Festivales
Crítica de “Chico ventana también quisiera tener un submarino”, de Alex Piperno (Forum) - #Berlinale
Cine experimental para la más experimental de las sección de Berlín: el Forum.
Chico ventana también quisiera tener un submarino (Uruguay-Argentina-Brasil-Países Bajos-Filipinas/2020). Guion, dirección y producción: Alex Piperno. Elenco: Daniel Quiroga, Inés Bortagaray y Noli Tobol. Fotografía: Manuel Rebella. Edición: Alex Piperno, Alejo Santos y Karen Akerman. Sonido: Pablo Lamar y Lucas Larriera. Dirección de arte: Daniela Calcagno. Duración: 85 minutos.
El uruguayo Alex Piperno (egresado de la FUC y de un pendular constante entre Buenos Aires y Montevideo) llega al largometraje luego de una fecunda y elogiada carrera en el universo de los cortos (La inviolabilidad del domicilio se basa en el hombre que aparece empuñando un hacha en la puerta de su casa, Los cebúes, ¡Hola a los fiordos! y Lloren la locura perdida de estos campos).
Su ópera prima mantiene (y en varios aspectos amplifica) la impronta experimental de sus breves trabajos previos con una de esas apuestas que dividirá inevitablemente al público entre aquellos irritados por la complejidad (y falta de lógica) de la propuesta y muchos otros que se sentirán fascinados precisamente por lo absurdo de este universo fantástico y con (caprichosas) reglas propias.
El extraño mundo de Chico ventana también quisiera tener un submarino está compuesto por tres subtramas que se terminan conectando, entrecruzando y articulando de las maneras más insólitas (porque están alejadas por compelto de cualquier tipo de realismo): el “Chico Ventana” (Daniel Quiroga) es un marinero de bajo escalafón en un barco que realiza cruceros turísticos por la Patagonia; Elsa (Inés Bortagaray) es una mujer solitaria que vive en un departamento de clase media en Montevideo; mientras que Noli (Noli Tobol) integra un grupo de campesinos filipinos que debe lidiar con la naturaleza salvaje, las tradiciones y los espíritus de su tierra.
Es casi inevitable apreciar en este onírico y estimulante primer largometraje de Piperno las conexiones con el cine de Apichatpong Weerasethakul o Tsai Ming-liang, pero no por eso se trata de una película meramente derivativa o emuladora. Chico ventana también quisiera tener un submarino es un film laberíntico, ambulante, de búsquedas y encuentros fortuitos. Y, más allá de algunos lugares comunes (Piperno no cede a la tentación de destripar un animal en primer plano), construye un mundo con puertas (reales, espirituales, filosóficas) entre mundos aparentemente opuestos e irreconciliables. Junglas y ciudades, barcos y departamentos, Oriente y Occidente... El cine en su apuesta más audaz y con sus espíritu más lúdico.
Toda la información sobre OtrosCines/Club y cómo sumarse a nuestra comunidad cinéfila
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



FESTIVALES ANTERIORES
-La sección oficial de la 78ª edición a realizarse entre el martes 13 y el sábado 24 de mayo consta de 73 largometrajes, a los que hay que sumarles los títulos de Cannes Classics (clásicos restaurados y documentales sobre cine) y Cinéma de la Plage (proyecciones públicas al aire libre).
-Además, se proyectarán los 39 largos de las tres secciones paralelas e independientes: Quincena de Cineastas, Semana de la Crítica y ACID.
-La oferta se completa con las distintas competencias y programas de cortos que hay en todos los apartados.
-En este espacio iremos sumando links a todas las reseñas publicadas durante la cobertura del festival. Ya hay 4 disponibles.
La Quinzaine abrió con un film que el creador de Recursos humanos, El empleo del tiempo, Entre los muros, La clase y El atelier no llegó a concretar antes de su muerte en 2024 y que su histórico colaborador Robin Campillo finalmente hizo realidad.
Ocho años después de su debut en el largometraje con Dark Blue Girl / Die Tochter (2017), estrenado en la Berlinale, Schilinski presentó en la disputa por la Palma de Oro su segundo opus que narra durante dos horas y media cuatro trágicas historias de mujeres de otras tantas generaciones.
El cañaveral del título en Países Bajos es el ámbito donde ocurren hechos siniestros en este inquietante debut en el largometraje de Bresser.