Poca película para semejante personaje

ssss

Cantinflas (México/2014). Dirección: Sebastián del Amo. Elenco: Oscar Jaenada, Michael Imperioli, Ilse Salas, Bárbara Mori y Ana Layevska. Guión: Edui Tijerina y Sebastián del Amo. Fotografía: Carlos Hidalgo. Música: Roque Baños. Diseño de producción: Christopher Lagunes. Distribuidora: Alfa Films. Duración: 102 minutos. Copias: 17.

Mario Moreno, más conocido como Cantinflas, fue uno de los actores mexicanos más populares en su país y en el resto del mundo. Dueño de una larga y fecunda carrera (murió a los 81 años), se convirtió en una estrella en todos los ámbitos en los que trabajó, sobre todo en la pantalla grande. Por eso, que el cine le haya dedicado una película tan obvia, torpe y superficial como la que dirigió Sebastián del Amo resulta no sólo una injusticia sino también una enorme decepción.

El film parece construido con el manual básico y elemental de ese subgénero tan explotado por Hollywood como la biopic. Es cierto que la vida de Moreno tuvo mucho de épica (el hombre pobre que comenzó trabajando como barrendero en carpas de mala muerte y terminó convirtiéndose en un multimillonario adorado por multitudes), pero este segundo largometraje del director de El fantástico mundo de Juan Orol no se sale jamás de los cánones (a esta altura lugares comunes) de este tipo de historias.

La película trabaja sobre dos líneas narrativas. Una, ambientada en 1955, describe la odisea del productor Michael Todd por concretar el ambicioso proyecto de La vuelta al mundo en 80 días, film que finalmente consagraría a Cantinflas en el ámbito internacional (la escena de la entrega del Globo de Oro es penosa); la otra, bastante más previsible, es una suerte de "grandes éxitos" de la vida del artista.

Si la historia de los años '50 tiene algún interés cinéfilo (allí aparece el mismísimo Charles Chaplin ya viejo y se muestra la dinámica de un estudio tan particular como fue United Artists), la reconstrucción de los principales aspectos de la vida de Moreno -desde las idas y vueltas con Valentina (Ilse Salas), el gran amor de su vida con quien debió sobrellevar la imposibilidad de tener hijos, hasta su tarea como líder sindical en contra del corrupto gremio de actores- es trabajada siempre de forma subrayada y superficial, con diálogos didácticos ("No sé si estoy hablando contigo o con Cantinflas", le dice su esposa), y con gestos y miradas que no dejan lugar a dudas (ni mucho menos a matices o sutilezas).

La de Oscar Jaenada es, sin dudas, una buena caracterización. Podría haber sido incluso una actuación convincente si le hubiese tocado en suerte situaciones más estimulantes y menos obvias. En cambio, los intérpretes que dan vida a reconocibles figuras como Elizabeth Taylor, Yul Brynner, Marlon Brando, Indio Fernández, María Félix o Diego Rivera están siempre al borde del ridículo. Todos ellos y el propio Cantinflas merecían mejor suerte.