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Dos críticas de “Un bello sol interior”, de Claire Denis, con Juliette Binoche
A menos de cinco meses de su estreno en la sección Quincena de Realizadores del Festival de Cannes llega a los cines argentinos -con auspicio de OtrosCines.com- esta gema de la realizadora de Bella tarea, 35 rhums y L'intrus basada en Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes. Una película luminosa como su título que se sustenta en una extraordinaria actuación de Binoche y en una breve pero sublime participación de Gérard Depardieu. De lo mejor del año.
Un bello sol interior (Un beau soleil intérieur, Francia/2017). Dirección: Claire Denis. Elenco: Juliette Binoche, Gérard Depardieu, Valeria Bruni Tedeschi, Nicolas Duvauchelle, Josiane Balasko, Xavier Beauvois, Alex Descas, Bruno Podalydès y Paul Blain. Guión: Claire Denis y Christine Angot, basado en Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes. Fotografía: Agnés Godard. Música: Stuart Staples. Edición: Guy Lecorne. Diseño de producción: Arnaud de Moleron. Distribuidora: CDI Films. Duración: 94 minutos. Apta para mayores de 16 años. Salas: 15 (Village Recoleta, BAMA Cine Arte, General Paz, Lorca, Patio Bullrich, Showcase Belgrano, Village Pilar, Showcase Norte, América de Santa Fe, Cinema Paraíso de La Plata, Paseo Diagonal de Mar del Plata, Aldrey de Mar del Plata, Del Centro de Rosario, Showcase Córdoba y Villge Mendoza).
Reseña 1, por Diego Batlle
A la directora de White Material y Les salauds le encargaron adaptar Fragmentos de un discurso amoroso, mítico ensayo escrito por Roland Barthes en 1977, y el resultado es no solo una de las películas más logradas y accesibles de su carrera sino también el material perfecto para una actuación antológica de Juliette Binoche en el papel de Isabelle, una artista plástica divorciada y con una hija de 10 años que ingresa en una fase crítica de su vida con un sinfín de relaciones afectivas (con un banquero casado, con un actor bastante más joven que ella y un largo etcétera) que no la conforman y le generan un estado de angustia casi permanente.
Esplendorosa y vulnerable a la vez, Binoche transmite ternura y dolor con sus debilidades y sus deseos. Claire Denis se maneja con soltura y elegancia tanto en el drama como en la comedia absurda a-la-Woody Allen y tanto en lo físico/gestual como en lo intelectual.
Si algo le faltaba a este film -además de la exquisita fotografía de su habitual colaboradora Agnès Godard- es rodear a la protagonista de un elenco de grandes figuras como Xavier Beauvois, Josiane Balasko, Bruno Podalydès, Valeria Bruni-Tedeschi, Alex Descas y un Gérard Depardieu que tiene un aporte extraordinario sobre el cierre. Consejo cinéfilo: por nada del mundo se vayan cuando comienzan los créditos finales.
Reseña 2, por Manu Yáñez
En el prólogo de su ensayo Fragmentos de un discurso amoroso, Roland Barthes apuntaba la razón que le había empujado a escribir un tratado sobre la experiencia romántica: “Hoy en día, el discurso amoroso es un hecho de una soledad extrema. Es posible que lo estén utilizando miles de individuos (¿quién puede saberlo?), pero no lo defiende nadie; se encuentra completamente abandonado por los lenguajes que lo rodean, o ignorado y menospreciado, o bien es objeto de burla”. Parece oportuno poner en relación las palabras de Barthes con el tiempo presente, una época saturada por los emoticonos con forma de corazón, una época en que las películas de Philippe Garrel son acusadas una y otra vez de pecar de un exceso de ingenuidad. Por contra, también vivimos en el tiempo de las películas de Hong Sang-soo, con su perpetuo devaneo por los pliegues y repliegues del discurso romántico, un espacio creativo en el que ahora se adentra la directora francesa más importante de nuestro tiempo, Claire Denis, que, después de recibir el encargo del productor Olivier Delbosc de “adaptar” el ensayo de Barthes, se reunió con la guionista Christine Angot para volcar en la deliciosa Un bello sol interior un torrente de experiencias románticas personales.
