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Crítica de “Rojo” + Entrevista al director Benjamín Naishtat

Tras su paso por festivales como los de Toronto y San Sebastián (donde ganó los premios a Mejor Dirección, Mejor Actor para Darío Grandinetti y Mejor Fotografía), se estrena en los cines argentinos este extraordinario tercer largometraje del realizador de Historia del miedo (2014) y El Movimiento (2015) que ofrece una mirada inquietante y demoledora a las pequeñas miserias, connivencias, degradaciones y humillaciones sociales que, sumadas y sostenidas en el tiempo, habilitaron una de las dictaduras más feroces de la historia como la de los '70. De las mejores películas nacionales de este año.

Estreno 25/10/2018
Publicada el 23/10/2018

Rojo (Argentina-Brasil-Francia-Holanda-Alemania/2018). Guión y dirección: Benjamín Naishtat. Elenco: Dario Grandinetti, Andrea Frigerio, Alfredo Castro, Diego Cremonesi, Laura Grandinetti, Susana Pampin, Claudio Martinez Bel, Mara Bestelli, Alberto Suárez, Rudy Chernicoff y Rafael Federman. Fotografía: Pedro Sotero. Música: Vincent van Warmerdam. Edición: Andres Quaranta. Dirección de arte: Julieta Dolinsky. Sonido: Fernando Ribero y Simón Apostolou. Distribuidora: Primer Plano. Duración: 109 minutos. Apta para mayores de 13 años con reservas.



Las dos primeras escenas de Rojo son magistrales. No es que luego el film decaiga, pero pocas películas argentinas han tenido un arranque tan imponente. En la primera (un plano fijo sin diálogos) vemos cómo los vecinos van vaciando el interior de una casona. En la segunda, en cambio, hay muchas palabras (una fuerte discusión dentro de un restaurante lleno un sábado a la noche) y las consecuencias serán trágicas. Son dos maneras opuestas, pero igualmente intensas, perturbadoras e intrigantes, de presentar los conflictos que luego se irán profundizando y desvelando durante el resto de la trama.

La película está ambientada en un pueblo de provincia a partir de septiembre de 1975; es decir, pleno apogeo de las Triple A y con el Golpe de Estado cada vez más inminente. El protagonista es “el doctor” Claudio Morán (Darío Grandinetti en uno de sus mejores trabajos), un abogado bastante respetado dentro de la comunidad, casado con una mujer distinguida (Andrea Frigerio) y padre de una adolescente, Paula (Laura Grandinetti, su hija también en la vida real), que está en plena iniciación sexual con su novio Santi (Rafael Federman).

Rojo (título que podría aludir a “los comunistas” que las fuerzas represivas pretenden combatir, a la sangre que va brotando en distintas escenas o incluso a un eclipse muy bien filmado) tiene un protagonista claro y una familia en el centro de la escena, pero es también un relato coral, una minuciosa y sobrecogedora pintura de época, y una mirada impiadosa, incómoda y cuestionadora a las pequeñas miserias, degradaciones y humillaciones sociales que, sumadas y sostenidas en el tiempo, habilitaron una de las dictaduras más violentas de la historia.



Tras las promisorias Historia del miedo y El Movimiento, Naishtat se consagra con una película más ambiciosa y al mismo tiempo más accesible que va de la comedia negra (la secuencia en que el interventor interpretado por Alberto Suárez recibe a unos vaqueros norteamericanos) al thriller psicológico, pasando por el melodrama familiar, el policial (hay una estafa, una muerte y la posterior llegada de un famoso detective chileno interpretado por el siempre tenebroso Alfredo Castro), el musical (en la subtrama menos lograda se ensaya una obra juvenil dirigida por una maestra “progre” que encarna Susana Pampín) y hasta el western (otra vez la predilección de Naishtat por los paisajes desérticos).

Naishtat llena la pantalla de bigotes y cigarrillos, juega muy bien el juego del pueblo chico / infierno grande de los hermanos Coen (aunque con menos regodeo y cinismo) y transmite a partir de sutiles e inteligentes observaciones y elementos sonoros, musicales y visuales -el look setentista logrado por el director de fotografía brasileño Pedro Sotero (Sonidos vecinosAquarius) y el trabajo en el arte de Julieta Dolinsky son prodigiosos- un espíritu de época impactante, angustiante, ominoso, opresivo, pero sin caer jamás en el subrayado ni en la bajada de línea aleccionadora. Todo un hallazgo para alguien que nació en 1986 (algo similar habían conseguido Francisco Márquez y Andrea Testa en La larga noche de Francisco Sanctis).

La excelente cosecha argentina modelo 2018 ha tenido en el terreno comercial un puñado de éxitos “industriales” y múltiples fracasos “autorales”. Ojalá que Rojo -firme candidata a mejor película nacional del año junto a La flor- no pase inadvertida. No hay demasiadas cinematografías que puedan darse el lujo de “dilapidar” tanto talento como la nuestra.


