Debates

Una mirada desde el interior del país

Publicada el 30/11/-0001
Siempre es bueno que se genere polémica porque el resultado –si se aprovecha la discusión- puede ser beneficioso para todos. Pero creo que en los términos que esto está planteado no se podrá llegar a buen puerto.

¿De qué hablamos cuando hablamos de cine nacional? ¿O de qué hablamos cuando hablamos de polémica en el cine argentino? Hay algunos lugares comunes en las polémicas:

1- Siempre comienzan por intereses políticos disfrazados en discursos que supuestamente hablan de la protección de ciertos sectores. Es llamativo que la carta de la DAC y Cía. se haya concebido luego de la elecciones nacionales y enviado cuando faltan pocos días para la asunción de CFK, ya que si esta crisis del cine argentino viene de larga data, ¿por qué no se le planteó lo mismo a NK? ¿Qué piensan las otras entidades representativas del cine como la Asociación Argentina de Actores, las entidades de Productores o las otras asociaciones de directores? Estas entidades no se han expresado al respecto. Si hay alguna motivación política por qué no se lo dice de manera más clara. Cuando surgen estas discusiones en momentos previos a un cambio de gobierno se me ocurre que lo que hay detrás no es la intención de mejorar la gestión del INCAA sino de acomodar las personas que beneficien a quienes los coloquen en el nuevo lugar del poder.

2- Se piensan los problemas en función de los beneficios corporativos y no de la totalidad de lo que tan ligeramente se denomina “industria”.

SICA se ha preocupado por elevar los salarios, pero los montos de los créditos y los subsidios no han variado demasiado, por lo tanto producir una película hoy sale más cara que hace un año y una de las variables de la suba de los costos es producto de la decisión de una parte de esta “industria” y esto tiende a que aparezcan cada vez más emprendimientos cooperativos que sean realmente una asociación de trabajadores y transformar a SICA en una asociación de profesionales. Un director de Fotografía cobra $ 2.346 (pesos por semana), un asistente de dirección $ 2.105 (por semana) y un reflectorista $1.174 (semana). También se sabe que muchas producciones acuerdan con los técnicos pagar un poco menos del 100% porque si no no se pueden producir las películas de costos medios o bajos ¿No sería hora de que estos montos varíen de acuerdo al tipo de producción? ¿Cuántos trabajadores en nuestro país ganan semejante cantidad de dinero por semana? Si embargo, un actor protagónico cobra de acuerdo a la Asociación Argentina de Actores $ 7.000 (por 8 semanas de trabajo). En este caso el reflectorista puede cobrar más que el protagonista de una película, obviamente que ninguna estrella del cine y la TV trabaja por esos montos, pero no son tantos actores los que pueden reclamar demasiado por fuera del convenio. Esto es un pequeño ejemplo de algunas contradicciones que conviven en la "industria".

3 - Se habla de conseguir más espectadores y se sabe muy bien que no hay fórmula capaz de obligar a nadie a ir a una sala. También sabemos que en la historia del cine siempre hubo muy buenas, buenas, mediocres y malas películas y de eso el Estado no se puede hacer cargo, de esto nos tenemos que hacer cargo quienes hacemos las películas y son épocas, algunas mejores que otras. La dicotomía estúpida de cine con espectadores vs. cine sin espectadores no hace más que seguir planteando una falsa antinomia. El cine de este país necesita seguir siendo subsidiado y cuantas más películas haya más posibilidades habrá de que algunas capturen la atención de esa entelequia llamada público, como también permitirá que descubramos esas obras que sin la posibilidad de un subsidio o un apoyo estatal nunca podríamos conocer.

Es una verdad de perogrullo y un lugar común, pero el cine es arte e industria y sería bueno que en el momento que surjan propuestas de cambio también exista una convocatoria abierta a TODOS los sectores, integrantes, intérpretes y protagonistas de la industria del cine a debatir acerca de lo que pensamos y cuales serían las medidas que cada uno de nosotros tomaría o propondría, ya que estas cosas no deberían arreglarse corporativamente en el despacho de un presidente/a porque de ser así, sólo se estaría avalando lo que se dice criticar.

Lamentablemente, quienes vivimos en el interior del país estamos ajenos a estas disputas y debates. Yo como director de cine no tengo ninguna asociación que me represente, de la misma manera que ninguno de los directores de cine que producimos fuera de Buenos Aires –y algunos porteños también- nos sentimos identificados con las políticas que llevan adelante estas asociaciones, porque cuando hablan y defienden al cine nacional lo hacen desde su propia perspectiva que es totalmente diferente a la nuestra, es por eso que estamos por constituir una asociación de Realizadores Federales que se preocupe por defender no sólo las cuestiones de los que no estamos incluidos en las otras asociaciones sino también que aporte a la construcción de un cine que deje la mezquinad, el ombliguismo y la hipocresía de lado y que se anime a discutir frente a frente las políticas que verdaderamente hacen falta para desarrollar una industria audiovisual que sea el reflejo de nuestra realidad y que pueda contener a todas la expresiones, las estéticas y las diversas formas de producción.

COMENTARIOS

  • 12/02/2009 9:48

    ME GUSTA TRABAJAR COMO EDUCACION ESPECIAL

  • 1/07/2008 11:12

    Como siempre es un gusto escuchar o leer una opinión de Gustavo Postiglione. El habla con mucha autoridad desde su Rosario, tan cercano a nosotros en historia y geografía; humildemente en mi caso, como productora cordobesa, docente de la escuela de cine de la UNC . Pero lo patético, a esta altura de mis años en el oficio y a la experiencia acumulada con el INCAA por treinta años, es que hablo como ingenua participante de la Clinica de Desarrollo de Proyectos del 2006 del INCAA y el Gobierno de Córdoba y un cuarto puesto del concurso de largos derivado de ese convenio. Leo las enfáticas declaraciones de Directores y productores porteños (algunos de los cuales dictaron la clínica e integraron el tribunal evaluador de los proyectos ficionales y documentales seleccionados cuyas firmas aparecen en las solicitadas), y me pregunto una vez mas de qué cine nacional hablan. Por qué no miran para el interior y elevan tambien su voz incluyendo nuestros reclamos ante la desvergüenza del no cumplimiento del INCAA y el gobierno de Córdoba, quienes se niegan a ejecutar la miserable línea de créditos para la produccion de seis largometrajes de bajo presupuesto anunciado y firmado con bombos y platillos el año pasado.<br /> Se filmó una de las películas sin un peso y deberá hacerse la postproducción en el baño de la casa del director, y los restantes proyectos ni siquiera han recibido una explicación de tres líneas sobre el "evento extraordinario de iniciar una industria cinematográfica en Córdoba" segun expresaba la prensa en agosto del año pasado.<br /> Seguimos instalados en el esquema porteñocentrista y si los intereses no pasan por vuestros limitados horizontes, no son importantes para los que producimos, filmamos y enseñamos de este otro lado. <br /> Lamentablemente nosotros no fuimos invitados a ninguna de las carpas instaladas en la Plaza del Congreso, para colocar nuestro cartelito de AQUÍ ESTA EL PAIS, como supuestamente se autodenoniman nuestros "representantes de la oligarquía sojera".<br /> Hablar en nombre del "cine argentino" es una entelequia y así será para los miles de jóvenes provincianos a quienes les mentimos descaradamente que deben ser esforzados, creativos, estudiar por años y dedicarse luego a filmar sociales.<br />

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