Ciclos
Agosto 2025
Marco Bellocchio, el inconformista, en la Sala Lugones
Del martes 5 al sábado 16 de agosto se llevará a cabo en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530) este ciclo integrado por 8 largometrajes realizados por el cineasta italiano, con títulos clásicos como El diablo en el cuerpo y Las manos en los bolsillos y films poco vistos como La condena y Salto al vacío. El ciclo está organizado por el Complejo Teatral de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Cultura de la Ciudad, el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina.
"El verdadero hilo conductor de mi cine ha sido la locura, y sobre todo la locura de los 'sanos', es decir, la del hombre institucionalizado. Por ello, un poco superficial y apresuradamente, algunos críticos me han definido como 'rabioso', por haber tratado de desarmar los mecanismos de todas esas instituciones que, hasta ahora, sembraron la locura en mi vida, y no sólo en mi vida, sino en la familia, la escuela, el ejército... Con respecto a la familia, pienso seguir dedicándome cada vez más a ese tema. Pero sin partir ya de sus núcleos originarios, sino de sus consecuencias últimas, las que sufrimos hoy por culpa de los condicionamientos del pasado. No hay tragedia, no hay infelicidad que no procedan de nuestra infancia". (Marco Bellocchio, El cine de los grandes maestros).
“Tan inconformista como siempre y, sin duda, una de las voces más potentes y personales del cine italiano contemporáneo luego de sesenta años de carrera, Marco Bellocchio no añora el pasado y tampoco idealiza el presente, ni el mundo de los siglos XX y XXI que le han tocado transitar ni el de ese lejano XVII que retrata en la primera historia de Sangre de mi sangre. Pero tampoco el pasado o el presente de su propio cine, que parece seguir reinventándose película tras película, ajeno tanto a las modas como a la cristalización académica de un estilo. Si es finalmente cierto que el cine es un instrumento del diablo, como afirmó en su momento Jean Epstein, el director italiano es entonces uno de sus más fieles adoradores". (Diego Brodersen).
La agenda completa del ciclo es la siguiente:
Martes 5
Las manos en los bolsillos (I pugni in tasca; Italia, 1965)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Lou Castel, Paola Pitagora, Marino Masé
En los montes cerca de Piacenza, en un chalet antes lujoso y actualmente en ruinas, vive una familia burguesa casi totalmente aislada. La madre tiene cuatro hijos, está ciega y no se ocupa de su educación ni de la administración de la casa. En cambio, Augusto, el hijo mayor y jefe de familia, parece estar siempre pensando en el momento en que se marchará de esa casa. Sus hermanos Alessandro, Leone y Giulia muestran trastornos mentales. Leone tiene epilepsia y es incapaz de razonar. Giulia, aparentemente normal, se ha quedado anclada en un estado totalmente infantil y ha establecido una relación morbosa con su hermano Alessandro. También éste sufre epilepsia, pero demuestra una fría lucidez mental, hasta el punto de urdir planes diabólicos para asesinar a toda la familia.
“Fellini y Antonioni estaban instalados en el centro de la rutilante producción cinematográfica italiana que fascinaba a Europa cuando, en 1965, surgió en la Península un cineasta de 26 años que impactó con un film inusual, inesperado; era más 'terrenal' que la producción regular de entonces, inteligente, con un toque intelectual y una mirada inocultablemente crítica aunque no exenta de calidez: Las manos en los bolsillos. Su autor, Marco Bellocchio, no tardó en conquistar a los fans de los festivales, interesado en un cine distinto, con una estética tan austera y preocupada por lo social como la que unos años antes había mostrado su compatriota Ermanno Olmi con Il posto (1961)”. (Néstor Tirri, La Nación. Mayo 2001).
