Críticas
Estreno en cines
Crítica de “En guerra con mi abuelo”, de Tim Hill, con Robert De Niro, Uma Thurman y Christopher Walken
Un elenco de lujo para una comedia muy pobre.
En guerra con mi abuelo (The War with Grandpa, Estados Unidos/2020). Dirección: Tim Hill. Elenco: Robert De Niro, Uma Thurman, Oakes Fegley, Rob Riggle, Laura Marano, Christopher Walken, Cheech Marin y Jane Seymour Guion: Tom J. Astle y Matt Ember, basado en la novela de Robert Kimmel Smith. Fotografía: Greg Gardiner. Edición: Craig Herring y Peter S. Elliot. Música: Aaron Zigman. Distribuidora: Diamond Films. Apta para todo público. Duración: 94 minutos.
(Esta reseña se publicó previamente en el diario La Nación del 15/4/2021)
A los 77 años, Robert De Niro es una leyenda de la actuación. Precisamente por eso cuesta entender por qué el intérprete de Taxi Driver y Toro salvaje aceptó trabajar en una comedia tan torpe, mediocre (y poco graciosa) como En guerra con mi abuelo. Lo mismo podría decirse de otros intérpretes de jerarquía como Uma Thurman, Christopher Walken, Cheech Marin y Jane Seymour, quienes tienen aquí personajes tan desdibujados como estereotipados.
Rodada en 2017 y distribuida recién el año pasado por problema ligados con la quiebra de la productora The Weinstein Company, En guerra con mi abuelo es una comedia de enredos que apuesta sobre todo al humor físico (slapstick) con unos cuantos elementos en común con Mi pobre angelito. Sin embargo, todo aquello que funcionaba en el film de Chris Columbus aquí luce siempre forzado.
Sally (Thurman) convence a su padre Jack (De Niro), un ex constructor que ha enviudado, para que se mude a la casa familiar, donde le dan la habitación de su nieto Peter (Oakes Fegley). Desplazado al ático, este niño de 12 años desafía a su abuelo para entablar la guerra a la que alude el título, en un crescendo de maldades y sadismo que termina cruzando todos los límites. Más allá de un cierre inevitablemente sentimental y conciliador, lo que llama la atención es la absoluta falta de carisma, encanto y fluidez para lo que en definitiva es una comedia rápidamente olvidable.
Hacete soci@ de OtrosCines/Club por un aporte de apenas 250 pesos por mes y accedé a los beneficios y a la nueva newsletter con información, recomendaciones y análisis de tendencias solo para suscriptores
COMENTARIOS
-
SIN COMENTARIOS
DEJÁ TU COMENTARIO

CRÍTICAS ANTERIORES
Tras su paso por los festivales de Venecia, Telluride, Busan y San Sebastián, llega a algunas salas argentinas la más reciente película del director de Historias de familia, Margot y la boda, Greenberg, Frances Ha, Mientras somos jóvenes, Mistress America, Los Meyerowitz: La familia no se elige, Historia de un matrimonio y Ruido de fondo, que el viernes 5 de diciembre desembarca en la plataforma de Netflix, productora del film.
Este retrato reconstruye, con varios pasajes de bienvenida intimidad y otros en los que cede a los dictados del registro promocional, los últimos cuatro años de carrera de una artista en permanente ascenso.
El nuevo largometraje del director de Luke and Brie Are on a First Date (2008), This is Martin Bonner (2013), Morris From America (2016) y Little Fish (2020) es una muy ágil y simpática comedia romántica que envuelve ciertos conflictos más propios de un melodrama algo excesivo y recargado.
Tras salir de su segundo período en prisión en 2023 y de ser autorizado por las autoridades de su país a viajar fuera de Irán, el notable director de El globo blanco, Offside, Crimson Gold, Esto no es un film, Tres rostros y No hay osos ganó el máximo galardón de Cannes y luego arrasó en decenas de otros festivales y premios anuales con esta intensa, política y provocadora historia que lo consagra como un realizador que no solo obtuvo la Palma de Oro sino también el Leopardo de Oro en Locarno 1997 por El espejo, el León de Oro en Venecia 2000 por El círculo y el Oso de Oro de la Berlinale 2015 por Taxi. Póquer cinéfilo.
