Festivales
Crítica de “France”, de Bruno Dumont, con Léa Seydoux (Competencia Oficial) - #Cannes2021
El director de La vida de Jesús, La humanidad, Flandres, Entre la fe y la pasión, Fuera de Satán, Camille Claudel 1915, P'tit Quinquin, La bahía y Jeannette, la infancia de Juana de Arco presentó un satírico y desmesurado retrato sobre la realidad de su país.
France (Francia-Alemania-Italia-Bélgica/2021). Guion y dirección: Bruno Dumont. Elenco: Léa Seydoux, Juliane Köhler y Benjamin Biolay. Duración: 133 minutos.
La figura mediática más potente de la nación gala se llama precisamente como esta misma. “La France c’est elle”, una mujer que está en todos los sitios, que conoce a todo el mundo, que deja huella en todos los espacios donde interviene. Lo mismo le da presentar un noticiero, como moderar una tertulia política, como enfundarse en un chaleco antibalas para estar en primerísima línea de fuego, ahí donde se cuece la actualidad más reveladora.
Como cabía esperar, toda reverencia y sentido de admiración que podía despertar un personaje como este, con Bruno Dumont se convierte en una actitud paródica; netamente iconoclasta. Un hombre enarbola en una cena de gala un pomposo discurso sobre el capitalismo… y, a los pocos segundos, casi se atraganta tomando una copa de vino. El monstruo del ridículo, siempre al acecho. Total, que al cineasta de Bailleul el nombre de la protagonista le viene como anillo al dedo para dibujar otro retrato caricaturesco de su país. La película, por si había dudas, empieza con una conferencia de prensa de Emmanuel Macron, ni más ni menos.
En el primer plano tenemos a Léa Seydoux, o sea, a France; en el segundo, al ilustrísimo Presidente de la République. La gracia de la escena está en que el segundo tiene que acabar llamando la atención a la primera, pues esta no está atendiendo a sus palabras: anda muy despistada, intercambiando obscenos gestos de complicidad con su inseparable ayudante. “A Macron yo me lo follaba”, dice una, “Pues anda que yo”, confirma la otra, en ese lenguaje de signos que pueden entender los que no tienen nociones de lenguaje de signos.
Este diálogo silente se articula a partir de un juego de plano-contraplano que parece tener por lo menos media docena de tomas más de las -racionalmente- necesarias. Lo que se comunican estas dos amigas y compañeras de trabajo queda meridianamente claro desde el principio y, aun así, Bruno Dumont sigue ahí, aguantando la mirada, atizando el fuego. Quiere más, siempre quiere más. El nulo sentido de la mesura (marca de la casa) dicta evidentemente el desarrollo de una historia que en un buen puñado de ocasiones, da la sensación de solo estar interesada en buscar esas situaciones excesivas; esos personajes histriónicos.
Bruno Dumont en su salsa, una vez más. Su nuevo cuento sobre el “majadero nacional” encuentra los mayores momentos de inspiración contraponiendo esa esencia demencial con los deseos de aparentar justo lo contrario; o sea, de querer proyectar al mundo una imagen de seriedad, profesionalidad y, por supuesto, compromiso férreo en la aplicación de códigos deontológicos. France clava sus gélidos ojos en la cámara y suelta un emocionante monólogo sobre las injusticias y las barbaridades que se están perpetrando en un campo de batalla de Oriente Medio. Todo bien, todo muy admirable.
Si no fuera porque antes se nos ha enseñado, con todo lujo de detalle, el making-of de dicha pieza. La información de rigor convertida en bufonesca desinformación articulada con la más grosera de las puestas en escena. France, esa idealización, es evidentemente una fantasía que hace por envolverse en otra fantasía. Una bonita mentira, vaya… que será atacada, cómo no, por las fuerzas de Bruno Dumont. De repente, aparece uno de esos personajes imposibles; una criatura de facciones y hablares que es como si fueran la proyección directa del subconsciente de tan extremo cineasta.
Su mirada, como ya pasara en su radical doble acercamiento a Juana de Arco, se posa sobre su protagonista desde arriba, desde el cielo, en un acercamiento casi-divino que, a pesar de todo, desprende compasión hacia una figura que tiene mucho de mártir (el de la persona que por no aguantar el reflejo del espejo, se mira a sí misma en la televisión). Y por supuesto, cada golpe (humorístico) en France tiene algo de esto: pudiendo durar un minuto, Dumont alarga hasta los tres (como mínimo), del mismo modo, pudiendo resolverlo con una toma, él sube la apuesta a cinco y, por supuesto, donde a alguien “normal” le hubiera bastado con un gesto de complicidad, él quiere seis o siete muecas desfiguradas. Tan genial y despiadado como excesivo y, claro está, insoportable.
Hacete soci@ de OtrosCines/Club
Con un aporte de solo 250 pesos por mes, accedé a la newsletter semanal con información, recomendaciones y análisis de tendencias solo para suscriptor@s, así como a otros beneficios exclusivos, y ayudás a sostener un proyecto periodístico independiente y de calidad.
Más información: OtrosCinesClub@gmail.com
Suscribirme
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



FESTIVALES ANTERIORES
-La sección oficial de la 78ª edición a realizarse entre el martes 13 y el sábado 24 de mayo consta de 69 largometrajes, a los que hay que sumarles los títulos de Cannes Classics (clásicos restaurados y documentales sobre cine) y Cinéma de la Plage (proyecciones públicas al aire libre).
-Además, se proyectarán los 39 largos de las tres secciones paralelas e independientes: Quincena de Cineastas, Semana de la Crítica y ACID.
-La oferta se completa con las distintas competencias y programas de cortos que hay en todos los apartados.
-En este espacio iremos sumando links a todas las reseñas publicadas durante la cobertura del festival.
Críticas breves de tres valiosos films distinguidos por los jurados de sus respectivas secciones.
-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.
Cierre de la trilogía iniciada con 36 horas (2021) y Cuando oscurece (2022).