“Cuando se tiene poco más de veinte años uno procura seguir los impulsos. Por mi formación cultural, por las exigencias de aquel momento histórico, es bastante claro que yo no estaba particularmente enrolado en el filón clásico de la comedia. Y no sólo en la comedia; tampoco en lo que entonces era cine prestigioso. Usted sabe que en aquel momento había autores como Marco Ferreri o los grandes (Pasolini, Fellini, Antonioni). Bueno, mi estética era otra. Mi formación era distinta; por una parte, venía de lo literario, de lo pictórico y, por otra, mis padrinos no eran del neorrealismo, algo que en Italia todavía se hacía en 1965, aunque ya había sido superado. Mi experiencia privada con Las manos en los bolsillos transfiguraba aquello que era parte de mi vida, mi adolescencia: una infelicidad que contemplaba a la familia burguesa de relativa buena posición. La del film era una familia sin padre (yo lo había perdido en mi adolescencia y fue una desaparición importante para mí). Por otro lado, era mi primer film y lo producía yo y, aunque no era exactamente la historia de mi familia, lo rodé en ambientes familiares para mí. Busqué la casa donde de niño pasaba algunas temporadas, en un pueblo que se llama Bobbio. Ahí reaparecían aquellas paredes, aquellos cuadros y aquella luz..." (Marco Bellocchio).
Restauración 4K a cargo de Cineteca di Bologna.
A las 20.30 horas (105'; DCP).
Miércoles 6
Sangre de mi sangre (Sangue del mio sangue; Italia, 2015)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Roberto Herlitzka, Pier Giorgio Bellocchio, Alba Rohrwacher
Dos enigmáticas historias de siglos diferentes confluyen en algún momento entre el pasado y el presente, en un mismo lugar: el monasterio de Bobbio, que también hace las veces de prisión para herejes. Por un lado, un joven sacerdote del siglo XVII cae bajo el hechizo de una monja acusada de brujería. Por otro, un investigador de impuestos que intenta sacar de su escondite a un misterioso conde que dice ser un vampiro.
"El extraño, desconcertante díptico que conforma Sangre de mi sangre, del extraordinario director italiano Marco Bellocchio, puede ser interpretado de varias maneras, pero hay un nexo evidente entre las dos historias que conforman su estructura: Bobbio, el pequeño pueblo de origen medieval de la región de Emilia-Romaña, donde el director ha confesado que pasó los momentos más intensos de su infancia y adolescencia. Es Bobbio entonces el disparador de estas dos fantasías en tándem, en las que Bellocchio vuelve –como el gran autor que es– a sus temas de siempre: el peso agobiante, opresivo de la religión católica; el poder liberador del deseo; la fuerza misteriosa del inconsciente. (...) Rodeado de actores y técnicos que son su familia metafórica y literal (sus hijos Elena y Pier Giorgio, su hermano Alberto), Bellocchio parece buscar en Sangre de mi sangre sus raíces, pero no en la historia fáctica de ese pueblo al que se siente pertenecer desde su infancia sino en su inconsciente, en los sueños y pesadillas que el paisaje de Bobbio le provocan y a los que él se entrega sin temores ni explicaciones, dispuesto simplemente a que la belleza –y hay mucha en el film– surja sorpresiva, libre, sin pedir permiso". (Luciano Monteagudo, Página/12).
A las 18 horas (107'; DM).
Salto al vacío (Salto nel vuoto; Italia/Francia, 1980)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Michel Piccoli, Anouk Aimée, Michele Placido
Mauro, un juez, está preocupado por su hermana mayor, María, que cuidó de él desde que era un niño, y ahora padece problemas psíquicos y delirios suicidas. Ella parece recuperarse de su depresión cuando Mauro le presenta a Giovanni, un brillante actor que tiene problemas con la ley. De manera inconsciente, Mauro comenzará a tener celos de esta relación.
