Columnistas
Una cierta tendencia puritana en la crítica argentina
Por Axel Kuschevatzky
El coproductor de películas como El secreto de sus ojos, Relatos salvajes y Papeles en el viento cuestiona algunas constantes en la matriz discursiva de los críticos locales.
Publicado el 20/1/2015
Arranco con algunas aclaraciones: voy a generalizar. Lo que sigue no representa al 100% de la crítica. Sepan disculpar los que se sientan abarcados por esta idea injustamente. Por otra parte, no creo que como colectivo la crítica argentina esté pasando hoy por un momento corporativo. No hay un grupo poniéndose de acuerdo en opinar de una forma determinada. Esta tendencia surge naturalmente, quizás por afinidad, quizás reactivamente, pero no es el producto alguna forma de estalinismo gráfico o web.
¿Cuál es el impacto de la crítica a la hora de vender entradas? En la Argentina es nulo (una comparación sistemática en los últimos cinco años viendo los listados anuales del sitio Todas Las Críticas nos demuestra claramente que una gran parte de los films locales con mejores promedios críticos son muy poco convocantes). Lo aclaro para que nadie piense que las observaciones que hago son en resultado de un corazón roto. Simplemente estoy tratando de entender cierta lógica que normalmente se me escapa.
Dicho esto, ahí voy: la crítica argentina es puritana. Perdón, lo hago más específico: la crítica escrita tiene una línea dominante puritana. Según el diccionario, puritano es “aquel que sigue las normas morales con una gran rigurosidad, particularmente cuando es exagerada o se hace como ostentación”. Me atrevo a decir que el puritanismo en el mundo del análisis de cine es fácil de reconocer. Son normalmente esos críticos que se quejan por la escala de una película y por su búsqueda confesa de emocionalidad. En esta línea dominante local el puritanismo aparece en lugares que se repiten sistemáticamente. Hay una queja manifiesta por lo que se percibe como manipulación emocional y una molestia constante en la utilización de la música como elemento emotivo. Cito frases de críticos acerca de algunas películas en las que trabajé: “Un oído atento a los diálogos detectará de inmediato el artificio”, “la música sensiblera”, “demasiado presente, demasiado obvia, incluso adelanta imperdonablemente emociones”. Las tres frases son de tres críticos diferentes sobre tres films distintos, pero marcan un poco esta constante: parece que estamos frente a la aparición de un lugar común que sólo se aplica al cine local que es percibido como industrial. Poco importa que el cine norteamericano utilice música en el 70% de su metraje con orquestas de 40 ejecutantes. Este sería un “problema” del cine argentino porque cuando Steven Spielberg usa 80 minutos de música compuesta por John Williams parece que la cosa no es tan intrusiva.
Hay otras constantes que se repiten, como achacarle a estas películas elementos televisivos. Evidentemente el colectivo critico ve en la búsqueda de emocionalidad una raíz masiva (como la de la TV) y, por ende, cuestionable. Y también se luce la condena a algo llamado “costumbrismo” que nadie sabe explicar muy bien qué es (parece que hay que usarlo cuando los personajes toman mate) y que se opone a lo que sería su versión elevada, el “naturalismo”.
Empiezo a creer que para la línea dominante el punto que molesta es la idea de la manipulación en la producción local. Lo que es un valor en realizadores como Hitchcock –la utilización de todos los recursos expresivos posibles para lograr un estado emocional determinado en la audiencia– es un problema cuando se hace acá. Si uno mira, por ejemplo, la lista de mejores films argentinos del año elaborada por una de las asociaciones de críticos encuentra (más allá de la subjetividad) películas con un deliberado uso minimalista de la música, largos silencios, pocos diálogos y personajes. Es una definición en si misma de lo que el colectivo entiende como la mejor versión posible del cine que debería hacerse en Argentina. El artificio es condenado, claro, cuando sus responsables son señores que te podes cruzar en el supermercado. Por mi parte, no creo que exista nada más interesante que ser manipulado por un narrador y hasta esos films a los que se les atribuye naturalismo y sutileza son ejercicios planificados por sus creadores para disparar estados e ideas específicas.
Que las películas a las que se les achaca estos defectos manipulatorios sean además algunas de las más taquilleras del año también habla de cierta distancia entre lo que esta línea dominante ve como su rol y lo que decide consumir la media del público. Por supuesto, la valoración de una vertiente que decide atenuar la emocionalidad sostiene implícitamente que lo contrario (la “experiencia aumentada”) es un inconveniente, cuando no lo enuncia frontalmente. En esa dinámica el cine que utiliza estos recursos suele ser el además el cine de género, normalmente el más resistido (y a veces hasta castigado) por esta tendencia puritana.
