Festivales

Crítica de “Avec amour et acharnement”, de Claire Denis, con Juliette Binoche y Vincent Lindon (Competencia Oficial) - #Berlinale2022

-La directora francesa de películas como Bella tarea35 rhums y Un bello sol interior vuelve a trabajar tanto con Binoche como con Lindon en un film sobre los celos y las tentaciones.
-Actualización: ganadora del premio a Mejor Dirección.

Publicada el 12/02/2022


-Avec amour et acharnement / Both Sides of the Blade / Fire (Francia/2022). Dirección: Claire Denis Elenco: Juliette Binoche, Vincent Lindon, Grégoire Colin, Issa Perica, Bulle Ogier y Mati Diop. Guion: Christine Angot y Claire Denis. Fotografía: Eric Gautier. Duración: 116 minutos. En Competencia Oficial.


Sara y Jean disfrutan a solas de un merecido descanso y lo consiguen, precisamente, porque están solos. De hecho, parece que no haya quedado nadie más en todo el planeta. Sus siluetas, apenas dos manchas en la azul inmensidad del mar, se presentan casi como los últimos vestigios de la humanidad, incluso del reino animal. Y así está bien. Mejor dicho: está perfecto. El agua, cristalina, arroja luz sobre dos cuerpos en total sintonía, tanta que no sorprendería verles fusionarse. Las caras de Juliette Binoche y de Vincent Lindon están precisamente en estas: un primerísimo primer plano las junta con la evidente intención de que la toma no pueda respirar, o que solo pueda hacerlo a través de sus bocas.

Pero el idilio no tarda en romperse. La siguiente escena nos sumerge abruptamente en un túnel por el que circula un tren a toda velocidad. Atrás queda aquella costa paradisíaca; ahora estamos en París, la gran ciudad, ese espacio inmenso y sobrepoblado en el que obviamente se hace latente el riesgo de contagiarse. En casa, la gente se comunica a través de videollamadas con una resolución de imagen casi grotesca; en el resto de los interiores no queda otra que taparse la cara con una o dos mascarillas hasta volver a salir al exterior y, ahora sí, volver a reconocernos los unos a los otros.

Un gesto, una mirada furtiva y ya se ha lanzado el embrujo. De camino a su trabajo en una emisora de radio (y antes de entrevistar a Lilian Thuram sobre cuestiones de identidades raciales), Sara se cruza con François, su ex pareja y hace tiempo también el mejor amigo de Jean. Y todo se precipita, y todo se va al traste. Avec amour et acharnement es esto, un triángulo amoroso en el que, además de los dos actores antes presentados, tenemos a Grégoire Colin, aquí en la piel de un empresario que entra en escena a través de una teóricamente irrechazable oferta laboral a su antiguo colega. Antes de esto, la felicidad sigue instalada en casa de Sara y Jean.

En parte, porque son capaces de hablar sobre lo que haga falta; de decírselo todo a la cara, vaya. Cuando solo están ellos dos en la ecuación da la sensación de que está todo controlado: de que todo lo que vemos y oímos es realmente lo que hay. Pero la inclusión de este tercer elemento no tarda ni medio segundo en manifestar su poder disruptivo: el deseo amoroso realmente se mueve a esta velocidad demencial. En una fiesta, los tres personajes coinciden en escena por primera vez y cuando Sara y François se quedan a solas da la sensación de que entre los dos (con la energía que han despertado) han roto la lógica espacio-temporal; ya puestos, la del montaje.



El tercero en discordia acudía a la cita con su actual pareja, pero cuando cruza su camino con su antiguo amor todo se acelera hasta descarrilar. Sara y François se disponen a ponerse al día, descaradamente abiertos a cualquier proposición por parte del otro y, claro, esto la novia de ahora lo ve, y parece que no lo va a tolerar, que va a intervenir para marcar territorio… pero no. Un corte nos sitúa en un momento y un lugar en el que dicho encontronazo ya es agua pasada. O a lo mejor es que no se ha llegado a producir. No lo sabemos, solo podemos intuir lo que ha pasado a través de las actitudes y los relatos de los personajes que están en escena.

Mediante un juego perverso de elipsis, en el que nuestro punto de vista como espectador pierde los privilegios de la omnipresencia, Claire Denis nos sumerge ahora en la turbiedad de los laberintos melodramáticos, aquellos en los que es tan fácil perder la compostura. De hecho, el propio aparato cinematográfico se presta al espectáculo: la crudeza de las imágenes digitales privan de cualquier posibilidad de glamour a los integrantes de este triángulo pasional, y el sobre-uso de la partitura de Stuart Staples parece intervenir intrusivamente en su psique. Jean, Sara y François son meros títeres a merced de sus propios calentones.