“El director italiano Marco Bellocchio es dueño de un feroz sentido del ridículo y de un estilo semejante al de un encantador de serpientes. Salto al vacío se posiciona entre la farsa y la tragedia, y el cineasta sitúa su película en un claroscuro resbaladizo; quizás todo lo que vemos esté ocurriendo en el interior de un oscuro sueño. Michel Piccoli, en una actuación hipnótica, interpreta a un juez italiano que es una oruga –una oruga malcriada retorciéndose dentro de su cómodo capullo–, un fraude pusilánime, lejanamente emparentado con los personajes que solía interpretar W.C. Fields en las comedias de los años treinta. Anouk Aimée es la hermana mayor del juez, una virgen menopáusica que ha desperdiciado toda su vida manteniéndole el capullo confortable al juez, y ahora ha comenzado a rebelarse. (...) Bellocchio es probablemente el único director de cine (con la gran excepción de Buñuel) cuya morbosidad resulta embriagadora". (Pauline Kael, 5001 Nights at the Movies).
“Yo aplico el término 'visionario' a Fellini, a Buñuel... En este sentido, no podría extenderlo a Salto al vacío. Pero, por cierto, tampoco podría aplicarle el término 'realista', así como lo he utilizado hasta ahora con relación a mis films, ese realismo 'novelesco' que me ha llevado a señalar entre mis padrinos artísticos a los novelistas antes que a los cineastas, o a los directores que construían su cine sobre una novela, sobre una historia, como Visconti y Renoir. En Salto al vacío, en cambio, he intentado un camino distinto; he concedido espacio, en la acción, a 'presencias' que no son fantasmas, pero que constituyen momentos de la vida anterior de los dos protagonistas, en ese marco familiar, revividos más que evocados o, si se prefiere, reencontrados". (Marco Bellocchio, El cine de los grandes maestros).
A las 21 horas (120'; DCP).
Jueves 7
La condena (La condanna; Italia/Francia/Suiza, 1991) Dirección: Marco Bellocchio Con Vittorio Mezzogiorno, Claire Nebout, Maria Schneider
Posiblemente el film más controvertido de Bellocchio después de El diablo en el cuerpo, La condena explora la complejidad del consentimiento sexual .Un arquitecto, Lorenzo, queda encerrado con una estudiante, Sandra, en un museo. Después de tener relaciones sexuales, ella denuncia que la situación no fue consentida. Ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Berlín, La condena examina las tensiones entre la seducción, la moralidad y la legalidad, mostrando cómo el caso afecta a los involucrados y a la sociedad en general.
“La condena está muy libremente basada en un hecho real que sacudió a la prensa italiana en 1980: una colegiala, Simonetta Ronconi, tuvo una relación con su profesor de geografía y ulteriormente lo denunció por violación. Bellocchio retiene en el film muy poco de la historia real, más allá de la naturaleza ambigua del delito y la diferencia de edad entre la joven y su acosador". (Clodagh J. Brook, Marco Bellocchio: The Cinematic I in the Political Sphere).
A las 18 horas (92'; DCP).
Dulces sueños (Fai bei sogni; Italia/Francia, 2016)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Valerio Mastandrea, Bérénice Bejo, Emmanuelle Devos
Massimo, un reputado escritor y periodista, comienza a sufrir una serie de ataques de pánico. El hombre ha crecido sin conocer las causas de la muerte de su madre y sin entablar nunca relación con su padre. Cuando se prepara para vender el apartamento familiar, Elisa, una doctora, le ayudará a enfrentarse a las heridas de su pasado.
“Menos bella y misteriosa que Sangre de mi sangre, su película inmediatamente anterior, Dulces sueños es –como el propio Bellocchio ha admitido– un film por encargo, pero no por ello menos personal. Incluso sin conocer la novela autobiográfica del periodista Massimo Gramellini, que fue todo un éxito de ventas en su país, se diría que el director italiano se la ha apropiado, a tal punto que parece un film enteramente suyo, como cualquiera de su obra, siempre intransigente y cuestionadora. Es verdad, hay que reconocerlo: Dulces sueños comienza de manera casi convencional para Bellocchio, hasta que paulatinamente va complejizando a su protagonista y le encuentra aristas y matices que parecían impensados. (...) No parece casual que entre tantas citas a la cultura popular italiana que propone Dulces sueños –de Rafaella Carrà a Domenico Modugno– Bellocchio haga un guiño a su propia obra y aluda a su recordada Salto al vacío, con la que este nuevo film tiene bastante en común, empezando por el enfermizo círculo familiar. En su totalidad, Dulces sueños es una película de una gran firmeza: Bellocchio maneja con su maestría habitual elipsis y transiciones temporales, que le permiten ir del pasado al presente, ida y vuelta, incluidas paradas intermedias, con una fluidez cuyo secreto sólo parecen conocer los cineastas de su generación". (Luciano Monteagudo, Página/12).