¿Es entonces puritana la crítica, o al menos una parte de ella? No tengo dudas: llevo cinco años leyendo reseñas de gente muy interesante que parece incómoda con films argentinos que se autodefinan como películas de escala o con objetivos emocionales concretos y manifiestos. No es algo que me preocupe demasiado, pero me pregunto de dónde viene esta matriz discursiva espontánea, exactamente para qué sirve y si finalmente no es algo que está alienando al colectivo crítico.
(Publicado originalmente en la página de Facebook de Kuschevatzy y cedido por el autor para su reproducción)
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<p>Que loco este tipo, no, todos los ejemplos que da, son del cine norteamericano, como si quisiera explicar algunas estrategias del cine argentino, a partir de lo que hacen los yanquis. Ese es uno de los principales errores del cine argentino comercial, que es el que este tipo produce: ser igual, mirar hacia, copiar, etc. Lo ideal seria que el cine argentino use recursos originales, o tecnicas autoctonas, si se puede llamar asi, o al menos intentarlo. Como si se puede reconocer en el cine oriental, en cierto cine frances, o en el cine ruso. ¿Por que no se acepta que ciertos ojos reconozcan esos elementos, si son reales? No solo para la critica, sino para mucha parte del publico. Por otro lado, consegui una buena copia de Relatos salvajes, empece a verla por curiosidad, corte a los 10 minutos, completamente inverosimil el dialogo entre Grandinetti y la chica que no recuerdo el nombre. No voy a perder 2 horas de mi vida en eso. Me compre un pirulin que es casi lo mismo. Pero bueno, el publico consume lo que le tiran. O asi parece.</p>
<p>Hay ciertas cuestiones en el análisis de A.K que me gustan, por haber estudiado cine puedo decir que cuando se hacia crítica en los 80 los profesores tenían ese tipo de discurso al que se refiere Axel. Las cosas cambiaron, hay una gran variedad de opiniones y pensamientos. Seguramente una parte de la crítica es justamente criticable, pero creo que hoy en dia tenemos tantas variables, prensa gráfica, virtual, oral..en fin, que no se podria decir que todos opinan de la misma manera. Que hay un patrón definido. Y como espectador, tengo que reconocer que disiento de algunas críticas..como por ejemplo creer que Liverpool era una gran película y tener que decidir en que momento salir de la sala para no dormirme.</p>
<p>Un critico profesional probablemente tenga que escribir 8 o 10 criticas semanalmente y muy pocas son las que realmente le interesan en forma personal.</p> <p>Es entonces que, a veces, no le queda màs remedio que utilizar algunes lugares comunes para facilitar màs rapìdamente la compprensiòn de lo que se quiere decir entre el que escribe y el que lee.</p> <p>Cualquiera que por su rubro laboral tenga que producir informes, crònicas, relatorios,etc sabrà de la utilidad de esas simplificaciones.</p> <p>Ahora si se trata de una pelicula argentina...la presencia de un lugar comun es como una ofensa a la mamma....que ahora sabemos puede venir un puñetazo como respuesta.</p> <p>Es evidente que los AXEL K estan destinados a la polèmica.</p>
<p>Excelente nota, coincido 100%, nuestros críticos están cada vez más lejos del espectador común para el que supuestamente escriben. Soy de MDP y todos los años en el Festival escucho a presuntos cinéfilos destrozando toda película con aires \"comerciales\" y ensalzando cualquiera que sea pseudoexperimental. Cuando escribís una reseña en Clarín no es para lucir tus conocimientos, es para decirle a la gente de que va la película que quiere ir a ver</p>
<p>Es interesante lo que marca AK. Coincido en varios puntos y en otros, no tanto. Si, es verdad, que siento que muchas veces se mide (o mejor dicho, critica) con distinta vara las peliculas nacional con las extranjeras. Como si en Argentina muchas veces los realizadores tengan que \"pedir permiso\" para usar tal o cual recurso. Tal vez estoy equivocado, pero muchas veces me da esa impresión. Slds</p>
<p>Leo las críticas de los estrenos. Las críticas positivas no me hacen comprar la entrada si el film no entra dentro de mis gustos (Ida, Foxcatcher). Las críticas negativas me hacen abstenerme de ver el film (Interestelar).</p>
