Conociendo a los directores de la Competencia Argentina: Gonzalo Castro (Dioramas)

Luego de tres participaciones consecutivas con Resfriada (2008), Cocina (2009) e Invernadero (2010), Castro se tomó un año "sabático", pero regresa con una película más física que dialogada y con la danza como eje principal.

Información del catálogo del BAFICI

Título: Dioramas
Director: Gonzalo Castro
Año: 2012
Formato: HD 
Color
Duración: 94'
Intérpretes: Marcela Castañeda, Eugenia Frattini, Mariano Pattin, Guido Bonacossa, Stellamaris Isoldi
Guión: Gonzalo Castro
Fotografía: Gonzalo Castro
Edición: Gonzalo Castro
Producción: Gonzalo Castro
Compañía productora: Unacorda Productora

Sinopsis/Reseña: Desde su ópera prima, Resfriada, Gonzalo Castro viene haciendo un cine al margen de las instancias habituales de legitimación: sin haber estudiado cine, sin equipo de rodaje y montando en su casa lo que filma con su cámara digital. El artificio de sus películas no pasa por complicados movimientos de cámara ni prodigios de producción, sino por la captación de momentos de realidad a partir de resortes de raíz ficcional. Con Dioramas el acercamiento a lo real está más desnudo que nunca: prescindiendo prácticamente de acción y personajes en el sentido clásico, se limita a registrar una serie de clases para bailarines en las que éstos aprenden a reflexionar (en el sentido más literal de la palabra) sobre sus movimientos. El desaprendizaje de una serie de actos inconscientes y la búsqueda de otra manera de relacionarse físicamente con el espacio se reflejan en la vida cotidiana de dos alumnas. Pero aquí no se trata de crear conflicto, sino de cotejar las escenas unas con otras, verlas desde la creación de sus movimientos internos, y sumergirse en el constante devenir de las formas.

Biografía: Nacido en Buenos Aires en 1972, dirigió Resfriada (premio al mejor director argentino del BAFICI 2008), Cocina (BAFICI 2009) e Invernadero (mejor película argentina del BAFICI 2010). Como novelista, ha publicado los libros Hidrografía doméstica (2004) y Hélice (2010), ambos a través de Entropía, la editorial independiente que él mismo creó y dirige.

Entrevista con OtrosCines.com

-¿Cómo definirías tu película (historia, búsquedas) y cómo fue el proceso artístico y económico para poder realizarla?

-No estoy tan seguro de que se pueda definir una película, pero digamos que Dioramas tiene que ver con la exploración de cierta sintaxis en la danza contemporánea, y que oscila entre lo que sucede a lo largo de una serie de ensayos y por otro lado ciertas escenas cotidianas de una pareja de chicas que forman parte del grupo coreográfico. El proceso económico fue simple, como en mis otras películas, trabajé yo sólo, haciendo cámara y sonido, y después la edición y las posproducción, con la misma tecnología que usé en Invernadero, así que no hubo mayor inversión en ese aspecto. El proceso artístico es más difícil de describir. Trabajamos con el grupo con el que el coreógrafo, Mariano Pattin, presentó (a fines del año pasado) su bellísima obra La casa Paraíso, al que se le sumaron las chicas que son la pareja "protagonista" y una bailarina más. A priori parecía muy delicado asimilar esos dos grupos, pero dentro de la dinámica de ensayo-clase de Pattin, con su delicado sistema de instrucciones tangenciales, esa imbricación creo que funcionó estupendamente. El otro hemisferio de la película, el de las chicas, es pura ficción. En franca oposición a mis otras películas, Dioramas tiene la particularidad de carecer casi de diálogos, es una película predominantemente física. .

-¿Qué significa esta nueva selección para la competencia oficial del BAFICI y qué expectativas tenés ante este estreno?

-Es un gran, gran privilegio estar en el BAFICI, es un espacio verdaderamente único. ¿Expectativas? De momento mi única preocupación es que la película se vea y se escuche bien, hasta ahí llegan mis expectativas.

-¿Cómo ves el panorama del cine argentino independiente a nivel de financiamiento, calidad técnica y artística, y posibilidades de difusión comercial? ¿Te molestaron los dichos de Thierry Frémaux respecto del “suicidio” del cine argentino? ¿Coincidís con la idea de una crisis en el cine nacional?

-El tema financiamiento es delicado, no sé, mi planteo funciona con presupuestos increíblemente frugales, pero eso depende de cada director y de cada proyecto. Pero sí, la calidad técnica avanza acompañando el auge de las nuevas tecnologías, con las DSLRs a la cabeza, que revolucionaron absolutamente la fotografía en el cine independiente, mientras que las posibilidades de difusión comercial, en mi experiencia, siguen siendo las mismas: ninguna. ¿Crisis? Como todo en este mundo. Las películas interesantes siempre constituyen una abrumadora minoría y surgen de individuos, no de colectivos nacionales. Pero sí, Frémaux de seguro tiene razón, fue un suicidio, un suicidio colectivo; como ballenatos encallamos todos, simultáneamente, y aquí estamos, tendidos al sol.

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