A las 20.30 horas (132'; DCP).
Viernes 8
La nodriza (La balia; Italia, 1999)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Fabrizio Bentivoglio, Valeria Bruni Tedeschi, Michele Placido
Adaptación de una novela de Luigi Pirandello. A principios del siglo XX, en una familia de la alta burguesía, nace un niño cuya madre se niega a amamantarlo. Surge entonces la necesidad de contratar a una nodriza, una mujer analfabeta que se encariñará con el recién nacido. En estas circunstancias, la relación entre las dos mujeres se enturbia.
“A la manera de un cine italiano que ya se creía perdido, Bellocchio articula un discurso en el que se van enhebrando distintos niveles de análisis: psicológico, político, social. La locura latente que se anida en la normalidad ha sido siempre una constante en el cine de Bellocchio y aquí encuentra una vez más una magnífica expresión, con esos planos secuencia que van describiendo la crisis de sustitución que atraviesa el palazzo Mori. Esa sustitución es también política y social, con la clase trabajadora y el campesinado ocupando espacios antes exclusivos de la gran burguesía". (Luciano Monteagudo, Página/12).
“En la nouvelle de Pirandello hay algunas cosas que me interesaron mucho y que, al profundizar particularmente en ellas, cambian un poco la orientación del libro original. En La nodriza (el film) han quedado cosas fundamentales, como esa relación à trois en la interna de la familia: la nodriza, la madre natural y el profesor. Pero el carácter del profesor está cambiado; en el texto original este profesor es un fantoche, un títere en manos de la esposa (...) A mí me interesaban otras cosas, como ese momento fundamental del recién nacido, su relación con la madre, en una etapa todavía no racional. Y también lo político, que en Pirandello no está ausente y está visto a través de los ojos de esa familia, pero es una mirada pesimista. El discurso sobre las clases se hace insoslayable en un mundo profundamente injusto, de grandes desigualdades, como aquél. Pero hoy sigue siéndolo, y hay todavía grandes desigualdades; pero claro, en este relato se acentúa particularmente la representación de esa madre burguesa, incapaz de dar amor. En ese contexto, esta pobre analfabeta es mucho más rica, capaz de dar afecto espontáneamente, a pesar de no saber leer ni escribir. Pero es enternecedora su avidez por aprender". (Marco Bellocchio).
A las 18 horas (106'; 35 mm).
La conversión (Rapito; Italia/Francia/Alemania, 2023)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Filippo Timi, Paolo Pierobon, Barbara Ronchi Bolonia.
Año 1858. Los soldados del Papa irrumpen en la casa de los Mortara, una familia hebrea, para secuestrar a su hijo de siete años, Edgardo. La película, basada en un hecho real, sigue la lucha de la familia para tratar de recuperar a su hijo ante esta acción de la Iglesia Católica.
