacute;filo duro de Dom&iacute;nguez, aire fresco para la cr&oacute;nica festivalera Seguiremos a la distancia las alternativas del TIFF</p>

DEJÁ TU COMENTARIO


FESTIVALES ANTERIORES


Festival de Cannes 2025: Top 5 (en video)
Diego Batlle

Diego Batlle elige a las nuevas películas de Richard Linklater, Jafar Panahi, Kleber Mendonça Filho, Kelly Reichardt y Nadav Lapid como sus favoritas de este año.

LEER MÁS
Podcast Festivales: Desde Cannes 2025 - Episodio 7. Palmarés, balance y películas favoritas
Diego Batlle y Manu Yáñez, desde Cannes

En el cierre de la cobertura Diego Batlle y Manu Yáñez analizan el palmarés título por título, lo nuevo de Kelly Reichardt, Nadav Lapid, Christian Petzold y Lav Diaz, entre otros films, y hacen un balance general de esta edición 78.

LEER MÁS
Festival de Cannes 2025: Todas las películas y nuestras críticas
Diego Batlle, desde Cannes, y Ezequiel Boetti

-La sección oficial de la 78ª edición a realizarse entre el martes 13 y el sábado 24 de mayo consta de 73 largometrajes, a los que hay que sumarles los títulos de Cannes Classics (clásicos restaurados y documentales sobre cine) y Cinéma de la Plage (proyecciones públicas al aire libre).
-Además, se proyectarán los 39 largos de las tres secciones paralelas e independientes: Quincena de Cineastas, Semana de la Crítica y ACID.
-La oferta se completa con las distintas competencias y programas de cortos que hay en todos los apartados.
-En este espacio iremos sumando links a todas las reseñas publicadas durante la cobertura del festival. Ya hay 64 disponibles.

LEER MÁS
Festival de Cannes 2025: crítica de “Sorry, Baby”, película de y con Eva Victor (Quincena de Cineastas)
Diego Batlle, desde Cannes

La Quinzaine eligió como film de cierre esta ópera prima que ya había tenido buena recepción en el Festival de Sundance, donde ganó el premio a Mejor Guion.

LEER MÁS