Críticas
Ratatouille, de Brad Bird
Animación gourmet
El talentoso guionista y director de El gigante de hierro y de Los Increíbles construye una parodia prodigiosa (en lo visual) y divertida (en su delirante trama) sobre una simpática ratita devenida chef que desnuda el snobismo y las miserias del universo de la alta gastronomía de París y que consolida al estudio Pixar como líder indiscutido en el competitivo terreno de la animación.
Estreno
05/07/2007
Publicada el 30/11/-0001
Ratatouille es igual de divertida, de creativa, de delirante, de apasionada que Los Increíbles. Y, sí, dura casi dos horas, que igual parecen mucho menos. La ví en versión original subtitulada (en la mayoría de las salas se exhibe doblada al español) y disfruté de las voces, de las canciones, de una animación memorable, de un virtuosismo visual impar, de su impagable humor físico, de su ritmo trepidante que jamás incurre en el caos acumulatorio tapa baches, de su mirada despiadada hacia el mundo chic, snob de la haute cuisine francesa. En definitiva, Ratatouille es una película para ver más de una vez: la primera, para reir sin parar, para deslumbrarse y sorprenderse con sus personajes y situaciones. Las siguientes, para ir desmenuzando poco a poco (como los ingredientes de un gran plato) las múltiples aristas, la inmensa capacidad creativa de un artista enorme como Bird (que hace honor a su apellido y parece volar a grandes alturas).
Bird no sólo se burla de (y también admira a) la sofisticación afrancesada (película para levantar el ánimo del pelado Telerman) sino que recurre a una arriesgada, ácida sátira contra los críticos gastronómicos (y los críticos en general). El Anton Ego que "interpreta" maravillosamente el gran Peter O'Toole es digno de los personajes más oscuros del mundo burtoniano, un malvado propio de las películas de terror de la Hammer. Pero (al fin de cuentas se necesita sumar estrellitas en las críticas como tenedores en los restaurantes) también él tendrá la posibilidad de redimirse.
En un mundo como el de la animación plagado de ratas (sin segundas intenciones), ya que han proliferado aquí (El Ratón Pérez), en Hollywood (El Ratón Mickey) y hasta entre los británicos de Aardman (el Roddy de Lo que el agua se llevó), Bird va varios pasos más allá y, con su ya habitual audacia, las convierte en héroes y heroinas de la cocina gourmet. Y lo hace con las mejores armas (talento y dedicación) de su arte: una animación gourmet.
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO



CRÍTICAS ANTERIORES
La sexta entrega de una de las más populares sagas de terror redobla la apuesta por el gore.
La compañía A24 incursiona en el género familiar con una fábula en la tradición del cine de Steven Spielberg.
Tras su presentación en el Festival de Cannes 2024, llegó al servicio de streaming MUBI este notable y muy personal trabajo del director de culto francés.
La sexta película es fiel al espíritu de la franquicia surgida en los años '80.