Crítica de “Medusa Deluxe” + Entrevista al director inglés Thomas Hardiman

-Tras un amplio recorrido por festivales (Locarno, Fantastic Fest, Londres, Sitges, Rotterdam y Jeonju, entre muchos otros), llegó a 11 salas argentinas esta virtuosa ópera prima británica.
-Además, charlamos con el guionista y realizador de este estilizado thriller ambientado en el universo de las competencias de peluquería, que desde el 4 de agosto está disponible a la plataforma de streaming MUBI.

Medusa Deluxe (Reino Unido/2022). Guion y dirección: Thomas Hardiman. Elenco: Anita-Joy Uwajeh, Clare Perkins, Darrell D’Silva, Debris Stevenson, Harriet Webb, Heider Ali, Kae Alexander, Kayla Meikle, Lilit Lesser, Luke Pasqualino y Nicholas Karimi. Fotografía: Robbie Ryan. Edición: Fouad Gaber. Música: Koreless. Distribuidora: Maco Cine. Duración: 100 minutos. Apta para mayores de 13 años. Salas (primera semana): 11 (Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Showcase Belgrano, Multiplex Belgrano, Atlas Patio Bullrich, Lorca, Showcase Norcenter, Cinema Paradiso de La Plata, Cines Del Centro de Rosario, América de Santa Fe y Nave Uncuyo de Mendoza). Desd el 4 de agosto en MUBI.

Una comunidad de peluqueros que cada año participa de un concurso se ve conmovida cuando es encontrado el cadáver de uno de ellos y encima con el cuero cabelludo arrancado. El misterio respecto de tan brutal asesinato y la lógica perplejidad, angustia y temores de todos aquellos que conocían a la víctima son el punto de partida de un relato que combina lo sofisticado y lo vulgar, la tragedia con la comedia, el cine de género con un espíritu clase B.

Aunque en la entrevista que le hice a Hardiman (ver debajo) habló de otras referencias como Nashville, de Robert Altman; o Slacker, de Richard Linklater), Medusa Deluxe me remitió en su uso del humor negro y su mixtura entre la alta y la baja cultura a la filmografía de Peter Strickland. Rodada con Steadicam en lo que aparenta ser un único plano-secuencia y un aspect ratio bastante cuadrado de 4:3, la película evita caer en el regodeo y la ostentación para conseguir una bienvenida cercanía (intimidad) a la hora de seguir el derrotero y retratar las miserias de los distintos personajes (el protagonismo es coral).

Puede que la película resulte algo frustrante para los cultores del policial más tradicional, esos que necesitan que todo tenga una justificación y una explicación plausible. En ese sentido, Hardiman apuesta más a la deconstrucción de los distintos elementos de su historia que a la clásica construcción de suspenso, tensión e intriga.

Medusa Deluxe es un film de climas, de atmósferas, una apuesta por la vertiente más lúdica y por momentos experimental del cine que se permite huir de los cánones habituales del thriller para incursionar en el musical más delirante. Con la irreverencia y la audacia de una ópera prima visualmente deslumbrante y (pre)destinada a llamar la atención.






Entrevista al director Thomas Hardiman

Luego de un puñado de cortos más ligados al video arte y el cine experimental (Hanging a Picture, Time on My Hands, Stories Without Endings, Duck in the Dojo, Radical Hardcore, Pitch Black Panacea), de trabajos por encargo sobre figuras como David Bowie y Prince, y de comerciales para marcas como Mercedes Benz, Prada y Vogue, el inglés Thomas Hardiman debutó en el largometraje con Medusa Deluxe, un film rodado en Preston, Lancashire, a fines de 2020, cuando todavía se sentían los efectos de la pandemia.

Fan de la Argentina (asegura haber viajado por Buenos Aires, Mendoza, Bariloche, Salta e Iguazú, entre varios otros destinos), Hardiman dialogó vía Zoom con OtrosCines.com sobre una de las óperas primas más elogiadas del último año.


-¿Qué te fascinó del universo de los concursos de peluqueros?

-En primer lugar, soy un gran admirador del talento que hay entre los peluqueros, un arte en el que conviven lo sotisticado y lo popular, el glamour y el chisme, pero que para mi gusto en esencia está muy subvalorado y quería reivindicarlo. El pelo es algo muy importante, tiene múltiples facetas e implicancias, es la forma en que te presentás ante el mundo. Y abordé ese universo con la mayor sinceridad posible desde el terreno puramente creativo, en sus aspectos más patéticos, desde el cine de género, desde el humor absurdo, y desde la perspectiva de una comunidad que en un principio se (auto)destruye y luego se vuelve a unir. Quería hacer algo divertido, atrapante y relevante a la vez.


