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Crítica de “Atómica”, de David Leitch, con Charlize Theron
La actriz sudafricana de películas como Monster: Asesina en serie y Tierra fría se ha convertido con el tiempo también en una heroína de acción. Tras su paso por Mad Max: Furia en el camino, ahora deslumbra a pura destreza física y sensualidad en esta transposición de la novela gráfica de The Coldest City, de Antony Johnston y Sam Hart. Una historia de espías que no propone nada demasiado revolucionario, pero que se luce y entretiene con sus virtuosas coreografías, su despliegue visual y su acumulación de excesos.
Atómica (Atomic Blonde, Alemania-Suecia-Estados Unidos/2017). Dirección: David Leitch. Elenco: Charlize Theron, James McAvoy, Eddie Marsan, John Goodman, Toby Jones, Sofia Boutella, Bill Skarsgård, Til Schweiger y Barbara Sukowa. Guión: Kurt Johnstad, basado en la novela gráfica The Coldest City, de Antony Johnston y Sam Hart. Fotografía: Jonathan Sela. Música: Tyler Bates. Edición: Elísabet Ronaldsdóttir. Diseño de producción: David Scheunemann. Distribuidora: UIP (Universal). Duración: 115 minutos. Apta para mayores de 16 años.
Nikita, Lucy, Sucker Punch: Mundo surreal, Kill Bill, Se busca, Underworld... Las mujeres asesinas / justicieras (muchas de ellas surgidas de novelas gráficas) se han convertido en un género en sí mismo con protagonistas tan bellas y seductoras como implacables en las artes marciales o con las armas en sus manos. Charlize Theron (que ya había hecho desde Aeon Flux hasta Mad Max: Furia en el camino) se luce en todos los sentidos en este thriller de espías (dobles) dirigido por Leitch (un ex doble de riesgo que rodó algunas escenas de John Wick / Sin control y ahora está filmando Deadpool 2) y ambientado a ambos lados del Muro de Berlín justo cuando este está a punto de caer, a fines de 1989.
Los elementos de Atómica son más o menos los mismos de siempre (violencia extrema, espíritu de comic, hiperestilización visual, muchos desnudos y constantes apelaciones eróticas, coreográficas escenas de acción, saltos temporales y apabullante banda sonora con New Order, Depeche Mode, David Bowie, The Clash y otros clásicos), pero la película se sostiene sobre todo por ver a la magnética y muy fotogénica Theron rompiendo huesos a diestra y siniestra, esta vez acompañada por James McAvoy, Eddie Marsan, John Goodman, Toby Jones y Sofia Boutella en diversos personajes secundarios. Previsible, profesional, pero al fin de cuentas decididamente disfrutable.
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Supongo que la época estuvo buena para vivirla pero la peli? A-bu-rri-di-si-ma
Buenas tardes, ya que uds. son criticos y analistas tan avezados, me podrian decir finalmente de que lado jugaba la Theron??? ..... yo no se si a uno lo deja embobado tanta belleza....o la sangre que saltaba de la pantalla me tapó los ojos... o si me quedé dormido en algun momento del tan largo y tedioso interrogatorio... que al final no se si era inglesa, rusa o finalmente americana ... ja muchas gracias.
Charly como siempre es estupenda su erudición cinematográfica.
El cine ha puesto de moda las remakes y secuelas. Aquí aparece un nuevo personaje con algunas reminiscencias e influencias. Las espías mujeres no abundan en el cine, pero Lorraine Broughton nos hace recordar a algunas heroínas. Está claro que Lorraine carece del glamour de la inolvidable Ilsa Lund que interpretara Ingrid Bergman en Casablanca. Pero si consideramos la cuidada estética de Atomic Blonde, vemos que utiliza una magnifica gama de grises entre el blanco y el negro homenajeando a grandes films de aquella época como El Hombre que Volvió del Frio. Pero en lo puramente esteticista, recuerda a Modesty Blaise (1966), la espía que compuso Monica Vitti de la mano de Joseph Losey que se volvió en un ícono pop en su época. El film generaba un modelo que se distinguía no solo por su liberalidad sino por su luminosidad. El color y corte de pelo, estilo de ropa de Modesty marcó una època. El diseño de Atomic Blonde copia estas ideas para crear una imagen iconográfica que lo remite al noir, al que al que lo actualiza y re estiliza en una gama de blancos y negros. Un notable trabajo de ambientación. En lo temático y en lo violento aparecen otros films más recientes como las obras de Luc Besson: Nikita y Lucy, y el film de Angelina Jolie, Salt en 2010. Resulta una película que en su factura excede largamente su pretensión de mero entretenimiento.
La dificultad de decidir entre las 9 peliculas argentinas me llevó a ver ATOMICA. Lo previsible....un entramado caótico de espias dobles que se traicionan unos a otros, en todo momento y por el mismo precio, en conversaciones de despachos aburridas e inentendibles y para dar un poco de sosiego a tanta espiritualidad de la violencia excelentemente filmada, tiene como objetivo sostener el atractivo visceral de una actriz que se deja enamorar por una cámara que no la suelta en ningún momento. Pero la cosa se extiende un poco más de lo aconsejable y tales virtudes de seducción llegan a empalagar un poco...pero ¿a quien le importa?
Viendo el trailer me animo a pensar que de tantas peliculas con maestras, amantes, imposibilidad de tiempos más interesantes y las turradas del presidente argentino (Darin, je), no está de más clavarse una película como esta y comprobar que la violencia no está solo en la realidad.