Críticas
El último Elvis, de Armando Bo
La vida y el canto
Sólida ópera prima de Bo (nieto) sobre un émulo local de Presley en momentos determinantes de su vida.
Llegué a la proyección de El útlimo Elvis con cierto prejuicio: es que no me había gustado nada Biutiful, el film que Bo y Giacobone escribieron para el mexicano Alejandro González Iñárritu. Por suerte, aquí -más allá de algún exceso de simbolismo religioso, cierto patetismo o algún aislado golpe bajo- estamos en un terreno mucho más convincente,´menos recargado, más humano, menos manipulador.
El segundo prejuicio (sí, los críticos también tenemos unos cuantos) tenía que ver con la "estética publicitaria". Bo es un director estrella de comerciales y, muchas veces, este tipo de realizadores caen en cierto regodeo de su talento, en exhibicionismos y efectismos varios, cuando incursionan en el cine. No es este caso, ya que -más allá de la estilización y del virtuosismo de Bo- el trabajo visual, los encuadres, el diseño de los planos-secuencia, están siempre en función de lo que se quiere contar, de los estados de ánimo de los personajes y de los climas por los que ellos atraviesan.
La propuesta es sencilla y compleja a la vez. Sencilla porque se trata de la historia de un cantante, de su relación con su ex esposa (Griselda Siciliani) y con su hija (Margarita López). Compleja porque debajo de esa superficie de culebrón familiar se esconden contradicciones íntimas, conflictos ligados a lo más profundo y visceral de la existencia humana.
Carlos Gutiérrez es "el último Elvis", un imitador (brillante) del Rey del Rock que nunca ha pasado de hacer covers en fiestas, geriátricos o sociedades de fomento. Gordo, semi calvo, sudoroso, parece úna decadente versión de la ya decadente figura del Presley de los últimos días. Se gana la vida como operario en una fábrica de electrodomésticos y es (fue) un hijo ausente (con una madre postrada), un marido ausente, un padre ausente... un hombre ausente.
Muchos lo toman como un freak (por allí desfilan los dobles de otros artistas famosos como John Lennon o Iggy Pop), pero él se considera (y actúa) como un verdadero artista, aunque ni siquiera pueda cobrar las regalías en el sindicato.
No voy a adelantar qué pasa luego de ese arranque, sólo que el protagonista quiere "triunfar", "hacer algo grande", que los demás estén "orgullosos de mí". Así, lo que sigue es una épica íntima, un viaje interior y exterior, un cuento de hadas pesadillesco sobre la culpa, la renuncia y la redención.
Bo recurre muy poco a los diálogos porque confía en la fuerza de sus imágenes, sostiene los planos sin caer en el vértigo de un montaje que le dé "ritmo" porque eso conspiraría contra la intensidad del relato.
También merecen destacarse aspectos no muy transitados por el cine argentino como las secuencias musicales (que son vistosas y duran lo que tienen que durar: ni más ni menos) en las que John McInerny se luce mucho más que cuando tiene que "jugar" situaciones más densas (aquí el no-actor pierde frente al cantante).
Además de la proeza de haber conseguido los derechos de tantos clásicos musicales, otro gran hallazgo de la producción es el diseño de producción y, en particular, la reconstrucción de Graceland que hace el talentoso Daniel Gimelberg. En estos detalles que aquí no son menores, pero sobre todo en la convicción, el aplomo, la coherencia y la prestancia de un director de rápida madurez como Bo, reside el corazón de una película con muchos atractivos y, también, con unas cuantas aristas (y un desenlace) para el más apasionado de los debates cinéfilos.
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Hola! Buena crítica! Les dejo una página bastante nueva de análisis cinematográfico, en donde está publicado el análisis de El Último Elvis!!!<br /> <br /> www.cinematografobia.com.ar<br /> <br /> Gracias y saludos!
eeem, coomo andan?