Más información:

Nuestra entrevista al director Benjamín Naishtat





COMENTARIOS

  • 2/12/2018 7:13

    Interesante en lo que plantea, aunque debo reconocer que me decepcionó bastante, esperaba más ! Tiene algunos buenos momentos, pero en lineas generales la encontré demasiado fría y quieta. Un relato como este necesitaba algo más vibrante y sacudidor (de hecho tuve que luchar bastante con el sueño, lo cual es mala señal) Sí me pareció muy bueno todo el trabajo estético y ambientación de época, como también las actuaciones, pero no es suficiente ! Es muy probable que en algún momento la vea por segunda vez para saber si sigo pensando lo mismo.

  • 21/11/2018 20:56

    UN ECLIPSE DE SOL Este nuevo film de Naishtat, prolijamente realizado y por momentos algo críptico, se asemeja en su forma y en algo de su contenido, a El Ciudadano Ilustre. En las dos películas hay un tercero que llegará a un pueblo para provocar y alterar el orden del mismo. En ambos casos, ese orden es ficticio. Sabemos que algo funciona mal pero nadie se hace responsable ni se anima a ir más allá y desnudar el problema. Ese orden pueblerino esconde secretos y mentiras, pero lo que es peor, subyace una corrupción que impone un orden que hace que las cuestiones torcidas no puedan modificarse ni arreglarse. Rojo alude a los 70, a la violencia imperante, a la muerte escondida, a la falta de justicia. Transcurre en medio de un desierto que lo aleja de todo. Como en aquellos años, aquí también los crímenes son ocultados y nadie se hace responsable de ello. A nadie le importa ni a nadie le interesa. Como en la vida real, la posibilidad de justicia se diluye hacia un futuro incierto y su probabilidad de ocurrencia es muy baja. El film es una parábola sobre la dictadura, un gobierno de unos pocos que gobiernan para sí mismos ignorando al pueblo y focalizándose en cuanto negociado se cruce por delante, haciendo siempre la vista gorda, y estando nunca dispuestos a aplicar una real justicia. Estamos ante el reino de la ambigüedad. Matrimonio, amigos, maestros y vecinos convergen en la escuela donde se ensaya una obra progre donde cada cual mostrará su careta pero ninguna la sacará de su lugar. Generé muchas expectativas con esta película. De alguna manera no salí muy satisfecho de su visión. Creo Naishtat, guionista y director del fil, se quedó en mitad de camino, en medio de ese desierto en el que paradójicamente se encuentra nuestro cine nacional.

  • 20/11/2018 12:41

    Película explicada, subrayada, explícita a más no poder. La desconfianza en el espectador como política cinematográfica. Si la hubiera filmado un Vieyra o un Desanzo seguro que el espectador progre la hubiera destrozado. Pero como estamos en el siglo XXI hace la gran Grandinetti, deja la entelequia escondida en el desierto y sale del cine tarareando a Jairo.

  • 8/11/2018 12:07

    Cuando en una película uno se pregunta qué quiso significar el director con cada escena?,resulta muy simbólica y para mentes intelectualoides.La peluca?

  • 1/11/2018 14:42

    Estoy de acuerdo con Batlle, es la mejor peli del año. Logra con muchos mas recursos cinematograficos que la larga noche de francisco sanctis adentrarse en el terreno del thriller. Ademas, toca otro tema, el hecho que todos somos buenas personas y apoliticos!, aqui nadie se involucra y se transmite ese malestar de manera asfixiante, yo queria pararme de mi asiento por la intensidad e incomodidad de ROJO. No he visto cine mas Politico que este en muchos años! Una obra maestra!

  • 31/10/2018 23:52

    La película me pareció mediocre. Si la comparamos con la larga noche de Francisco Sanctis sale perdiendo con creces. En la larga noche....... se pintaba mejor el clima de época y la opresión se hacia presente en la pantalla con gestos mínimos. La actuación de Alfredo Castro me resultó pésima. Coincido con Diego Batlle en el potente comienzo con esas dos escenas. Pero luego la película fue decayendo minuto a minuto. También coincido con la excelente fotografía y en especial en la escena del eclipse. También tiene razón Fernando con respecto a la maestra que con su discurso final y sus concepciones sobre lo salvaje de los nativos frente a los civilizados españoles dista mucho de ser progre.

  • 31/10/2018 14:45

    Diegote... ¿.a cual Armado Bo te referis... al abuelo o al nieto..?... a mi me gustan las precisiones bien precisas...

  • 30/10/2018 21:14

    Nunca más en desacuerdo con una critica tuya Batlle. Rojo me pareció el regreso del viejo cine argentino de los 80 con ropaje nuevo. Se pretende de izquierda y es sumamente conservadora. Esta muy cercana al universo de Armando Bo y de CohN y Duprat- mejor filmada que estos dos, pero cualquiera filma mejor-. Y también al peor Agresti. Si esta es la mejor pelicula argentina del año es el triunfo de la izquierda IPA.

