Debates
En defensa del INCAA (primera parte)
Publicada el 30/11/-0001
Y es precisamente en defensa de nuestra Ley de Cine y nuestro INCAA que es urgente y necesario reflexionar y llamar la atención de las actuales autoridades sobre el estado que presenta a la fecha el organismo, inmerso en un alarmante cuadro de situación, el cual resulta imperioso revertir con la unión y el trabajo en conjunto de todas las entidades de esta industria cinematográfica.
Más allá del retrasado Costo Medio de un largometraje nacional, de los ya exiguos montos de financiación resultantes y de la ausencia de apoyo efectivo para los lanzamientos, el problema para la gran mayoría de cineastas que realmente dependen de esa financiación, se presenta cuando además aparece en escena la llamada “disponibilidad presupuestaria”.
Esto significa lisa y llanamente un largo y devastador peregrinaje por el INCAA en busca de los recursos que aparentemente estarían otorgados, pero que no se cobran porque la plata no está.
Así, en muchos casos se demoran y desdoblan meses y meses todas las etapas de producción, complicando la terminación de las películas cuyo promedio actual de tiempo total de realización en estas condiciones es de casi 3 años desde el desarrollo del proyecto hasta el difícil y penoso estreno.
Sin olvidar a todos los distintos trabajadores de la actividad y sus respectivas familias involucradas, quienes son sometidos a una permanente incertidumbre sobre su fuente laboral, sin poder contar nunca con una fecha cierta para afrontar sus compromisos de vida, basados en las obligaciones contraídas por un organismo del estado.
Si bien es cierto que todos los que hacemos cine en nuestro país asumimos los riesgos de nuestra profesión, por lo menos, con todo respeto y humildemente, necesitamos saber de que se trata.
Hallar respuesta a todas estas preguntas que surgen de la situación que detallamos, motivan este editorial.
La Presidencia del INCAA ha recibido por parte de nuestra entidad -y nos consta de varias más- reiterados pedidos con propuestas de cambio para aliviar la situación y tratar de corregirla, sin embargo se ha hecho caso omiso de todas las presentaciones y parece que, como anteriormente sucediera, se ha preferido detener el barco en medio de las agitadas aguas que lo sacuden.
Con créditos parados por resolución interna, demora en la liquidación de adelantos de subsidio, reglamentado pero discrecional en su salida, y último milagro para las ya malogradas producciones que esperan ese salvavidas.
Ahora trasciende que no habrá otorgamiento de nuevos créditos hasta marzo del 2011, sin siquiera una mínima explicación a todos los sectores que componen esta industria, y que ya han contraído obligaciones de cara a futuras producciones.
La disconformidad se generaliza en ascensores, pasillos, sindicatos, comités y rodajes parados o sin poder comenzar, ante la inquieta mirada de las entidades que son las primeras que reciben las lógicas protestas individuales.
Así y todo, no obstante la mejor buena fe y voluntad, termina siendo necesario ponerse firmes ante una actitud que desfinancia y somete a la quiebra profesional, económica y moral a la inmensa mayoría de los directores autores, también productores de sus obras, quienes acaban incluidos en un “perverso” listado de "deudores".
La inclusión en dicho listado, que finalmente es provocado por los propios incumplimientos del INCAA, impide a los directores/productores continuar con su actividad profesional.
Mientras tanto el organismo tolera sin ningún tipo de sanción para los funcionarios que lo provocan, la falta de pago en tiempo y forma de las Cuotas de los Créditos otorgados, conforme a los Acuerdos de Mutuo, firmados según marcan las reglamentaciones promulgadas por el propio INCAA.
Se debe sumar a esto la demora en la liquidación de los Subsidios Devengados, trabados infinitamente en su pago por la falta de Reconocimiento de Costos definitivo, cuya certificación final insume meses y a veces años, en diferentes áreas del Instituto.
Costos de Producción que terminan envueltos en una maraña insoportable de burocracia y Reglamentaciones que poco tienen que ver con la Industria Cultural que el Cine representa.
