Festivales

Crítica de A Quiet Passion, de Terence Davies (Berlinale Special)

Por Diego Lerer, desde Berlín
El nuevo largometraje del talentoso realizador británico de El largo día termina, La Biblia de neón, The House of Mirht, Del tiempo y la ciudad, The Deep Blue Sea y Sunset Song no fue seleccionado para la Competencia Oficial del festival alemán, pero esta biopic sobre la brillante poetisa estadounidense Emily Dickinson (interpretada por Cynthia Nixon) se ubica entre los grandes films de su carrera.

Publicada el 15/02/2016


La vida de Emily Dickinson en manos de un realizador como Terence Davies es una experiencia única. El director británico de The Deep Blue Sea abandona el formato un tanto más convencional de su última película, Sunset Song, para hacer una film que se parece a sus anteriores, pero que propone algo inédito también en su cine: el humor y un acercamiento a algo que se parece al teatro. Al comenzar A Quiet Passion uno podría pensar que está ante un trabajo de Eugène Green o, si se quiere, de autores como Manoel de Oliveira o el Alain Resnais de sus últimas obras: Davies cuenta la historia de la poetisa norteamericana en muy pocos escenarios, con un estilo actoral algo “tieso”, que uno podría asimilar al de un recitado, y con una puesta en escena seca, de ángulos rectos y planos frontales.

Esas viñetas de la juventud de Dickinson y su familia tienen a la vez un costado humorístico muy grande, como si el guión hubiera sido revisado por algún pariente de Oscar Wilde: las conversaciones que tienen entre los familiares y quienes los visitan son una catarata de ingeniosos remates, de frases vivaces y pícaras, marcas claras de que los tres hermanos Dickinson tienen en la punta de los labios siempre una respuesta sagaz, inteligente y muy audaz para la época.

De a poco, mientras la vida de Emily se va cerrando sobre sí misma –su poesía no tiene repercusión, su vida personal se complica, especialmente en lo relacionado a lo amoroso y a su salud– y ella casi no sale de su casa, la película va, a la vez, oscureciendo su tono (las bromas están ahí, pero menos que antes) y acercándose desde lo emotivo. Si la primera parte era fresca pero distante, la segunda es triste pero cercana, emotiva. De a poco los actores van naturalmente abandonando ese distanciamiento y sus problemas van haciéndose carne en el espectador, que pasa de mirar cómo esa suerte de comedia extrañada se convierte en un doloroso drama familiar.

La relación principal se da entre Emily (Cinthia “Sex and the City” Nixon) y su hermana Vinnie (Jennifer Ehle), con importantes lugares para el resto de la familia, algunos amigos y potenciales amantes de los hermanos. Y entre todos ellos se va conformando una especie de mapa que sirve para entender el mundo de la poetisa: una inteligencia a prueba de todos y todas, una capacidad poética asombrosa, pero a la vez una dificultad e inseguridad personal (se ve fea y está convencida que por eso jamás conseguirá marido) que la llevan a encerrarse y recluirse cada vez más en sí misma.

A la vez, A Quiet Passion es una película sobre mujeres que intentan pelearle a los hombres en el siglo XIX lugares de poder que en ese entonces eran impensados que pudieran ocupar. Sin ir más lejos, escribir y publicar poesía (muchas de las cuales son leídas en voz en off). Para Emily es una obsesión en la que se le va la vida, tal vez la que cubre esas ausencias emocionales, esas zonas a las que no puede acceder desde lo personal pero sí desde lo intelectual. Esa fuerza poética de la escritora es lo que seguramente interesó a Davies y lo hizo llevar adelante este proyecto, ya que se trata de un cineasta bastante inteligente y solitario, con un enorme mundo interior y que también parece sentirse incomprendido por eso que llaman “las fuerzas del mercado”.

Volviendo un poco a sus orígenes y creando escenas inolvidables (humorísticas de carcajada pura y trágicas, de una elocuencia demoledora), Davies sigue demostrando ser una de las voces más particulares del cine actual, alguien que sigue haciendo películas fuera de toda moda o tendencia, un artista para quien el cine es poesía, y el arte la única forma de salir y darse a conocer al mundo.

Toda la cobertura de la Berlinale por Diego Lerer en nuestro blog Micropsia

COMENTARIOS

  • SIN COMENTARIOS

DEJÁ TU COMENTARIO


FESTIVALES ANTERIORES


FICValdivia 2025: La argentina “La noche está marchándose ya” ganó el Premio Especial del Jurado
Diego Batlle, desde Valdivia

El film de los cordobeses Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas obtuvo la segunda máxima distinción, mientras que el Pudú de Oro al Mejor Largometraje fue para Wind, Talk to Me, del serbio Stefan Djordjevic

LEER MÁS
FICValdivia 2025: Top 10 a modo de balance
Diego Batlle, desde Valdivia

Put Your Soul on your Hand and Walk, La noche está marchándose ya, The Voice of Hind Rajab y Un techo sin cielo encabezan este ranking personal sobre las mejores películas vistas en la 32ª edición de la muestra chilena.

 

LEER MÁS
FICValdivia 2025: Crítica de “La noche está marchándose ya”, película de Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas (Competencia Internacional)
Diego Batlle, desde Valdivia

Tras el multipremiado corto Mi última aventura (2021), los cordobeses Sonzini y Salinas debutan en el largometraje con una hilarante oda cinéfila que es al mismo tiempo un film político sobre la desintegración argentina. Tras su estreno mundial en el festival chileno, competirá en DocLisboa y la SEMINCI de Valladolid, entre otros festivales.

LEER MÁS
FICValdivia 2025 / Cine chileno en la Competencia Internacional: críticas de “La corazonada”, de Diego Soto, y “Antitropical”, de Camila José Donoso
Diego Batlle, desde Valdivia

Reseñas de las dos últimas películas chilenas que se presentaron (luego de La vida que vendrá y de Un eclipse y el caos) en estreno mundial en la sección principal de esta edición.

LEER MÁS