En el mismo prólogo de sus Fragmentos…, Barthes abogaba por el retorno del discurso a su persona fundamental: “El yo, para escenificar así su enunciación, no su análisis”. Pese a que las huellas del texto de Barthes han quedado algo desdibujadas por el planteamiento de Denis y Delbosc, es posible encontrar en Un bello sol interior apetitosos rastros del discurso ensimismado que reclamaba el semiólogo francés: planos subjetivos que van punteando las íntimas escenas de pareja que conforman el corpus central del film. Mucho más habladas de lo que es habitual en Denis, estas escenas de encuentros y desencuentros acaban componiendo un collage de amoríos “escindidos”. Y no es solo que las parejas se rompan por los reclamos del personaje de Binoche (algunos comprensibles, otros absolutamente neuróticos, propios de la cara más absurda del cine de Woody Allen), sino que esa “escisión” procede de la propia estructura de la película: solemos encontrar a los amantes cuando su relación ya está empezada y nos enteramos de las rupturas cuando estas ya se han consumado. Todo resulta extremadamente fragmentario e inestable: un conglomerado de romances descoyuntados que abocan al personaje de Binoche a un estado de volatilidad emocional permanente.
Dicho todo esto, cabe destacar la arriesgada apuesta de Denis por explorar un registro humorístico, muy apoyado en la disección entre satírica y surrealista de las costumbres bohemias y burguesas (con Luis Buñuel en el horizonte), así como en el trabajo de Binoche: nadie como ella sabe disolver la gravedad de una escena rompiendo a reír como si no existiera un mañana. Cabe decir que el golpe de timón cómico no es tan aparatoso como el que diera hace unos años Bruno Dumont, pero Denis –cineasta de películas aguerridas, incluso hostiles– se atreve a poner en juego la comicidad sin disimulo, aprovechando el deseo de Barthes de retratar “el lugar de la persona que habla para sí misma, amorosamente, ante el otro (el objeto amado), que no le responde”.
Así, Denis se divierte mostrando a los amantes hablando en bucle, sin escucharse el uno al otro, ocultando sus verdaderas intenciones, o simplemente incapaces de expresarlas. Aquí es donde reaparece la sombra de Hong Sang-soo. El coreano pondría feliz su rúbrica al súbito cambio de perspectiva que, por unos momentos, deja a la omnipresente Binoche fuera de campo y permite la entrada en escena de un colosal Gérard Depardieu. Para cerrar el film, la pareja de históricos del cine francés protagoniza una secuencia de diálogo sublime, marcada por las confusiones y los sobreentendidos, la complicidad y la sospecha, la ternura y el engaño. Una conclusión monumental protagonizada por dos actores en la cima de su arte.
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La película se salva por la maravillosa actuación de Binoche, que es capaz de ponerle alama hasta a la guía teléfónica. En función de su origen ensayístico, se entiende el carácter demasiado discursivo y fragmentario de la película. la neurosis de la protagonista la vuelve repetitiva y va perdiendo emoción ya que las historias no actúan por acumulación. Y al escena final con Depardieu, un despropósito.
Yo no veo vaya, ni guiños al texto de Barthes, es una película malísima y ofensiva con el pensador en el que supuestamente se inspira.
Acuerdo con los últimos 3 comentarios. La película es decididamente MALA. A a Binoche y será bella hasta el útlimo día de su vida, pero ya está grande para este tipo de argumentos. Todos son buenos actores, pero les sobran 10 o 15 años. Todas estas idas y vueltas sentimentales en alguien de 30 o digamos 40 y un poquito son simpáticas, pero cuando pasaste los 50 largos.... se tornan patéticos. Te amo Juliette pero por favor solo papeles de tu edad.
Esperaba mas de esta pelicula, muy lenta, sin ritmo, Binoche si muy sensual, buena fotografía, no encontré lo cómico, sin mucha historia al final.
