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Crítica de “The Bad Batch”, de Ana Lily Amirpour
Consagrada hace dos años con Una chica regresa a casa sola de noche, la joven directora británica -radicada en Los Angeles- llegó a la competencia principal con un film extremo, de esos que inevitablemente dividen aguas.
Después de autoproclamarse joven promesa del cine independiente con su potente debut Una chica vuelve a casa sola de noche, la directora prosigue en su camino al estrellato con su segundo e inclasificable largometraje. The Bad Batch es otro notable patwchork de géneros, con múltiples referencias a cineastas y películas de culto que, como en su ópera prima, serán reunidos y manipulados para desenmascarar desigualdades sociopolíticas. En esta ocasión, la realizadora fusiona elementos del gore, del western –en especial, de los spaghetti-western de Sergio Leone– y de dramas románticos de aventuras de los '80 (como La princesa prometida) con el fin de ridiculizar el mito del sueño americano.
La primera imagen que aparece en The Bad Batch es un cartel sobre la alambrada de un desierto donde puede leerse lo siguiente: “Quiénes estén detrás de esta verja ya no se encuentran en territorio de Texas, ni bajo la jurisdicción estadounidense. Buena suerte”. Los nómadas del desierto mencionados en el letrero son los mismos que dan nombre al largometraje: un ‘lote defectuoso’ que engloba a todos los proscriptos de Estados Unidos. En la distópica Norteamérica de Amirpour, los inmigrantes, los lunáticos, los drogadictos y demás individuos extravagantes son expulsados del país, enviados hacia una muerte segura en manos de los caníbales culturistas que habitan en la pampa.
Con el paso del tiempo, los marginados han construido una fortificación –un poblado llamado Confort– para protegerse de esos seres antropófagos que hacen pesas y devoran a sus víctimas al son de Ace of Base, Die Antwoord o Culture Club. El núcleo de The Bad Batch corresponde al progresivo romance (imposible) entre un caníbal cubano (Jason Momoa) y una adolescente (Suki Waterhouse) que se salva de ser devorada por éste en una hilarante escena tarantiniana. En el reparto del film también aparecen fugazmente unos correctos Jim Carrey, Keanu Reeves y Giovanni Ribisi. Pese a ser menos transgresora y sugestiva que Una chica vuelve a casa sola de noche, The Bad Batch sitúa a Amirpour como digna candidata a ingresar en el palmarés del festival.
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