Festivales
Críticas de “Distancia de rescate”, de Claudia Llosa; y “Earwig”, de Lucile Hadzihalilovic (Competencia Oficial) - #SanSebastián2021
Dos películas de y sobre mujeres que llenaron de fascinación y misterio la sección principal del festival vasco.
-Distancia de rescate (Perú-Chile-Estados Unidos-España/2021). Dirección: Claudia Llosa. Elenco: María Valverde, Dolores Fonzi, Germán Palacios, Guillermo Pfening, Cristina Banegas y Emilio Vodanovich. Guion: Claudia Llosa y Samanta Schweblin, basado en la novela de Schweblin. Fotografía: Oscar Faura. Edición: Guillermo de la Ca. Música: Natalie Holt. Duración: 93 minutos. Desde el 13 de octubre en Netflix.
El título de la cuarta película de Claudia Llosa hace referencia a la distancia que separa a una madre de su hijo cuando este puede encontrarse en peligro. Es un hilo invisible que permite reaccionar para evitar un accidente. La cineasta adapta la novela homónima de la escritora argentina Samanta Schweblin, con la que consiguió un gran éxito editorial, y ambas firman el guion de una historia centrada en la maternidad, un tema que aparecía ya en La teta asustada (2009), el segundo film de la directora peruana afincada en Barcelona, con la que consiguió el Oso de Oro en la Berlinale. En Distancia de rescate, la maternidad es abordada desde distintos puntos de vista y diversos estados emocionales, adoptando el formato del thriller y ofreciendo algunos apuntes que van más allá del tema central, a propósito de cómo el ser humano está amenazando la vida de la tierra y su propia salud.
Esta coproducción internacional que distribuye Netflix comienza generando cierta perplejidad al espectador. Una voz en off de una mujer que se encuentra agonizando habla con un niño, que la invita a recordar los acontecimientos que ha vivido a lo largo de los últimos días. Una secuencia onírica, con imágenes inconexas, que sirve como presentación de esas dos voces que acompañarán al espectador de forma críptica e inquietante a lo largo de todo el metraje. La película cuenta la llegada de Amanda (María Valverde) y de su hija Nina a una casa de campo en un lugar del interior de Argentina. Piensan disfrutar de sus vacaciones, mientras esperan al marido que tiene que regresar de un viaje de trabajo. Nada más instalarse reciben la visita de Carola (Dolores Fonzi), que es también madre de un niño algo mayor que se llama David.
Este encuentro resulta desconcertante, hay una sensación de extrañeza que sobrecoge y anuncia que esa distancia de rescate se va poner en algún momento en peligro. Algo que confirma la revelación de Carola a propósito de un accidente que su hijo sufrió cuando era pequeño y que, según relata, ha cambiado su vida y su comportamiento. De este modo, el guion apunta hacia un elemento sobrenatural que va a estar presente a lo largo de todo el film y plantea un misterio que funciona como punto de giro para una narración que se construye con continuos saltos temporales propiciados por las conversaciones que se escuchan en off, que intentan recomponer un puzle al mismo tiempo que lo hace el espectador.
La directora de Madeinusa (2006) y Aloft (2014) ofrece un nuevo registro en su carrera al acercarse al thriller, y lo hace aferrándose a algunos de los lugares comunes del género, pero sin dejar de demostrar su personalidad como narradora. La forma en la que retrata los cuerpos dentro de la naturaleza, la búsqueda de planos que transmiten inquietud a pesar de una aparente belleza y la creación de ambiente asfixiantes son algunos elementos con los que trabaja en el film, que consigue su objetivo de ser una película de género que funciona como tal. Pero sobre todo brilla por esa reflexión que propone a propósito de las distintas formas de entender la maternidad de las dos protagonistas. Un interesante punto de vista, a partir de una obra firmada por dos mujeres, que habla, en clave universal, de los miedos de estas madres y de la forma en la que se relacionan con sus hijos.
María Valverde y Dolores Fonzi afrontan el duelo interpretativo con dos personajes opuestos que en realidad funcionan como dos caras de la misma moneda. Es como si se miraran a la vez en el mismo espejo –en este sentido el film tiene un aire bergmaniano– y cada una quisiera capturar el reflejo de la otra para transformarse en alguien que no es. Un planteo psicológico que consigue que un film que pudiera pasar por un producto de suspense alcance su propia y determinante valía.
-Earwig (Francia-Bélgica-Reino Unido/2021). Dirección: Lucile Hadzihalilovic. Elenco: Paul Hilton, Romola Garai, Alex Lawther y Romane Hemelaers. Guion: Lucile Hadzihalilovic y Geoff Cox. Fotografía: Jonathan Ricquebourg. Edición: Adam Finch. Música: Augustin Viard y Warren Ellis. Duración: 114 minutos.
La obra de Lucile Hadzihalilovic se conoce bien en el Festival de San Sebastián. En 2004, logró el premio New Directors con su ópera prima Innocence (2004). Luego, en 2015 obtuvo el Premio Especial del Jurado con Evolution, y sus cortos y mediometrajes se han podido ver dentro de Zabaltegi-Tabakalera. En esta edición, la cineasta francesa regresa a la Sección Oficial con Earwig, su primer trabajo en inglés, en el que reincide en su estilo y se consagra en su condición de narradora absolutamente personal, una creadora de atmósferas únicas que tiene esa cualidad, tan gratificante dentro de la programación de un festival, de no generar indiferencia, produciendo divisiones. Esta vez, Hadzihalilovic lo ha vuelto a conseguir.