Pelicula muy pesada, plana, sin evolución. Aburrida. Binoche bien pero la película no va a ningún lado. Diálogos alargados, sin chispa alguna. Algo de humor sin gracia. Hombres de cliché y el personaje de ella entre desesperada y promiscua sin mucho sentido. Pesada la historia y pesada ella. No hay por dónde coger esta película.
La peli es malisima, el doblaje pésimo y los diálogos absurdos. Fui con muchas ganas, pero no la recomiendo en absoluto. lo mejor, la belleza de la protagonista, la historia es histérica. en fin...
Las desventuras amorosas de una artista plástica de alrededor de cincuenta años, separada y con un hija podrían haber terminado aburriendo pero en manos de una directora inteligente como Claire Denis llega a buen puerto. La película está al servicio de Binoche a tal punto que opaca a la mayoría del elenco y por momentos hace peligrar que la película sea tan dependiente de ella. Por fortuna aparece una excelente actriz como Josiane Balasko en una deliciosa escena donde el diálogo con Binoche gira alrededor de la posibilidad de haber compartido un hombre sin saberlo y los brillantes minutos finales a cargo del enorme Gerard Depadieu. No deslumbra pero resulta interesante y hace pensar. No es poco para una película (7/10)
exquisitez, me la devore, disfrute la musica, el romanticismo que estaba perdiendo, y me identifique con la insatisfaccion de alunas epocas en las relaciones , una binoche sensual, tierne, esmerada y encantadora.No se olviden mujeres que no nos usen , esto es comun en estas epocas de relaciones , donde la soledad abunda..
Verdadero festival Binoche, y ejemplar tour de force de una actriz inigualable, que no trepida jugar una escena inicial con sexo quasi explicito que resuelve con altura y conviccion. Su interpretación de Isabel es de antología, y confiere a cada escena con sus notables parrtenaires toda la frustracion de su atormentado personaje. El tramo final, con un enorme (en todo sentido) Depardieu, arroja luz y esperanzado bello sol interior, como quiere el título de su gran directora Claire Denis.. Un nuevo y claro ejemplo de por qué considero al cine frances a la vanguardia de otras cinematografias.
Claire Denis enfoca este tema con madurez y crudeza. Las relaciones que plantea son circunstanciales. Hay en todas ellas una explicito interés por la sexualidad antes que el amor, la compañía o incluso la amistad. Observa con crudeza un mundo que pareciera estar regido por lo sexual, y que por otra parte, la falta de satisfacción y desarrollo de relaciones más estables, daría lugar a una precariedad e inestabilidad de las relaciones humanas que estaría condicionando al mundo a vivir en soledad. Comentario Completo: http://thecharlysmovies.blogspot.com.ar
Bellisimo y exquisito film! Inteligente, sensible, estetico, de gran calidad artistica !!! Juliette Binoche , bellisima y atractiva mas que siempre !!! Gerard Depardieu un gran actor !!! Gran talento tambien el guión , la fotografía, y sobre todo la direccion!!
Realmente una joyita del cine. Por momentos uno no sabe si reírse, conmoverse o qué hacer pero eso sí, nunca quedamos indiferentes ante el maravilloso trabajo de Juliette Binoche.-
Tenía que ocurrir este encuentro de Denis y Binoche para ofrecernos este maravilloso y luminoso diálogo -entre directora e intérprete- de intimidad femenina: una dialéctica del deseo, las contradicciones, la negación neurótica y también el cinismo que anidan las aventuras románticas. Lo que ocurre aquí es que Denis renueva su bella tarea de recorrer, con primeros planos magistrales, esa gestualidad infinita de una Binoche en la que me parece su mejor trabajo para la pantalla. En el final, una coda con el hermoso Depardieu -lo amo desde que dijo que en Argentina la TV es pornografía- dándole sentido al poético y conmovedor título de esta bella película.
Ansiosa por verla. ¿Denis+Binoche pueden hacer menos que una maravilla?
¡Qué belleza de mujer...! Cada día más sensual...
S u b y u g a n t e !