Pésima la película. El Elvis canta bien, actúa parecido a Enrique Piñeyro, no está mal, pero la película es un embole, lo poco que cuenta lo cuenta mal, copia mala de algunos ejemplos de cine independiente yanqui (del más flojo) y alguna pelicula más regional como "gigante" que, sin ser maravillosa, al menos encuentra algo de verdad en su historia y los personajes. Los criticos que dicen aburrirse con el nuevo cine argentino y destacan este bodrio por tener un par de planos lindos, dan pena.
Una grata sorpresa. La verdad, es que fuí a verla por las críticas y no me defraudó.
La fui a ver esperando otra cosa, me encontré con una película torpe y aburrida, con personajes y situaciones vacíos y ordinarios, apenas levanta algo de vuelo hacia el final, pero no alcanza para justificar esos setenta minutos de sopor previo. Sí encontré algo de disfrute en las escenas en las que "Elvis" toca en vivo, lo mejor de la película, hablan más del personajes que esas escenas interminables y desagraciadas con su esposa, hija y con el reparto de Mister Lonely, otra película que espero no volver a ver.
Armando Bo demuestra con su opera<br /> prima que es un gran realizador,más<br /> que eso es un gran contador de historias.<br /> La película esta magistralmente filmada,<br /> el plano secuencia de el comienzo de la<br /> película subiendo una escalera y llegando<br /> a Carlos Gutierrez,(perdón a Elvis)es<br /> inmejorable.La fotografia es impecable,<br /> el sónido y la imágen constractan a la<br /> perfección.Y los temas interpretados por<br /> John McInery,son realmente súblimes.<br /> Otro mérito de Armando Bo es que es<br /> un gran director de actores;porque los<br /> tres personajes centrales;John McInery<br /> ,Griselda Siciliani como la ex-mujer,y <br /> Márgarita López como la hija,una gran<br /> revelación la de la pequeña actriz,su<br /> personaje es tan tierno y dulce.Y más<br /> que nada,a mi el final me encanto,<br /> porque leí criticas que decían que no<br /> les habia gustado el final.Para mi el<br /> final de El último Elvis es uno de los<br /> finales más hermosos de la historia<br /> de el cine Argentino.Me encanto la<br /> película;pocas veces se siente en el<br /> cine,lo que senti con El último Elvis.<br /> Una película tan inmensa,tan emótiva,<br /> tan mágistral.John McInery merece un<br /> párrafo aparte,(al no ser un actor<br /> profesional se come la película).<br /> El mismo personaje en manos de<br /> otro actor no profesional hubiera<br /> sido un desastre.Pero Armando Bo<br /> encontro en John McInery al actor<br /> ideal.La recomiendo totalmente,es<br /> una película hermosa,que vale el <br /> valor de la entrada y la pena verla.<br /> El último Elvis es la opera prima de<br /> un Armandito Bo,que promete ser<br /> uno de los mejores directores de el<br /> otro nuevo cine Argentino para tener<br /> muy en cuenta.
Muy buena, un mas que correcto elenco (todo un tema para mi en las peliculas argentinas), donde se destaca por supuesto McInerny en un gran y difícil papel porque tranquilamente podría haber sido un desastre. Muy bien filmada, muy buena historia. Además las locaciones perfectas para pintar de cuerpo entero al personaje y la historia. Ni que hablar de la música. Me encantó. la recomiendo abiertamente
Un placer ir al cine a ver una peli bien narrada, musical en varios sentidos, las imágenes funcionan como una melodía envolvente en donde los diálogos son compases que hacen vibrar emociones en el espectador, brotar sonrisas ante esos personajes con los que uno se puede identificar fácilmente. Excelente el retrato de la relación padre e hija y excelentes actuaciones en los papeles de los tres miembros de la familia.
Creo que fue una idea grandisima filmar esta pelicula teniendo a mano el personaje de Nc invern. Me sorprendiò el rigor con que està realizada -parece que Bo acumulò todo el rigor que no tuvo su abuelo, aunque hizo genialidades en otro sentido- Al verla creì sentir resonancias, por las notas afectivas, dramàticas y aùn pateticas con la formidable Un oso Rojo.Muy bien Sisciliani y la nena genial. Me paredce que si Bo no se engolosina con los aspectos iñarrituanos e industriales, estamos ante un gran director de pelìculas originales y sensibles.