“El muy real Caso Mortara fue una causa célebre en un momento en el cual el periodismo adquiría un sitio de creciente relevancia en las sociedades modernas. Fue asimismo el nombre de una lucha incansable por parte de la familia a la hora de recuperar a su hijo y también la irrestricta defensa de la Iglesia por criar a Edgardo como un cristiano hecho y derecho. (...) La historia que narra el nuevo largometraje del maestro italiano Marco Bellocchio –cuyo título original, Rapito, puede traducirse literalmente como 'Raptado' o 'Secuestrado'– es la historia de la desesperación de una madre y un padre, la obcecación de un sumo pontífice enfrentado al final de una era y la de un niño zarandeado por dos tradiciones religiosas que se lo disputaban. Para los Mortara, la pérdida de uno de sus seres queridos; para el Papa, el símbolo de un poder que estaba por agotarse. Marco Bellocchio, que a finales de 2024 cumplirá 84 años, el realizador de grandes clásicos de la renovación del cine italiano como Las manos en los bolsillos y En nombre del padre, y también de ese film escándalo llamado El diablo en el cuerpo, viene disfrutando desde hace un par de décadas de una prolífica y fructífera etapa creativa. A títulos producidos hacia comienzos del milenio como La hora de la religión (2002) y Vincere (2009) se le sumaron recientemente notables películas como Sangre de mi sangre, Bella mía y el documental en primera persona Marx puede esperar, además de la extraordinaria miniserie para la televisión italiana Esterno notte. Una etapa que lo encuentra reconciliado con un estilo de narración clásica que no formaba parte de sus primeras marcas artísticas, y que La conversión confirma con creces y creatividad". (Diego Brodersen, Página/12)
A las 20.30 horas (134'; DCP).
Sábado 9
La condena (La condanna; Italia/Francia/Suiza, 1991)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Vittorio Mezzogiorno, Claire Nebout, Maria Schneider
A las 15 horas (92'; DCP).
Las manos en los bolsillos (I pugni in tasca; Italia, 1965)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Lou Castel, Paola Pitagora, Marino Masé
Restauración 4K a cargo de Cineteca di Bologna
A las 18 horas (105'; DCP).
El diablo en el cuerpo (Il diavolo in corpo; Italia/Francia, 1986)
Dirección: Marco Bellocchio Con Maruschka Detmers, Federico Pitzalis, Anita Laurenzi
Andrea, un estudiante, se obsesiona con Giulia, una mujer mayor que ve desde su ventana y que está comprometida con un hombre encarcelado. A pesar de la diferencia de edad y la situación sentimental de Giulia, ambos comienzan un apasionado romance. La relación se desarrolla en medio de la oposición familiar, especialmente por parte del padre de Andrea, un psiquiatra que ha tratado a Giulia en el pasado. Adaptación de la novela del autor francés Raymond Radiguet, originalmente publicada en 1923.
“Los blancos del primer largometraje de Bellocchio, Las manos en los bolsillos, son muy claros: la familia y, por elevación, las estructuras patriarcales. (...) Posteriormente, Bellocchio se abocó a demoler otras instituciones: la revolución en China se avecina (1967), la Iglesia en En nombre del Padre (1971), la prensa en Violación en primera página (1972) y el ejército en Marcia trionfale (1977). El crítico Serge Daney lo explica así: 'En el caso de Bellocchio, su pesimismo, aún su nihilismo, testimonian una posición de pequeño burgués rebelde. A ese rasgo general, falta añadir las características propias de Italia que dan a esta rebeldía su coloración y sus objetos: anticlericalismo blasfematorio y problemática sexual indisolublemente ligadas, con la familia como eje. Y las determinaciones propias de Bellocchio: intelectual pequeño burgués radicalizado, largamente vinculado al movimiento marxistaleninista italiano y sin duda decepcionado por él'. Un cineasta complejo y se diría que lúcido. Por lo menos hasta ahí. Salto al vacío (1980) retoma el tema de la familia, pero esta vez desde una óptica que subraya el incesto y la muerte a nivel más bien existencialista. El diablo en el cuerpo (1986) es algo así como una fábula erótica en la que algunos pudieron leer un amargo comentario sobre la Italia del terrorismo y la corrupción, mientras que otros fueron a verla porque había sexo explícito y hasta una felación (en cuyo transcurso se citaba irónicamente a Lenin, aunque esto sólo lo advirtieron espectadores enterados)". (Pablo Ferré, M Cine Nº 3, octubre / noviembre 1994).
