Cómo es “Antebellum”, la película con Janelle Monáe que está generando una enorme polémica en los Estados Unidos

Incinerado por la inmensa mayoría de los críticos, este muy provocativo film sobre la esclavitud en el pasado y la situación de los afroamericanos en la actualidad se mantiene desde su estreno a mediados de septiembre como el más visto en todas las plataformas de VoD ¿Pura provocación marketinera o una propuesta valiosa para la discusión pública en estos tiempos candentes del movimiento #BlackLivesMatter?

Antebellum (Estados Unidos/2020). Guion y dirección: Gerard Bush y Christopher Renz. Elenco: Janelle Monáe, Eric Lange, Jena Malone, Jack Huston, Kiersey Clemons, Gabourey Sidibe. Fotografía: Pedro Luque Briozzo. Edición: John Axelrad. Música: Nate Wonder y Roman Gianarthur. Duración: 106 minutos. Los derechos para cine en Argentina son de BF Distribution. Actualización: está disponible para alquiler en Flow.

Gerard Bush es negro y Christopher Renz es blanco. Ambos conforman una dupla que es (para bien o para mal) la sensación del momento. Con su ópera prima (antes habían filmado varios cortos y videos para artistas como Khalid o Jay-Z) han generado una de esas polémicas que prácticamente no admiten posturas intermedias en estos tiempos de crispación y polarización: la mayoría los odia, es cierto; pero también han surgido algunos defensores de fuste. Lo real es que Antebellum (Antes o Elegida son los títulos con que se la distribuye en los mercados hispanoparlantes) es un fenómeno comercial en las contadas salas del mundo que la proyectan y, sobre todo, en las múltiples plataformas de streaming, donde se mantiene en todos los casos en el primer puesto entre los alquileres.

Si uno se deja llevar por las calificaciones, habría que admitir que Antebellum es una película regular (su promedio en el portal Metacritic con 35 reseñas indexadas es de apenas 45/100), pero entre quienes la han elogiado con entusiasmo figuran firmas de fuste como la de Peter Debruge en Variety o Stephanie Zacharek en Time. Y hay que indicar también que, entre quienes más cuestionan a este proyecto producido y distribuido por Lionsgate, muchos se concentran en cuestiones ideológicas, en los caprichos, en la manipulación desde el guion o en la “irresponsabilidad” a la hora de abordar una temática como la de la esclavitud.



Es muy difícil hablar de Antebellum sin caer en spoilers (es una película llena de vueltas de tuerca inesperadas, revelaciones y golpes de efecto), pero sí se puede decir que los primeros 38 minutos entregan una típica historia exploitation con los crueles abusos a los que son sometidos los esclavos en una plantación de algodón en el sur profundo (allí impera el terror impuesto por los militares del ejército confederado en plena Guerra Civil) y con el personaje de Eden (Janelle Monáe) como protagonista y víctima. Pero, en ese preciso momento, lo que parecía una película en la línea de 12 años de esclavitud, de Steve McQueen; o de Django sin cadenas, de Quentin Tarantino; salta a la actualidad y ahora Monáe es Veronica, una exitosa referente de la comunidad afroamericana que sufrirá otro tipo de castigos cuando viaje al sur para dar una conferencia sobre el racismo en la sociedad estadounidense y la necesidad del empoderamiento.

No conviene, entonces, adelantar nada más, salvo que la dupla Bush-Renz hace gala de un un indudable talento formal (la película abre con un prodigioso plano secuencia, una coreografía de cinco minutos que va mostrando la dinámica dentro de la hacienda donde trabajan los esclavos) y que Monáe sigue demostrando que es una buena actriz. Estrella de la música, esta joven de 34 años viene construyendo una más que digna carrera delante de cámara con películas como Luz de Luna (2016) o Talentos ocultos (2016) y series como la nueva entrega de Homecoming (2020). Un talento multifacético.






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