Reglamentaciones que solo benefician a quienes las crean y las apoyan; haciendo crecer cada vez mas y mas la planta de empleados que ya supera las 700 personas, a quienes las Gerencias pagan sus sueldos rigurosamente a fin de cada mes como corresponde, sin prestar atención ni estar urgidos en forma alguna por la falta de fondos que sustentan el principal motivo de existencia del INCAA: la financiación de las películas.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
¿Es quizás nuevamente este el momento límite en que históricamente toda la industria se une para pedir que se cumpla con la Ley?
Si fuera así, todos los sectores -Consejo Asesor mediante- deberán reflexionar y exigir a las autoridades del INCAA la definitiva corrección de todos estos errores paralizantes.
Poniendo énfasis y trabajo en un plan en conjunto que ataque y solucione el fondo de cada cuestión, y no solamente improvisando y emparchando perimidos planes de fomento generados en otras épocas y bajo otras muy diferentes circunstancias.
Hay un despertador que está sonando y llama simplemente a pensar y requerir:
Habiéndose a principios de año anunciado desde la presidencia del organismo un Fondo de Fomento de Doscientos treinta millones de Pesos, ¿donde esta el dinero que debe financiar normalmente en tiempo y forma a todas las películas nacionales que el INCAA anualmente declara de Interés?
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Consuetudinarios pedidores de escupideras.
Extracto del Decreto Reglamentario de la ley de medios 1225/2010. ARTICULO 97.- Inciso a) El INSTITUTO NACIONAL DE CINE Y ARTES AUDIOVISUALES —INCAA— deberá destinar un porcentaje no inferior al VEINTICINCO POR CIENTO (25%) de los fondos que se le asignan por el inciso a) del artículo 97 de la Ley N° 26.522 a los fines de la promoción de la producción de contenidos para televisión y también créditos para su producción y/o subsidios, debiendo dictar a esos efectos las resoluciones correspondientes.<br /> Es con un Decreto del Poder Ejecutivo, que el Gobierno pretende arrasar con los fondos del Instituto de Cine. Para utilizarlos para su experimento de televisión digital.<br /> Ese decreto, por suerte, el inconstitucional. Y de aplicarse, los funcionarios que se atrevan a aplicarlo, tendrán que vérselas con la justicia.<br /> Ya no solo se trata de captar dinero, si no de coartar la libertad de expresión, la libertad creativa y la pluralidad que aunque con dificultades, perdura en la producción del cine argentino.
En estos días, mientras por televisión escuchamos como se vuelve a denunciar una policia metropolitana que incorpora personas que participaron en la represión salvaje de la última Dictadura Militar, Macri y su gente, con coherencia infinita, quiere destinar los terrenos apropiados por la Dictadura Militar, para hacer un proyecto extraño llamado Distrito Audiovisual, que involucra fondos del Banco de la Ciudad, Tierrras expropiadas por la Dictadura, y la exención impositiva a empresas multinacionales de la televisión y la publicidad.<br /> Hay que defender el INCAA, pero también hay que defender el patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires ligado al cine y al audiovisual. <br /> Quisiera de una vez por todas ver que las Asociaciones y Sindicatos ligados al audiovisual, también abran la boca sobre estos temas tan preocupantes.
galetini deja de currar y anda a trabajar cosa que nunca hiciste en tu vida , sos la verguenza del cine nacional , y despues presidis la DAC...