<p>El Cine además de un arte es un negocio que mueve millones. Creer que una parte de la critica (porque yo no voy a generalizar) no traiga consigo intereses, sería por demas ingenuo de parte de todos. Porque no podemos decir que los productos de ficción de Suar sean logrados (más alla de la parte técnica que avanzo mucho desde mediados de los 90). Por momentos son de los más estupido que se haya hecho en Argentina en cuanto a relato se refiere,al igual que sus peliculas que si bien han tenido de taquilla no dejen de ser tribuneras y costumbristas. No se las exime de un alto grado de manipulacion en cuanto al target y tipo de producto que se quiere brindar al espectador. No exceptuo tampoco a Telefe yavque sus ficciones son patéticas. En cuanto a su participacion en ficciones cinematograficas es más despareja porque tiene titulos de mayor resonancia (El Secreto de sus Ojos y Mi Primera Boda). Aunque habria que preguntarle a AK hasta qué puntos se pudo participar en el proyecto, es decir en qué etapa (pre produccion-produccion-postproduccion). Pero más alla de eso me parece que habria que preguntarse qué rol ocupa la critica aca en nuestro país, y no si está fragmentada o hay corporativismo.</p>
<p>El problema no es el \"costumbrismo\" el problema es cómo se construye ese artificio. Yo tampoco podria definirlo, pero de alguna manera serian aquellos rasgos estilisticos, temáticos, retoricos los que forman parte de su construcción. En cierta medida las producciones de Pol-ka y las de Telefé llevan adelante ese tipo de relato. Lo importante no es definirlo, lo importante es que esa es la la forma de construir relatos predominante en nuestra televisión y tambien en una parte predominante de nuestro cine. Sobre todo aquellos que marcan en mayor o menor medida tendencias en taquilla. Gracias a la coproducciones y aportes privados y de productores asociados o productoras. Pero aca no considero que se trate de critica purista o no sino de pensar de qué manera se construye la television y el cine comercial o mainstream de nuestro país. ¿Por que el espectador medio elige ver solamente a Darin? Por más que algunas de sus peliculas son fallidas. ¿Qué factores intervienen a la hora de ver una pelicula? Multiples, pero ninguno es formula del exito. Lo que estoy seguro en nuestro pais es de que una pelicula sin actores conocidos, sin publicidad, y con pocas salas de exhibicion seguramente tendra menos, muchisimos menos espectadores. La crítica es un factor importante dentro del fenomeno cinematografica pero no determinante a la hora de que alguien elija o no ver determinado film.</p>
<p>Uno de los -para mí- lugares comunes a la hora de criticar a la crítica es que nosotros hemos perdido la capacidad de emocionarnos porque vemos muchas películas, mientras que el espectador común agradece la manipulación emocional. Me parece bastante absurda esa sentencia: ¿Hay UNA forma de emocionarse? ¿TODOS los espectadores se emocionan de la misma manera ante determinados estímulos? Estoy seguro que no. Yo me emocioné hasta las lágrimas, por ejemplo, con BOYHOOD ¿Está bien, está mal? Probablemente a mucha gente la propuesta de Linklater no la haya conmovido. Cuestiòn de gustos y sensibilidades. Yo me conmuevo con situaciones creíbles, con conflictos humanos con los que me identifico, con personajes con carnadura, con directores con empatía. No me gustan los films aleccionadores a la hora de exponer \"dramas de hondo contenido humano\" y, sí, las bandas sonoras ampulosas que me indican cuándo debo emocionarme me generan el efecto contrario (Boyhood sólo tiene hermosas canciones, je). La seguimos.</p>
<p>Mientras leía se me vino a la cabeza un pasaje de la crítica de DB de Whiplash: \"Más allá de algunos ingeniosos pero algo manipuladores trucos de guión y de un final que resulta un poco efectista y ampuloso (pero igualmente muy eficaz)\". Yo la había visto unos días antes, y realmente me pareció un final muy bien trabajado, como pocas veces se ve en el cine contemporáneo. Y tiene una gran carga emotiva, eso seguro.</p> <p>Coincido en que las emociones son mal vistas por la crítica y castigadas con sus valoraciones. Y la búsqueda de estructuras novedosas, demasiado premiadas. Como si el simple hecho de ser metódico fuese algo malo.</p> <p>Algo distinto es el tema de los elementos manipuladores, cuando la música nos indica qué sentir y la escena no tiene capacidad para expresarlo.</p>
<p>Burdo intento de justificar las basuras que financia Telefé, la empresa que le paga el sueldo ¿Qué cierta tendencia, hermano? Papeles en el viento es inmirable</p> <p>Dedicate a lo tuyo, que son los negocios.</p>