Earwig es la adaptación de la novela homónima del escritor, escultor y artista de performance inglés Brian Catling, un autor que conecta a la perfección con la sensibilidad de Hadzihalilovic, que contó con su permiso para conseguir el objetivo de narrar un cuento gótico a través de su historia incluso antes de publicarla. El film transcurre en algún lugar indeterminado de Europa, después de la II Guerra Mundial, y está protagonizado por Albert, un hombre que se ocupa de cuidar a Mía, una niña que vive recluida en una casa donde las ventanas y las puertas siempre están cerradas. La misión del adulto es cambiar cada día los dientes de hielo de la pequeña, una misión que supervisa con periodicidad fija una voz anónima mediante una escueta llamada de teléfono, la misma persona que se encarga de pagar cada mes los honorarios de Albert.
Earwig es una película hecha de silencios y sonidos. El trabajo en este apartado es admirable y se complementa a la perfección con la banda sonora minimalista que compone Augustin Viard, con la producción de Warren Ellis, cómplice íntimo de Nick Cave en varios de sus proyectos. Entre los dos protagonistas no hay conversaciones, solo rituales (comer, dormir y el momento en el que se produce el cambio de dentadura) y una distancia que no se justifica en ningún momento al espectador. Como sucedía en sus anteriores obras, la propuesta de la directora es eminentemente sensorial, un billete para un viaje al que hay que sumarse liberado de prejuicios y muchas veces sin tratar de comprender la lógica narrativa que propone el film, que se sitúa de manera decidida entre la literatura de terror, el surrealismo y lo onírico.
El espectador se ve envuelto en la creación de una atmósfera misteriosa, siniestra e hipnótica. Ahí tiene un papel determinante la dirección de fotografía de Jonathan Ricquebourg, que ya realizó un trabajo muy similar con Albert Serra en La muerte de Luis XIV (2016). Se trata de conseguir ambientes sin iluminación artificial, dejando que la oscuridad ocupe su espacio y la luz indirecta proponga desconcertantes claroscuros que refuerzan de una manera determinante el componente gótico de la película. A la vez que las imágenes del interior de la casa se suceden dentro de su rítmica rutina, nuevas piezas se van sumando al rompecabezas que propone el film, con la presencia de otros personajes igual de enigmáticos y de los recuerdos de su protagonista, que aparecen para aportar (muy poca) información sobre su pasado y proponer lecturas a lo que se está viendo en la acción presente.
Solo son pistas dentro de una trama críptica que es inevitable asociar en algunos momentos al David Lynch de Carretera perdida (1997) o al cine de Peter Strickland, por poner dos referentes contemporáneos. Un cine que no hace concesiones. Hay que participar de su propuesta para disfrutarla y el espectador que no lo haga quedará irremediablemente fuera. El que acepte va a descubrir una directora que demuestra una personalidad muy definida, irreductible y que siempre busca nuevos retos.
Cómo y por qué suscribirse a OtrosCines/Club
Las suscripciones son la mejor manera para que las lectoras y los lectores apoyen directamente a los emprendimientos periodísticos independientes y ayuden a sostener un producto de calidad.
Gracias a un aporte de apenas 250 pesos mensuales (el costo de un café), que se debita de cualquier tarjeta vía Mercado Pago, las suscriptoras y suscriptores acceden cada viernes a primera hora a una cuidada y curada newsletter con análisis, información y recomendaciones.
Además, hay otros beneficios (últimamente con plataformas de streaming como Películas Nobles o Comunidad Cinéfila), videoconferencias exclusivas e importantes descuentos para todos nuestros cursos y talleres.
Promoción: Quienes se sumen hasta finales de septiembre tendrán acceso sin cargo adicional a las últimas 20 newsletters exclusivas.
Para más información nos pueden escribir a OtrosCinesClub@gmail.com
SUSCRIPCION INDIVIDUAL: $250 mensuales
Suscribirme
SUSCRIPCIÓN INSTITUCIONAL (para empresas y organizaciones que quieran sumar su apoyo): $1.000 mensuales
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



FESTIVALES ANTERIORES
Por tercer año consecutivo, Diego Batlle y Manu Yáñez unen fuerzas para cubrir el principal festival del mundo. Antes de viajar a la Croisette, analizan el lugar de privilegio de Cannes en el contexto cinéfilo actual y recorren una programación que promete: Carla Simón, Oliver Laxe, Kelly Reichardt, Wes Anderson, Richard Linklater, Ari Aster, Ethan Coen, Spike Lee, Lynne Ramsay, los hermanos Dardenne, Julia Ducournau, Kleber Mendonça Filho, Nadav Lapid, Christian Petzold, Sebastián Lelio, Hlynur Pálmason y Lav Diaz, entre muchos otros autores de renombre.
-Este podcast cuenta con el auspicio de MUBI.
-La sección oficial de la 78ª edición a realizarse entre el martes 13 y el sábado 24 de mayo consta de 73 largometrajes, a los que hay que sumarles los títulos de Cannes Classics (clásicos restaurados y documentales sobre cine) y Cinéma de la Plage (proyecciones públicas al aire libre).
-Además, se proyectarán los 39 largos de las tres secciones paralelas e independientes: Quincena de Cineastas, Semana de la Crítica y ACID.
-La oferta se completa con las distintas competencias y programas de cortos que hay en todos los apartados.
-En este espacio iremos sumando links a todas las reseñas publicadas durante la cobertura del festival.
Críticas breves de tres valiosos films distinguidos por los jurados de sus respectivas secciones.
-Este sábado 12 de abril se entregaron en La Usina del Arte las distinciones de la vigésima sexta edición del festival porteño.
-LS83 obtuvo el Premio Ciudad de Buenos Aires al mejor largometraje nacional en todas las competencias.
-La virgen de la Tosquera logró el Gran Premio del Jurado de la Competencia Internacional; y Bajo las banderas, el sol, el de la Competencia Internacional.