  • 28/10/2018 12:12

    Extraordinaria pelicula, no decae de principio a fin, es un thriller (con precisos apuntes de comedia negra) con una puesta en escena y diseño sonoro increibles, a lo que se le suma grandes actuaciones.Me dejo shockeado!. IIMPERDIBLE! Gracias Otros cines por recomendarla!

  • 28/10/2018 0:32

    Solo puedo decir que el viaje en el tiempo, a esos años, me llenó de sensaciones, aunque prevaleció la angustia. Hoy me pregunto... cómo fue posible... tanta indiferencia, tanta inocencia y tanto miedo. Todo lo referente al film está dicho en los comentarios y la crítica de Batlle. Yo solo puedo hablar de mis sensaciones y poder hacerlo... es un alivio...

  • 27/10/2018 21:45

    ATENCIÓN LEER ESTE COMENTARIO DESPUÉS DE VER LA PELÍCULA Es saludable que en el cine argentino comience a tratarse el tema de cómo se comportó el común de la gente ante el terrorismo de estado después de haberse filmado muchas películas sobre represores y militantes. Resulta inevitable la comparación entre ROJO y LA LARGA NOCHE DE FRANCISCO SANCTIS realizadas por jóvenes directores nacidos en la década de 1980. En la excelente LA LARGA NOCHE DE FRANCISCO SANCTIS la historia se centraba en el dilema de un oficinista sobre arriesgar o no su vida para avisarle a dos personas que no conoce que los iban a secuestrar en pleno 1977 en la ciudad de Buenos Aires. En ROJO la acción se centra en 1975, cuando actuaba la organización terrorista conocida como Alianza Anticomunista Argentina(Triple A) secuestrando, torturando y asesinando a opositores al gobierno de Isabel Perón. En las dos escenas iniciales (un saqueo a una casa abandonada y una pelea en un restaurante lleno que termina muy mal) la película parece rumbear hacia un thriller político. El espectador advierte con el correr de los minutos que al director le preocupa más hacer una descripción de la época en un pueblo de provincia con una galería de personajes, algunos muy pero muy patéticos. En esta pintura coral se advierten aciertos en lo que se refiere a la familia protagonista (buenos trabajos de Grandinetti y Frigerio) a la maestra pueblerina(la excelente actriz Susana Pampín) o al siniestro interventor pero también hay debilidades como la aparición de un detective chileno que resulta tan bizarro como inverosímil y le resta más que lo que le suma a la película. Más allá de algunas debilidades del guión, ROJO es una película interesante e inquietante (7/10)

  • 27/10/2018 14:07

    No comparto, o no entiendo, la calificación del personaje de Susana Pampín como maestra "progre". Sin intención de espoilear, sus palabras finales creo que demuestran todo lo contrario. Saludos.

  • 27/10/2018 12:54

    Misma función u otra del Gaumont y la misma cantidad de gente. Gran película, con una escena magnifica que promedia la película y a la que le voy a encontrar significados distintos de aquí a que me quede memoria. Mas adelante en el tiempo se podría hablar de la autoconciencia de los progres pero no ahora.

  • 26/10/2018 21:52

    Asi como una vez fue LA HISTORIA DEL MIEDO ahora sería La historia del estremecimiento.....porque todo es estremecimiento, lo que se ve, lo que se dice, lo que se oculta, lo que se sugiere....con todo ello se construye un formidable e INTENSO relato que te deja pegado a la pantalla -especialmente yo que la estaba viendo en la primera fila- Es dificil discernir donde está más la virtud, si en la dirección o en el guión, pero como ambos tienen el mismo domicilio no se puede dejar de pensar que Naisthat hace un verdadero cine de autor. Si bien es cierto que las cosas suceden en las vísperas de un golpe militar,-dando lugar a una excelente ambientación de época- el odio soterrado, los resentimientos, irresponsabilidades, actitudes y aptitudes corruptas, dogmatismos me atrevo a pensar que no son sensaciones que no aparezcan en otros momentos de desequilibrios sociales y económicos como por ejemplo las vísperas de la "bolsonarización" de nuestras sociedades al sur. Mientras tanto se puede disfrutar de una película de virtuoso suspenso, magnificamente interpretada por todos y con un lagrimón de por medio por la insólita presencia de Rudy Chernicoff. Si el director afina un poco el lápiz muy pronto podrá aparecer una nueva Historia de.........sucesos motivadores no le faltarán. Hacia muchisimo tiempo que no veía una pelicula desde la primera fila, a pesar que había llegado al Gaumont 25 minutos antes de la función. Una larguisima cola en la vereda y la Sala 3 íntegramente colmada desde la primera a la última fila. Me resulta un enigma tanta búsqueda a esta película, ¿qué fue lo que traccionó el interes de un publico popular? Muchos siguen pensando que es un público que no sabe elegir y ver cine de calidad.......¿Es esto cierto o es que algo está cambiando por la persistencia de un cine como el Gaumont...

  • 23/10/2018 9:20

    Que bueno el recuerdo de lo que lograron Testa y Marquez en La larga noche... Ahora ya me la estoy imaginando a Susana Pampin como maestra "progre"...

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