<p>Creo, humildemente, que la crítica hoy se convirtió en un ME GUSTA o NO ME GUSTA y a eso se le agregan las palabras, textos indicados para que todo parezca cool. Hace unos años (bastantes ya) leía críticas interesantísimas, casi análisis de los films en cuestión, donde se notaba un conocimiento de la materia. Hoy, la mayoría de la crítica cinematográfica solo se limita a explicar rápidamente por qué le gustó o no un film. Y si eso es (y sigue siendo) así, no me cabe duda que el oficio decaerá. Porque, para eso, como dijo un amigo cinéfilo, \"todos somos críticos\".</p>
<p>Yo suelo hacer un camino inverso. Primero veo la película, y después leo muchas críticas para saber cuanto coincido o disiento con cada una.</p> <p>El debate posterior con la crítica me parece más enriquecedor, sino siento que ya voy predispuesto a ver lo que leí en la crítica, como por ejemplo, que tiene una música muy sensiblera... Y termino muy condicionado. rnNi hablar de los críticos que suelen spoilear (recuerdo una crítica de La Nación sobre La Aldea que contaba el final), así que mejor las leo después.</p> <p>Los únicos criticos que leo antes son los del portal de Cines argentinos, con los que suelo coincidir seguido.</p>
<p>Coincido con Axel en que no me molesta la emoción en el cine y que traten de manipular mis sentimientos, una pelicula que no logra sacarme algo de adentro, tan aseptica, ni me llega ni la voy a recordar cuanda salga de la sala.</p> <p>Reconozco que lloré junto a Mathew cuando mira los videos de sus hijos en Interestellar, y que.... por citar solo un ejemplo actual. Me parece que los criticos despues de haber visto tantas y tantas peliculas han dejado de sentir esa ¨suspension de la incredulidad¨ que los mortales comunes todavía seguimos sintiendo cuando se apagan las luces de la sala. r</p> <p>Loas eternas al amigo Axel que en esas noches de ISAT nos permitio descubrir a Russ (tetas bamboleantes) Meyer, solo por eso merece todo nuestro respeto. Y que siga el debate.</p>
<p>En principio, agradecer a Axel la \"cesión de los derechos\" del texto. Me parece que muchas veces los críticos discutimos entre nosotros (si discutimos) y siempre es buena una mirada externa. Si bien AK tiene origen periodístico, hoy su función claramente es la de co-producir vía Telefé casi todos los éxitos comerciales del cine argentino.</p> <p>1- Coincido con AK en que no hay hoy una mirada corporativa en la crítica. Creo que nunca la hubo, aunque es cierto que en los años 90, cuando todos éramos mucho más jóvenes, solíamos reunirnos en el bar 2001 y, de tanto discutir apasionadamente, salían algunos consensos que podían unificar un poco (sólo un poco) el discurso.</p> <p>2- Como bien admite AK al inicio, lo suyo es una \"generalización\", aunque puede haber algunos elementos comunes en los discursos que den lugar a una \"cierta tendencia\".</p> <p>3- De todas maneras, creo que -más allá de la crisis de la profesión y la creciente precariedad de nuestro trabajo- hay en la crítica autóctona bastante diversidad y variedad de gustos. No es lo mismo un Santiago García que un Roger Koza, por poner dos ejemplos bastante opuestos de cinefilia (ambas, por supuesto, muy valiosas).</p> <p>4- En la elección de FIPRESCI a la que alude elípticamente AK yo voté (al igual que varios colegas) a Relatos salvajes. No quedó entre las cinco nominadas. También quedaron afuera varios directores de renombre, desde Celina Murga hasta Diego Lerman. Que muchos lo puedan leer como que los críticos se \"alejan\" del público es inevitable, pero no me parece grave. En ese sentido, hasta el propio Szifron tuvo hace pocos días en Clarín una opinión muy sobria, elegante y razonable al respecto.</p> <p>5- Sobre el tema de la música, el costumbrismo, la manipulación y otros asuntos que indica con cierta razón AK daría para un ensayo y quizás vuelva sobre eso en este espacio para desarrollarlo. Creo que muchos críticos somos muy generosos con el cine \"industrial\" argentino (a veces demasiado), sobre todo porque hemos notado su mejora en los últimos años (estoy generalizando como AK). Nos puede gustar más o menos lo que hacen Campanella, Taratuto, Burman, Trapero o Szifron pero ya quedan pocos -por suerte- Bañeros dando vuelta (esa también la apoyó Telefé en su lanzamiento). No me gustó Papeles en el viento, pero si uno la compara con el cine comercial que se hacía en los 80 o 90 (sin contar excepciones como Aristarain o Bielinsky) estamos mucho mejor.</p> <p>Por ahora, sólo esto. Seguimos debatiendo. Gracias por participar.</p>
