Mar del Plata 2017: Las claves de Sylvie Pialat, productora esencial del cine de autor

Por Diego Batlle, desde Mar del Plata
Impulsora de directores como Alain Guiraudie, Joachim Lafosse y Guillaume Nicloux, Pialat vino a la Argentina para acompañar varias actividades en el festival y en la Sala Lugones.

Es una de las productoras clave del cine francés e internacional de los últimos 15 años. Tras la muerte en 2003 de su marido, el extraordinario director Maurice Pialat, Sylvie decidió continuar ligada al cine desde la producción y en poco tiempo se convirtió en una de las más influyentes, exitosas y premiadas dentro de la vertiente autoral.

Sylvie vino primero a Mar del Plata para presentar algunas películas del foco dedicado a Maurice (de quien fue guionista en Police, Sous le soleil de Satan y Le Garçu bajo el seudónimo Sylvie Danton) y para la exhibición en Competencia Internacional de Les gardiennes (Las guardianas), film de Xavier Beauvois con Nathalie Baye y Laura Smet ambientado en la Primera Guerra Mundial, que ella produjo. Luego irá a Buenos Aires para acompañar también la retrospectiva de Pialat en la Sala Lugones, que tiene como plus la proyección de varios títulos producidos por su compañía Les Films du Worso, como Después de nosotros, de Joachim Lafosse; El valle del amor, de Guillaume Nicloux; Jauja, de Lisandro Alonso (a quien define como “el director argentino más interesante y con el que más me gustó trabajar”); El desconocido del lago, de Alain Guiraudie; y Timbuktu, de Abderrahmane Sissako (ver programación completa aquí).

En una charla pública en Mar del Plata moderada por el director artístico del festival, Peter Scarlet, Sylvie Pialat dejó varios conceptos interesantes:

-Sobre la relación con Maurice Pialat. Sylvie conoció a Maurice antes del rodaje de A nos amours. El buscaba una asistente, ella tenía 22 años y lo admiraba. Filmaron juntos, se enamoraron, se casaron, y vivieron y trabajaron juntos desde 1982 hasta 2003. “Yo ya era una cinéfila, pero mi formación esencial fueron esos veinte años de trabajo con Maurice. El odiaba escribir, así que me transformé en su guionista. El y Daniel Toscan du Plantier, el mejor productor que conocí en mi vida, fueron mis maestros. Con ambos tuve una relación muy fuerte que ahora trato de mantener con los directores que produzco. Realmente siento que entiendo a los autores.”

-Sobre Les gardiennes. “El libro de Ernest Pérochon de 1924 era el único que había en la casa de mi abuelo y para mi era sagrado. Era una novela muy particular, sobre temas difíciles, pero sin esa mirada paternalista de la intelectualidad sobre la gente de campo. Me fascinaban esas mujeres que debían ocuparse de los duros trabajos y además sufrían la ausencia porque los hombres estaban en el frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial. Por primera vez le mandé un libro a un director, Xavier Beauvois, pero nunca me contestó. Luego hizo De dioses y hombres, que fue un inmenso éxito y La rançon de la gloire. Años después me lo encontré en un festival y le volví a consultar. A los dos días me llamó y me dijo que la quería hacer. No es una película feminista como algunos dicen, porque esas mujeres -al contrario de lo que pasó en Inglaterra con el movimiento de Las sufragistas- volvieron luego a un segundo plano tras el regreso de sus maridos. Hay que tener en cuenta que el voto femenino en Francia recién se consiguió en 1945.”

-Sobre los nuevos directores. “Me gusta mucho trabajar con gente joven que recién empieza. Es el mayor placer que me da esta profesión de productora. Al contrario de lo que se cree, en Francia no es tan difícil financiar a nuevos realizadores porque existe un fondo específico para primeras y segundas películas, se hacen unas 110 por año en ese rubro. Eso sí, siempre les digo que tienen que ajustarse a un presupuesto bajo para los cánones franceses, que va de 500.000 a 1.500.000 euros, y cumplir scon los plazos.”

-Sobre las mujeres en el cine. “Agnès Varda, una gran luchadora, siempre habla del lento progreso de las mujeres en todas las áreas, pero ese cambio ya es irreversible. La batalla fue dura y recién se encaminó con los movimientos feministas de los años '70. Pocos saben que hasta esa época en Francia las mujeres ni siquiera podían tener chequera a su nombre, se las daban sus maridos. Por suerte, todo eso es historia. Hoy ya no hay diferencias de salarios en el cine entre hombre y mujeres. El 50% de las nuevas películas están hechas por mujeres. En la escuela de la FEMIS hay más mujeres estudiando que hombres, algo impensable poco tiempo atrás. No me interesa la guerra contra los hombres. Pero se han ganado espacios y ya no hay marcha atrás.”

-Sobre sus proyectos: “Tengo varios en etapa de escritura de guiones, pero también algunos en posproducción, como Les confins du monde, de Nicloux, con Gérad Depardieu y Gaspard Ulliel, una historia de hombres sobre la guerra de Indochina; y La prière, décimo largometraje de Cédric Kahn, sobre una monja italiana que supervisa 50 centros de rehabilitación de drogadictos en todo el mundo y cuya historia narra precisamente la llegada de un consumidor y su proceso de recuperación mediante la oración y el trabajo. Y estamos rodando Continuer con Lafosse en Marruecos, una transposición del best seller de Laurent Mauvignier ambientado en Kirguistán.”