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Crítica de “Lady Macbeth”, de William Oldroyd
Este muy buen film del realizador inglés proveniente del teatro no se basa en el texto de William Shakespeare sino en la novela rusa Lady Macbeth en Mtsensk y cuenta la historia de una mujer oprimida que toma las riendas de su vida en el siglo XIX. Oscura, seca y violenta, es una gran combinación de drama psicológico con película de suspenso que no cae jamás en las trampas del falsamente prestigioso “cine de época”.
Lady Macbeth (Reino Unido/2016). Dirección: William Oldroyd. Elenco: Florence Pugh, Christopher Fairbank, Cosmo Jarvis, Naomi Ackie, Bill Fellows, Ian Conningham, Paul Hilton, Joseph Teague, Golda Rosheuvel y Rebecca Manley. Guión: Alice Birch, basado en la novela de Nikolai Leskov. Fotografía: Ari Wegner. Música: Dan Jones. Distribuidora: Mont Blanc Cinema. Apta para mayores de 16 años. Duración: 89 minutos. Salas: 11.
Lo primero que recordé al comenzar Lady Macbeth no fue ninguna de las tragedias shakespeareanas sino la versión de Cumbres borrascosas que hace unos años dirigió Andrea Arnold. Si bien la película de William Oldroyd no tiene el radical y casi excesivo control audiovisual que tenía aquella propuesta, hay en la puesta en escena –seca, austera, realista, nunca teñida de falso prestigio académico o literario– muchas conexiones. De hecho, si uno entra sin saber que no se trata de una adaptación del Macbeth de Shakespeare sino de la novela rusa de 1865 Lady Macbeth en Mtsensk tal vez suponga que se equivocó de proyección.
Pero no. La “Macbeth” que inspira a esta otra está presente en espíritu, aunque la historia, trama y circunstancias sean muy diferentes. Aquí se narran los cambios de Katherine (Florence Pugh), una mujer que, al iniciar el film, se casa forzadamente con Alexander (Paul Hilton) un heredero un tanto excéntrico, distante y agresivo que la ignora sexualmente, la maltrata y la desprecia, lo mismo que hace su suegro. Entre ambos la tienen casi como prisionera en la casa, con una dama de compañía a su cuidado y encorsetada hasta para ir al baño. Es evidente que Katherine no tardará mucho en rebelarse. Al principio, su única manera de hacerlo es quedarse dormida en cualquier circunstancia, una manifestación física clara de su malestar y desinterés por la vida en esa casona. Pero poco a poco empezará a soltar otro lado suyo, oculto hasta entonces.
Todo empezará cuando su marido y su suegro se ausenten por un tiempo y Katherine empiece un affaire fogoso con uno de los empleados de la casa, Sebastian (Cosmo Jarvis), con quien encuentra la satisfacción sexual que no tiene con su marido. En ese período Katherine se irá soltando cada vez más y convirtiéndose en la verdadera dueña de la casa, en la voz de mando a cargo de todo, permitiéndose liberarse de tanto tiempo reprimida. Pero ellos en algún momento volverán y allí las cosas tomarán un cariz violento, a mitad de camino entre la película de suspenso y el drama psicológico.
Oldroyd, que viene del teatro, logra que sus escenas jamás se sientan como puestas sobre un escenario. Sus decisiones estéticas, la paleta de colores, las actuaciones de los protagonistas y la austeridad del vestuario, la casa, los objetos y hasta el paisaje hablan de un realizador que tomó los mejores referentes del llamado “cine de época” evitando en todo momento el lustrado falso de la adaptación de prestigio. Aquí todo es un poco oscuro, desangelado, chato: la vida en un caserón de campo en el siglo XIX vista sin ningún romanticismo ni nostalgia. Y es a partir de esa situación y esos lugares que la transformación psicológica y hasta moral de Katherine, que pasa de timorata a dominante, es totalmente creíble.
La película no tiene un score musical y las actuaciones son excelentes porque se ajustan siempre al tono asordinado dominante de la puesta en escena. Aún cuando, sobre el final, la tensión se vuelva casi hitchockiana, la película jamás perderá esa suerte de modestia formal. Lo cual hace más efectiva la propuesta. Es la historia de una mujer que, en su lucha por liberarse de la opresión masculina, termina volviéndose también una opresora. Y los cadáveres que quedan en su lucha por el poder son los testigos (mudos) de ese giro histórico y dramático. Es como una especie de timorata Cenicienta que, a lo largo de intensos 90 minutos, termina convirtiéndose en una pariente cercana de Cersei Lannister. Los fans de Game of Thrones entenderán lo ajustado de las similitudes.