Ella, en una de las muchas convulsiones sufridas, se ve casi obligada a verbalizar (en voz alta, se entiende) los síntomas que seguramente va a manifestar su cuerpo a lo largo de los próximos días: “Ya estamos, una vez más, tocará estar siempre atenta al teléfono móvil… tocará sentirse húmeda”. Lo dice para ella, para sacar este calor que lleva dentro, pero también lo exterioriza para que lo oigamos nosotros, quienes a estas alturas ya nos hemos acostumbrado a la falta de sutileza con la que el guion coescrito por Christine Angot (colaboradora de Claire Denis en Un sol interior) va adentrándose en cada tortuoso frente de la función. Lo importante, en este sentido, es que cada uno de ellos está al servicio de los caprichos de los tres (des)enamorados.

Solo existen los celos, las desconfianzas y la espera hasta que el móvil vuelva a sonar. Nada importa más allá de esto; el mundo se pierde de vista. Pero volviendo al aparato cinematográfico, está claro que el envoltorio condiciona el contenido… proporcionándole también las herramientas necesarias para brillar. En este caso, está un trío protagonista que se luce al optimizar el tiempo y el espacio que les proporciona la cámara nerviosa de Claire Denis: Grégoire Colin descoloca con la facilidad con la que el “galán fatal” puede perder la dignidad, Juliette Binoche llora como nadie la pérdida de su propia libertad y Vincent Lindon da una semi improvisada y magistral lección de retroalimentación de la frustración. Cada uno con sus propios demonios y alimentando los de su compañero de cama. Como en las relaciones más enfermizas, aquellas de las que no se puede salir tan fácilmente.


Cómo y por qué suscribirse a OtrosCines/Club

Las suscripciones son la mejor manera para que las lectoras y los lectores apoyen directamente a los emprendimientos periodísticos independientes y ayuden a sostener un producto de calidad.

Gracias a un aporte de apenas 300 pesos mensuales (el costo de un café), que se debita de cualquier tarjeta vía Mercado Pago, las suscriptoras y suscriptores acceden cada viernes a primera hora a una cuidada y curada Newsletter con análisis de tendencias y cada miércoles reciben recomendaciones de películas y series en nuestro canal de WhatsApp.

Además, hay otros beneficios (como tres meses sin cargo en la plataforma de streaming MUBI), videoconferencias exclusivas e importantes descuentos para todos nuestros cursos y talleres.

Promoción: Quienes se sumen tendrán acceso sin cargo adicional a las últimas 20 newsletters exclusivas.

Para más información nos pueden escribir a OtrosCinesClub@gmail.com

Suscribirme

COMENTARIOS

  • SIN COMENTARIOS

DEJÁ TU COMENTARIO


FESTIVALES ANTERIORES


Festival de Gijón 2025: Todas las películas y nuestras críticas
Diego Batlle, Violeta Kovacsics y Ezequiel Boetti

-Con la proyección de Blue Moon, de Richard Linklater, dará comienzo la 63ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón, que se realizará del viernes 14 al sábado 22 de noviembre.
-El cine argentino está representado por Las corrientes, de Milagros Mumenthaler; Nuestra Tierra, de Lucrecia Martel; The bewilderment of chile, de Lucía Seles; y el estreno mundial de Los bobos, de Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky.
-En este espacio iremos actualizando las películas reseñadas.
-Se publicaron 53 críticas.

LEER MÁS
Festival de Gijón 2025: crítica de “Así llegó la noche” (“Así chegou a noite”), película de Ángel Santos Touza (Competencia Oficial Albar)
Diego Batlle, desde Gijón

Tras Las altas presiones (2014) y A estación violenta (2017), Santos estrenó en el FIXC este largometraje que le valió el premio a Mejor Dirección en la sección principal. 

LEER MÁS
Festival de Gijón 2025: El cine argentino ganó premios con la dupla Jallinsky-Marinaro y Lucía Seles
Diego Batlle, desde Gijón

-Los bobos, de Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky, ganó la competencia FIXC Premiere, mientras que The bewilderment of chile, de Lucía Seles, obtuvo el Premio del Público en la sección Tierres en trance.
-Magic Farm, de la argentina Amalia Ulman, fue reconocida por el Jurado Joven.
-Al oeste, en Zapata triunfó en la sección oficial Albar.

LEER MÁS
Festival de Gijón 2025: Top 10 a modo de balance
Diego Batlle, desde Gijón

Padre Madre Hermana Hermano / Father Mother Sister Brother, de Jim Jarmusch; Las líneas discontinuas / As liñas descontinuas, de Anxos Fazáns; Al oeste, en Zapata, de David Bim; y Blue Heron, de Sophy Romvari, lideran el ranking personal de nuestro enviado especial a la muestra asturiana.

LEER MÁS