Arma fatal (Hot Fuzz, Reino Unido/2007)

Los creadores de Muertos de risa (Shaun of the Dead) vuelven a las andanzas, esta vez tomando como punto de referencia el cine de acción y de parejas desparejas de policías. Como ocurriera con aquella película, Arma fatal se estrena en DVD.

Si en Muertos de miedo Edward Wright –en su rol de director y guionista- y la dupla cómica integrada por Simon Pegg y Nick Frost –protagonistas absolutos y, en el caso de Pegg, además co-guionista- habían parodiado con creces el subgénero de películas de muertos vivos, ahora este equipo de creadores ciento por ciento británico se carga el cine de súper acción y las buddy-movies típicas del cine de Hollywood.

Como en clásicos del género como Arma mortal, 48 horas o Bad Boys, el relato se centra en un dúo de policías por completo antitéticos. El oficial Angel es un abnegado agente londinense, eficiente y profesional, con un número de arrestos superior en un 400 por ciento al resto de sus colegas. Lógicamente, sus superiores deciden enviarlo a un perdido pueblito del interior donde no se registraron actos criminales en veinte años, antes de que esa diferencia porcentual amenace con dejar en ridículo al resto de la fuerza. Una vez reubicado, el pobre Angel encontrará un aliado en el agente Butterman, un policía que, según sus propias palabras, ha visto “poca acción”, y quizás por ello fanático del… sí, adivinaron, cine de acción con dúos de policías como protagonistas.

Ciertamente, nada interesante ocurrirá en el pueblo, hasta que una serie de bizarros accidentes/asesinatos comience a develar una organización criminal enquistada en el lugar, permitiendo de paso algunos momentos de disparate gore. Por supuesto, Angel y Butterman deberán lidiar con la inoperancia y el descreimiento del resto de la policía y el conjunto de la población local.

Tomando como referente el cine policial tan popular en los años 80 y 90 –las referencias y citas son explícitas-, pero aderezando el relato con una vuelta de tuerca más cercana en su esencia conspirativa a films como The Wicker Man (su reciente remake se estrenó en nuestro país bajo el título El culto siniestro), Arma fatal se mueve entre el chiste verbal, el slapstick y el absurdo surrealista. Culminando, por supuesto, con una extensa secuencia de acción donde todo vale, tan diferente a lo que se venía viendo que parece tomada de otra película. Desparejo, divertido por momentos, construido en base a dos personajes carismáticos y una buena cantidad de gags, el segundo largometraje de Edward Wrigth es otro ejemplo de ese cine inglés pensado para penetrar comercialmente en el mercado norteamericano.

La edición local de Arma fatal incluye una buena cantidad de extras, incluidos los tradicionales trailers, comentarios de audio y escenas eliminadas.

Diego Brodersen