“La llegada de un nuevo film de Bellocchio crea siempre una atracción especial. Sobre todo porque sus trabajos de la década del noventa no han conocido estreno comercial en Argentina, y porque –cabe recordarlo– el último de sus avatares en los cines porteños generó tumulto: en 1986, un juez fue despreocupadamente a un cine de la calle Corrientes con su esposa y, al sentirse ruborizado por una atrevida secuencia erótica de El diablo en el cuerpo, ordenó el secuestro de las copias. El realizador italiano había tomado la novela de Radiguet y había ensayado algo más que una remake de las bucólicas escenas que en los años cuarenta vivieron Micheline Presle y Gérard Philippe (en la adaptación dirigida por Claude Autant-Lara, 1947). Bellocchio trasladó la acción de la novela a la convulsionada Italia de los años ochenta, en medio de los atentados de las brigadas rojas." (Néstor Tirri, La Nación. Mayo 2001).
A las 21 horas (115'; DCP).
Domingo 10
Salto al vacío (Salto nel vuoto; Italia/Francia, 1980)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Michel Piccoli, Anouk Aimée, Michele Placido
A las 15 horas (120'; DCP).
Dulces sueños (Fai bei sogni; Italia/Francia, 2016)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Valerio Mastandrea, Bérénice Bejo, Emmanuelle Devos
A las 18 horas (132'; DCP).
La nodriza (La balia; Italia, 1999)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Fabrizio Bentivoglio, Valeria Bruni Tedeschi, Michele Placido
A las 21 horas (106'; 35 mm).
Jueves 14
Sangre de mi sangre (Sangue del mio sangue; Italia, 2015)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Roberto Herlitzka, Pier Giorgio Bellocchio, Alba Rohrwacher
A las 18 horas (107'; DM).
El diablo en el cuerpo (Il diavolo in corpo; Italia/Francia, 1986)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Maruschka Detmers, Federico Pitzalis, Anita Laurenzi
A las 21 horas (115'; DCP).
Viernes 15
No hay funciones
Sábado 16
Dulces sueños (Fai bei sogni; Italia/Francia, 2016)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Valerio Mastandrea, Bérénice Bejo, Emmanuelle Devos
A las 14.30 horas (132'; DCP).
La conversión (Rapito; Italia/Francia/Alemania, 2023)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Filippo Timi, Paolo Pierobon, Barbara Ronchi
A las 17.30 horas (134'; DCP).
Sangre de mi sangre (Sangue del mio sangue; Italia, 2015)
Dirección: Marco Bellocchio
Con Roberto Herlitzka, Pier Giorgio Bellocchio, Alba Rohrwacher
A las 21 horas (107'; DM).
Valor de las localidades:
Entrada general: $7.000
Estudiantes /Jubilados: $4.000
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CICLOS ANTERIORES
Desde el domingo 6 de julio, se lleva adelante en el complejo de Sarmiento 151 un nuevo ciclo gratuito realizado junto con la Embajada de Japón en Argentina. La propuesta incluye diez largometrajes: Cielo y tierra del cine (Yoji Yamada, 1986), Dándolo todo (Itsumichi Isomura, 1998), La mano pálida (Seijiro Kooyama, 1990), Sumo sí, sumo no (Masayuki Suo, 1992), Primer amor (Tetsuo Shinohara, 2000), Las líneas que me definen (Norihiro Koizumi, 2022), Nuestra familia (Yuya Ishii, 2014), Mochi (Mayumi Komatsu, 2020), Los lunes: ¡nos vemos “esta” semana! (Ryo Takebayashi, 2022) y Orgulloso de mi voz (Kazuyuki Izutsu, 1999).
Toda la programación del mes en el cine de Av. Figueroa Alcorta 3415.
Toda la programación del mes en la sede de Caffarena 51, La Boca, con entrada gratuita (por orden de llegada).
Del martes 1° al martes 29 de julio se realizará esta muestra integrada por 6 largometrajes protagonizados por la actriz de origen austriaco que desarrolló una importante carrera en Hollywood en paralelo a sus investigaciones en el campo científico.