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Un film muy interesante, desde la adaptación hasta la puesta en escena; visualmente tenemos un estatismo, que remarca la rigidez de una sociedad machista, una iluminación que juega como contrapunto de acontecimientos macabros y de la personalidad del protagonista un ser frió y despiadado. la atmósfera creada a través de los colores y la iluminación, es idónea siempre remarcando aquella personalidad inescrupulosa, inclusive su vestuario es de color azul. La composición es impecable, juega muy bien con la profundidad de campo, ya que la mayoría de sus encuadres son estáticos, solo un detalle falto agregar a esta maravillosa película: es que en ningún momento vemos la casa por fuera, como si lo hacia Kubrick en películas como Barry Lyndon.
Una grata sorpresa resulta LADY MACBETH dirigida por William Oldroy Quienes pretendan ver una película inspirada en la obre de Shakespeare se encontrarán con una historia que transcurre a mediados del siglo XIX que habla de la transformación que se produce en la joven protagonista Katherine quien se casa forzada con un hombre mucho mayor que la maltrata y no le produce ninguna satisfacción, lo que hace que ella busque mantener una relación sexual intensa con un empleado común y corriente. El espectador comenzará a tomar simpatía por la rebeldía de la protagonista frente a ese entorno opresivo pero un hecho inesperado hacia la mitad de la película introducirá tensiones propias de un thriller con elementos de Hitchcock. Muy bien filmada y con una excelente actuación de la joven Florence Pugh, actriz con un enorme futuro. (8/10)
LADY MACBETH - dir.William Oldroyd Esplendida y muy bien actuada película donde Florence Pugh hace el papel de Katherine, joven mujer que se casa con un hombre frio y que la dobla en edad. La historia sucede en el siglo XIX en una helada y solitaria casa en el campo ingles. La película se presento en la sección oficial del Festival de San Sebastian de 2016. Es un film adaptado de la novela rusa de Nicolai Leskov. Katherine es una joven que no puede adaptarse al maltrato masculino. El silencio es constante como tambien la falta de musica y una vida sumamente monotona.Ella aprovecha la ausencia de su marido y suegro para salir a pasear por el campo y tomar conciencia de que desea hacer lo que le gusta, y la lleva a tener una fogosa relacion con uno de los trabajadores de su marido. En esa casa no hay sonrisas, no hay alegria de ninguna naturaleza , su rostro esta siempre serio. Lady Mackbeth solo quiere hacer lo que desea y y ama mucho a ese hombre que le ha dado una cierta alegria. No se detiene a realizar acciones que contribuyan a obtener lo que ella necesita, en una palabra solo piensa en su bienestar sin considerer lo que esta bien o mal. Se trata de un thriller porque ella va a hacer lo que considera bueno para si misma, este bien o mal. Su actuacion es esplendida, tambien el vestuario y la puesta en escena. Es una pelicula que vale la pena verla. Mary Gondra.
Muy acertados comentarios de Lerer y Dufo. No hay nada que agregar salvo: ¿Pugh podría ser una nueva Kate Winslet?
El cine de Oldroyd avanza sin dificultad a partir de un guión de notable justeza que él adapta al cine con imágenes de tonalidades frías, austeras, un ritmo pausado pero sostenido. Su cine es cine en estado puro. Una sucesión de imágenes pegadas con una coherencia absoluta, mantienen durante todo el metraje un ritmo adecuado a lo narrado. Con una impecable actuación de sus actores principales, Oldroy logra un film de época que evoca algunos grandes films ingleses como ?The Go Between? de Joseph Losey o ?Tess? de Roman Polanski. En sintesis, aguda reflexión sobre el poder que lleva a recordar aquel aforismo de Lord Acton que dice ?El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente?. Comentario Completo: https://thecharlysmovies.blogspot.com.ar https://charlybarny.wixsite.com/charly-barny-movies
A riesgo de parecer básico diria que este desoncertante, secote aunque bello y atrapante film funciona como un trhiller psicológico acerca de la condición cornuda del patriarcado y porque no, de algunos riesgos del empoderamiento femenino. También tiene mucha tela para cortar acerca de las relaciones del poder, el sometimiento y las lealtades cada vez más desdibujadas que dejan a los humanos como sometidos a fuerzas internas incontrolables que conducen a la codicia, la maldad y crueldad y en ocasiones, a heroicidades solidarias. Desde ese punto de vista la temática puede relacionarse con preocupaciones muy actuales y mientras tanto, seguir con mucho interés un relato cinematografico de valor y magnificamente interpretado.