bajen el tono muchachos, dialogo civilizado,no me parece que esta sea la forma de peticionar. claro que hay razones para protestar , pero no así
El dinero para la tv digital sale del ministerio de planificación, ahora con todo esto de la dac, creemos que es una figurita repetida de años, siempre aparecen cuando ven que en vez de un palo se pueden llevar medio. Basta de mamar gratis sin brillo en las pelis y también basta de personal en el INCAA al frente que tienen mas que ver con la gastronomía y juegos absurdos de cartas que con el cine y basta de convenios maxis para los amigos Saludos. "Las chicas y chicos de cine"
ALGO ANDA MAL EN EL INCAA<br /> <br /> Si dos años atrás alguien hubiera augurado la situación que atraviesa hoy el cine argentino en este momento, pocos hubieran escuchado esas agoreras campanas y ese alguien hubiera sido tachado, como mínimo, de pesimista.<br /> <br /> Era entonces un INCAA participativo y abiertamente democrático como nunca antes se había visto, con intenciones que se mostraban claras para transitar un camino hacia la transparencia.<br /> <br /> Se esperaba un Fondo de Fomento que crecería y crecería, pensado para que se retroalimentara dentro del sistema. Los créditos otorgados se compensaban rápidamente con los subsidios generados. El proyecto se convertía en obra velozmente. La industria toda confiaba, más allá de sus diferencias, en ese máxima.: cuánto más rápido fuera el ciclo industrial de convertir un proyecto en una película, mejor para el sistema.<br /> <br /> Desde el 2008 toda la industria se encolumnó para impulsar una nueva “Ley de Medios”. Se olvidaron diferencias corporativas y políticas. Se pensó colectivamente en una Ley que brindara más recursos y mejores condiciones a las producciones nacionales.<br /> <br /> Los planes de Fomento se corregían consensuadamente para perfeccionar el sistema año tras año. Entre todos los actores del proceso industrial del cine se utilizó como instrumento la discusión y el debate para corregir injusticias, errores y abusos.<br /> <br /> Ese sistema hace que día a día esos fondos crezcan sin cesar. Cada día es un nuevo record los recursos que ingresan al INCAA.<br /> Además estamos en épocas de recaudaciones record tanto generales como para el segmento que corresponde al cine argentino. Y por si fuera poco una película argentina se alza con un premio “Oscar”. Durante cierto tiempo todos nos repetíamos unos a otros la muletilla “este premio beneficia a la industria toda”. Era un saludo, una oración bendita, al fin y al cabo una frase que enmarcaba tanto el orgullo de pertenecer a esta industria como la esperanza de seguir creciendo.<br /> <br /> Justo en este momento donde se navegaba en el mar más rico y fértil posible, cuando en el horizonte se adivinaban aún más posibilidades de superarnos, se decidió parar las máquinas y anclar el barco. ¿Qué pasó? ¿Por qué detenernos durante un año? “A esperar” nos dicen. ¿A esperar que? “A esperar que las cuentas se equilibren” nos repiten.<br /> <br /> “En el 2011 las cuentas estarán equilibradas” es lo que nos comunican.<br /> <br /> Supongamos que directores, productores, técnicos, actores y proveedores de la industria de cine convencen a sus familias que debemos resignarnos a esperar un año hasta “que las cuentas cierren. Si hay hoy más de 700 funcionarios es para tener un INCAA eficiente y eficaz. Para que queremos un elefante burocrático con una industria pobre.<br /> <br /> Alguien debería alzar la bandera para recordar el objeto del INCAA, una bandera que lleve pintada el fragmento del artículo 1º de la Ley 17.741: “FOMENTAR A LA CINEMATOGRAFIA NACIONAL”.<br /> <br /> Con humildad y respeto, los socios de UPACI, creemos que la solución propuesta de esperar un año, seguramente no sea la adecuada.<br /> <br /> El que viene es un año electoral, donde hay mucho en juego, y en el cual, se atenderán con más solicitud las urgencias políticas que nuestras necesidades sectoriales. Al momento que esa lucha electoral cobre fuerza, los actores de este juego ya estaremos descartados después de un año de inacción. Luego habrá que esperar a las elecciones, y a que asuman las nuevas autoridades. Más habrá que esperar que los nuevos funcionarios se adecuen a su nueva situación. Será entonces abril de 2012 cuando se empiece a calentar el motor del cine otra vez para ver los resultados en el 2013.<br /> <br /> No podemos esperar dos años para volver a encender el motor.