Festivales
Crítica de “Tre piani”, de Nanni Moretti (Competencia Oficial) - #Cannes2021
Por Víctor Esquirol, desde Cannes
Desde que estrenó Ecce Bombo en 1978, Nanni Moretti presentó casi toda su filmografía en las distintas ediciones del Festival de Cannes. Luego de Domani accadra (1988), Caro diario (1994), Aprile (1998), La habitación del hijo (2001), El caimán (2006), Habemus Papa - El psicoanalista del Papa (2011) y Mia madre (2015), ahora el maestro italiano llevó a la Croisette una notable película que expone su gloriosa madurez.
Tre piani (Italia-Francia/2021). Dirección: Nanni Moretti. Elenco: Riccardo Scamarcio, Margherita Buy, Alba Rohrwacher, Anna Bonaiuto, Denise Tantucci, Nanni Moretti, Alessandro Sperduti, Paolo Graziosi, Stefano Dionisi, Adriano Giannini, Tommaso Ragno y Elena Lietti. Guion: Nanni Moretti, Valia Santella y Federica Pontremoli, basado en la novela Tres pisos / Tre piani, de Eshkol Nevo. Fotografía: Michele D'Attanasio. Edición: Clelio Benevento. Música: Franco Piersanti. Duración: 119 minutos.
Una mujer camina con paso errático por la calle. Son altas horas de la madrugada y la calle no está bien iluminada. Resulta que la pobre está a punto de dar a luz y no tiene quien la asista. Va pidiendo ayuda, desesperadamente, desgañitándose. De repente, un coche gira la esquina y se acerca a ella. Pero va muy deprisa, demasiado como para detenerse. Y, en efecto, ella tiene que esquivarlo en el último momento; el coche también da un giro brusco… con la mala suerte de arrollar con ello a otra mujer. Pero hay más, porque sigue sin detenerse y avanza velozmente hasta estamparse contra la pared de un hogar que queda destruido.
Así empieza, literalmente, la nueva película de Nanni Moretti, adaptación de la novela homónima de Eskhol Nevo. Se trata de un drama coral (con la intervención de por lo menos una decena de personajes de peso) que sigue la vida de tres familias que comparten el espacio del mismo bloque de departamentos. Una película río dividida en tres actos (cada uno de ellos separado por un salto de cinco años) que avanza con la contundencia de las aguas revueltas. No se puede razonar con ellas, como tampoco se puede llevar la contraria a Moretti (porque casi siempre tiene razón).
Pero, en realidad, en Tre piani todo son llamas que abrasan, todo son personajes fogosos en situaciones volcánicas. Nanni Moretti en su salsa; en ese miasma donde se cuecen las grandes tragedias y alegrías de la vida. Su nueva película es exactamente esto: una concatenación, de dos horas de duración, de estos golpes del destino con los que, por ejemplo, se nutren las soap operas. Hay mucho de este formato televisivo en este film: en efecto, no hay ningún personaje que llegue a la línea de meta sin ningún sobresalto en su historial.
Un padre le dice a su hijo que no quiere volverlo a ver nunca más, otro asalta a su vecino, convencido de que este ha abusado sexualmente de su hija menor de edad; un hermano amenaza de muerte a otro, una madre teme caer presa de la misma demencia que se ha llevado a su progenitora… Con el arrojo, contundencia y convicción de ese cine que no conoce medias tintas, pues estas no sirven a la hora de afrontar los baches tremendos que marcan el camino.
Subimos, y bajamos, pensando siempre que jamás podremos reponernos… pero de alguna manera, siguiendo. Avanzando, teniendo más claro, a cada paso efectuado, que “las cosas” nunca se arreglarán del todo; que cada malentendido aclarado habrá creado por lo menos otro conflicto. Un poderoso espíritu caótico gobierna el devenir de todos los frentes en Tre piani, y claro, el descontrol (sobre todo el que tiene que ver con la vida de los seres queridos), llama al grito, al llanto, a rasgarse las vestiduras.
Pero, a la larga, y aquí está el punto, llama a la calma; al amor hacia el otro, a pesar de todos sus defectos. En un principio no lo parece, pero al final queda claro que en Tre piani no hay gente “mala”, solo personas en constante tránsito hacia la bondad o, si se prefiere, hacia la comprensión empática de su entorno. El gancho de muchos frentes está en la búsqueda de una verdad esquiva, cinematográficamente elíptica; una duda que alimenta miedos, complejos… malas decisiones. Pero, tarde o temprano, acaba imponiéndose algo mucho más difícil de conquistar: el perdón. Es la gloriosa madurez de Nanni Moretti, un hombre tan impulsivo en su fachada como sabio en su interior.
Hacete soci@ de OtrosCines/Club
Con un aporte de solo 250 pesos por mes, accedé a la newsletter semanal con información, recomendaciones y análisis de tendencias solo para suscriptor@s, así como a otros beneficios exclusivos, y ayudás a sostener un proyecto periodístico independiente y de calidad.
Más información: OtrosCinesClub@gmail.com
Suscribirme
COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



FESTIVALES ANTERIORES
Críticas breves de tres valiosos films distinguidos por los jurados de sus respectivas secciones.
-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.
Cierre de la trilogía iniciada con 36 horas (2021) y Cuando oscurece (2022).
El nuevo film de Seles ganó el Premio Especial del Jurado de la competencia dedicada a lo nuevo del cine nacional.
Desde hace un par de décadas, a partir del intenso drama familiar que fue la película LA HABITACIÓN DEL HIJO(2001), el director Nanni Moretti transita el camino del gran cine. Después de películas como EL CAIMÁN (2006), HABEMUS PAPAM(2011) Y MIA MADRE (2015) que integran el universo de 9-10 puntos, decide .filmar esta tragicomedia que retrata la vida en un edificio que es violentada a partir que un auto se estrella en su frente de vidrio y destruye gran parte de un hogar. Por la película desfilan personajes fuertes e intensos como el matrimonio que conforma un juez (Nanni Moretti) y su esposa Dora (la extraordinaria actriz Margherita Buy) padres del conductor del automóvil que desata una tragedia, un hombre llamado Lucio (Ricardo Scarmarcio) que vive con su mujer Sara (Elena Tienti) y sospechade manera obsesiva que un vecino abusa de su hija de 7 años, además de una mujer llamada Mónica(la muy buena actriz Alba Rohrwacer) que cría en soledad a una bebé recién nacida, batallando con un pasado familiar de locura. A medida que avanza la película atrapa al espectador a lo largo de casi dos horas de proyección. No se trata de una película del Moretti del siglo XX filmaba películas esencialmente políticas sino de una sucesión de historias filmadas con el registro de la tragicomedia italiana aunque con un entramado de relaciones familiares que lo acerca más al cine de Bergman. Una excelente película que seguramente estará en el decálogo de las mejores del año (9/10)