-¿Cómo equilibraste el humor negro con los aspectos más dramáticos y con la subtrama del crimen que tanto afecta a esa comunidad?

-Veo el humor como una parte natural de la vida cotidiana y aflora incluso en las circunstancias más extremas como la que atraviesan los personajes de mi película cuando se descubre un cadáver. El uso del humor se da de forma muy natural, de manera muy orgánica dentro de mi proceso creativo y la narración. No trabajo en función de gags eficaces sino dejando aflorar cierta negrura ligada a lo absurdo en medio de situaciones que en apariencia puedan parecer más dramáticas. Hay una tradición de comedia absurda en Reino Unido y parte de la idea de tomarse muy en serio cosas que parecen estúpidas o ridículas. Me siento identificado con esa línea y esa tradición.


-¿Cuáles fueron tus principales referencias a la hora de concebir este proyecto?

-Soy muy fan de las estructuras corales y los trabajos con grandes elencos y, en ese sentido, Nashville, de Robert Altman, fue una influencia muy importante porque contaba la historia de una comunidad, no solo de dos o tres personajes. De joven no veía tantos clásicos extranjeros, así que mis referencias eran más del arte contemporáneo, del video arte y el cine experimental. Las obras de Steve McQueen y Derek Jarman me impactaron mucho. Luego sí fui profundizando mi formación cinéfila y clásicos de Roman Polanski como El bebé de Rosemary y Chinatown/Barrio Chino me marcaron cuando tenía 17 años, al igual que los trabajos de Michelangelo Antonioni o la dupla de Michael Powell y Emeric Pressburger. Amo también el cine de Claire Denis, una directora extraordinaria, y Boy Meets Girl, de Leos Carax, fue algo muy importante para mí. Yo no estudié cine, me formé directamente en sets. Trabajaba en televisión para niños y a nadie le interesaban las películas, hasta que conocí a un sonidista muy cinéfilo y con él no parábamos de charlar sobre clásicos.


-¿Por qué trabajás con tomas muy largas? Medusa Deluxe está filmada como si fuera un único plano-secuencia...

-Quería contar una historia con muchos personajes en un lapso breve de tiempo, en un espacio bastante cerrado y con la cámara siempre pegada a los protagonistas, por lo que el plano secuencia fue la búsqueda más lógica para conseguir ritmo, fluidez e intimidad. Películas como Nashville y Slacker, de Richard Linklater, eran referencias, pero también el cine de Alfred Hitcocock, quien apostó al plano secuencia ya en su primera película sonora, Blackmail, de 1929. Ni que hablar lo que hizo luego con La soga / Rope, en 1948. Además, en estos tiempos de furor de YouTube, de vivos de Instagram, de Twitch, me parece muy pertinente trabajar sin cortes. No fue una decisión basada en un alarde tecnológico sino puramente dramática y narrativa.


-La película se dio en festivales como Locarno, Fantastic Fest, Londres, Sitges, Rotterdam y Jeonju, fue comprada por A24 para los Estados Unidos y por MUBI para Reino Unido, Francia, América Latina, Alemania, Italia y buena parte de Asia, entre varios otros mercados. ¿Cómo vivís este reconocimiento para una ópera prima?

-Tanto el cine mainstream con, por ejemplo, las películas de LEGO, como el cine de arte, con films como Tangerine y Titane, ha cambiado mucho en los últimos años. Hay menos prejuicios, limitaciones y estratificaciones. En mi caso nunca me sentí muy identificado con el cine de terror, pero sin embargo Medusa Deluxe tiene también algo de ese género. Cuando hacés tu primer largometraje lo primero que te preguntás es si alguien va a verla y que haya recorrido tantos festivales y luego haya conseguido un estreno en tantos países con el apoyo de compañías tan grandes como A24 y MUBI es un orgullo. Que ahora ustedes puedan verla y discutirla es un enorme placer porque soy muy fan del cine argentino (no es demagogia, ha sido una gran influencia para mí) y amo América Latina, ya que viajé mucho tiempo por esa región. Me siento muy afortunado, orgulloso y agradecido.

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