<br /> <br /> Hoy todo parece indicar que para el INCAA fuera necesario ralentar el ciclo desde el proyecto a la obra estrenada. Se pretende hacer que ese ciclo tome tres años en completarse sea tomado como normal. Para el productor tener que pedir prorroga tras prorroga para cumplir con las obligaciones propias sin que el Organismo asuma su responsabilidad, acaso sus incumplimientos parece que debiera tomarse como normal.<br /> <br /> Compartimos el diagnóstico el editorial difundido por DAC, y nos ofrecemos a colaborar en lo que sea para buscar una solución.<br /> <br /> Respecto al Comunicado Difundido ayer por el INCAA sólo agrega confusión: no explica lo que se insume en salarios y en otros gastos, ni aclara cuanto de esos subsidios declarados se compensan con créditos otorgados en ejercicios anteriores (por lo que no significan un egreso de caja). Tampoco “se determinan las causas de tal situación” luego de las reuniones con AFSCA y AFIP.<br /> <br /> Sería ideal poder sentarnos a dialogar sin tantas inexactitudes y poder ayudar a la comprensión de las causas a fin de agravar el problema.<br /> <br /> Debemos unirnos una vez más todas las entidades, sociedades de gestión y sindicatos para poder mirar de frente a la realidad que nos toca, sin aceptar explicaciones sesgadas y analizando la situación. Es tiempo de revisar las cuentas, y poder auditar en que se está yendo el dinero.<br /> <br /> Esclareciendo la situación podremos formular soluciones.<br /> Convocamos a todas las entidades a discutir esta situación crítica.<br /> <br /> La nuestra es una industria que convierte ideas en productos.<br /> Esta vez produzcamos ideas entre todos los actores de esta obra.<br /> <br /> UPACI
Durante demasiados años, particularmente desde el 2004, las asociaciones profesionales y sindicatos, consintieron que el INCAA, funcionara, lesionando progresivamente, y cada vez más, los Artículos centrales de la Ley de Cine Vigente. Como aquel que dispone la existencia de un Co-Gobierno, y la existencia de un Consejo Asesor, integrado por las Asociaciones Profesionales y Sindicatos.<br /> <br /> No es casual, que en todos estos años, desde el 2004 hasta el 2010, no funcionara el Consejo Asesor. Para demoler la Ley de Cine a fuerza de Resoluciones contrarias a su letra y espíritu, fue indispensable, que este órgano de Co-Gobierno, no se convocara y no funcionara jamás.<br /> Sin él, no existe un marco de debate legítimo y legal, ni manera de conocer el manejo que se hace del presupuesto, y ejercer el derecho de rechazar medidas de la administración.<br /> <br /> Sin Consejo Asesor, las sucesivas administraciones, pudieron avanzar sin control y sin límite. Llamativamente, siempre en un mismo sentido. Cambiaron los actores, pero no el rumbo y se refinaron los mecanismos, creando un verdadero abismo entre lo que ordena la Ley y lo que se dispone en la realidad.<br /> <br /> Como ejemplo basta mencionar que la Ley de Cine, reconoce la existencia de solamente dos tipos de películas aptas para recibir apoyos del estado: las Películas de Interés Especial y las de Interés Simple. Reservando solamente para las calificadas de Interés Especial un plus mayor de subsidios. <br /> <br /> Pues bien, desde el 2004 la reglamentación del INCAA creó una enorme cantidad de “tipos” de películas (llamadas “vías”), a las que dependiendo de un criterio ajeno a la ley, se les reconoce desde su presentación como proyecto, el derecho a recibir diferentes niveles de subsidios, que pueden variar hasta en un 40%.<br /> <br /> Qué significa esto? Cuando se consagra la existencia de “beneficios extraordinarios” sin respetar los criterios fijados por la Ley de Cine, dos películas idénticas desde el punto de vista de la producción (rodadas por Directores noveles que hacen su primer largometraje, en el mismo formato, lugar, durante el mismo período y con la misma cantidad de actores y técnicos, etc.) pueden recibir un monto de subsidio diferente que puede variar en el 40%.-<br /> <br /> No es poca cosa, armar un proyecto sabiendo que se cuenta con un 40% más o menos de presupuesto para concretarlo. Quién se atreve a integrar un Comité de Selección para decidir quienes deberían ser los privilegiados? Y quienes deberían ser los privilegiados?<br /> <br /> A mi criterio, son justamente estas desigualdades tan poco republicanas, las que han conspirado para que nuevamente el INCAA entre en zona de peligro, en tiempos del Bicentenario.
Respuesta a la última pregunta: el Fondo de Fomento se usó para la TV Digital, está puesto en decodificadores para ver el mundial.