<p>La palabra \"costumbrismo\" casi que ha sido acuñada por los redactores de El Amante, creo que más por una cuestión ideológica de muchos de ellos que por la definición estricta de su significado, es decir la carga impresa de la palabra \"costumbrismo\" pasó a ser peyorativa por el simple hecho de estar incluida en un texto.</p> <p>De todos modos hay películas como los de \"Bañeros\" en los que no hubo una sola crítica positiva y el público acompañó en masa, en este caso puntual solo puede pensarse que la gente que va a esas salas habitualmente no va al cine, solo es seducida cuando un producto de este tipo se estrena, es decir con elementos televisivos asociados al sketch por ej., es decir que no lee críticas y que poco le importa lo que pueda escribir en forma negativa alguien al que se lo denomina crítico. Vi la película hace poco y es muy díficil encontrar rasgos genéricos que permitan definirla como \"película\", es decir que dure más de 60 minutos y se estrene en una pantalla grande no la convierte automáticamente en cine.</p> <p>Hoy en día creo que hay una apertura positiva para la lectura de textos críticos, gracias a las nuevas tecnologías (ya no solo las que proveen los blogs o sitios autogestionados sino también aquellas que permiten la grabación oral como los podcasts). Lo que también me lleva a pensar, como arista negativa, es que puede escribir cualquiera y que la legitimación pasa por otros lados, ya no tanto por el medio en el que se escribe o para quién se escribe. Así y todo, yo leo críticas desde que empecé de preadolescente a ir al cine solo, creo que la actualidad de la crítica es mucho mejor que hace 20 años, que la aparición de revistas como El Amante, Haciendo Cine (más tarde) y la crítica que acompañó al NCA sentó ciertas bases para poder tener una crítica menos conservadora y más \"acompañadora\" de ciertos momentos en los que el cine nacional debe ser apoyado en la difusión.</p> <p>En mi caso, como crítico desde hace poco tiempo, hago mi autocrítica (nunca más oportuno) a estas cuestiones que señala Axel y que son necesarias. Los espacios de debate sobre el rol y la actualidad de la crítica nacional son siempre necesarios, por eso adhiero a la existencia de estos textos y de estos espacios como Otros Cines que los vehiculizan. Espero que se pueda seguir pensando todo esto desde un lugar de respeto y no de intentar inocular como sea el pensamiento propio al otro que está en otra vereda, ya sea como crítico, productor, cineasta, etc.</p> <p>Espero no haberme ido demasiado por las ramas.</p> <p>Saludos</p>
<p>Coincido en algunos puntos con lo que dice. Pero también creo que hay una evidente tarea de los críticos de levantar o recomendar aquellos films que no siguen esas estructuras convencionales o, digamos, màs comerciales, y eso me parece bien, ya que, como sabemos, terminan muriendo en las salas a la semana de su estreno. Es otra generalización, obvio, pero creo que es claro. Me refiero a que dependen màs de la crìtica que de un aparato comercial màs montado.</p> <p>Lo que también es claro, es que pelìculas como RS se venden solas. Y, si están bien hechas o reflejan el estado de ánimo colectivo, mucho mejor. Luego, hay pelìculas \"más de industria\" tipo Muerte en Buenos Aires que son tan horribles como cualquiera de las pelìculas \"más naturalistas\" o \"sin artificios\" que se producen a gran escala. Y hay otras de este género que son una joyita. No creo que los críticos (en general) se casen con ninguna de ellas. Les gusta lo que les gusta y punto. La prueba es que RS tiene uno de los mayores puntajes en TODASLASCRITICAS. Creo que ni JAUJA ni DOS DISPAROS, por mencionar sólo dos \"indies\", recibieron tanto. Por lo tanto, el argumento general es un tanto exagerado. Pero entiendo que lograr combinar arte y espectáculo es una de las cosas más difíciles de conseguir. Acá y en la China. Lo último que recuerdo que lo críticos locales celebraron a ese nivel es GRAVEDAD. Una pelìcula hollywoodense, realizada con todos sus recursos por un... mexicano.</p>
<p>Interesante pero básicamente falso. Lo que le marcan a los films nacionales también se lo achacan a las biopics de cualquier lugar del mundo. Si no leamos cualquier crítica a The Judge, If i stay, The fault in our stars etc, o a películas francesas o italianas. Que las mejores de Spielberg o Abrams se salven no significa que al grueso de la producción mainstream le ignoren esas cuestiones. Y las observaciones si podrían ser las de un \"corazón roto\" que pretenda críticas laudatorias además del éxito ecónomico.</p>