Crítica de “Decime qué se siente. La venganza”, de Fernando Fraiha

Discreta comedia que explota la rivalidad entre Argentina y Brasil.

Decime qué se siente. La venganza (Argentina-Brasil/2016). Dirección: Fernando Fraiha. Elenco: Felipe Rocha, Daniel Furlan, Adrián Navarro, Anita Pauls, Gastón Ricaud, Sebastián Presta, Leandra Leal y Aylin Prandi. Guión: Thiago Dottori, Pedro Aguilera, Jiddu Pinheiro, Felipe Sant’Angelo y Fernando Fraiha. Fotografía: Gustavo Hadba. Música: Plínio Profeta. Edición: Danilo Lemos. Sonido: Federico Billordo. Distribuidora: Aura Films. Duración: 100 minutos. Apta para mayores de 16 años. Salas: 17.

Caco y Vadao son dos amigos brasileños que, entre otras cosas, comparten el oficio de dobles de riesgo. El primero, además, está felizmente de novio y se dispone a dar el gran salto al matrimonio, sin saber que en lugar de un “sí” obtendrá la certeza de una infidelidad de parte de ella. No con cualquier hombre, sino con un… argentino. 

Argentina y Brasil tienen una de las rivalidades deportivas más importantes del continente, y Decime qué se siente. La venganza es un film dispuesto a todo con tal de explotarla. Los amigos no tendrán mejor idea que agarrar el auto para emprender un viaje hasta Buenos Aires con el objetivo de tomarse una revancha encamándose con cuanta argentina puedan. 

Clásica road movie, el problema de la película del paulista Fernando Fraiha no es tanto su propuesta como su resolución. Hay muy pocas ideas más allá de la explotación humorística de esa rivalidad y, para colmo, esa rivalidad se limita a una reiteración de chistes centrados en el fútbol y en las mujeres, además de a una cuantas postales porteñas.