UNASUR 2012: Ganó Infancia clandestina, de Benjamín Avila

Por Ezequiel Boetti, enviado especial a San Juan
-El film de reciente estreno logró el galardón a la mejor película de ficción, mientras que la colombiana Nacer y la ecuatoriana Con mi corazón en Yambo compartieron el de mejor documental.

PALMARÉS COMPLETO

LARGOMETRAJES DE FICCIÓN

-Mejor Largometraje (dotado con 15.000 dólares): INFANCIA CLANDESTINA de Benjamín Ávila (Argentina)
-Mejor Director: PABLO STOLL por 3 (Uruguay)
-Mejor Guión: EL ULTIMO ELVIS (Argentina)
-Mejor Producción: EU RECEBERIA AS PIORES NOTICIAS DOS SEUS LINDOS LABIOS (Brasi).
-Mejor Actriz: Francisca Gavilán, por VIOLETA SE FUE A LOS CIELOS (Chile)
-Mejor Actor: Luis Dubó, por EL AÑO DEL TIGRE (Chile)
-Mejor actriz revelación: Fátima Buntinx por LAS MALAS INTENCIONES (Perú) 
-Mejor Actor Revelación: Zapata 666 por LA HORA CERO (Venezuela)
-Mejor Fotografía: LOS SALVAJES (Argentina)
-Mejor Música: EL AÑO DEL TIGRE (Chile)
-Mejor Dirección de Arte: EL ULTIMO ELVIS (Argentina)
-Mejor Vestuario: EL ULTIMO ELVIS (Argentina)
-Mejor caracterización y maquillaje: VIOLETA SE FUE A LOS CIELOS (Chile)
-Premio Innovación: PORFIRIO (Colombia)


SECCIÓN LARGOMETRAJES DOCUMENTALES

-Mejor Largometraje Documental (dotado con 10.000 dólares): NACER (Colombia) y CON MI CORAZON EN YAMBO (Ecuador)
-Mejor Director: Ulises Rossell, por EL ETNOGRAFO (Argentina)
-Mejor Guión: EL MISTERIO DE LAS LAGUNAS (Venezuela)
-Mejor Producción: CON MI CORAZON EN YAMBO (Ecuador)
-Mejor Fotografía: EL ETNOGRAFO (Argentina)
-Mejor Música: CHACARERA (Argentina) y TROPICALIA (Brasil)
-Mejor Dirección de Arte: TROPICALIA (Brasil)
-Mejor Montaje: TROPICALIA (Brasil) 
-Premio Innovación: TREN PARAGUAY (Paraguay)

-PREMIO “ALTA DEFINICION ARGENTINA”: Mejor director: Pablo Stoll, por 3 (Uruguay)
-PREMIO “VINO ARGENTINO”: Tres Latitudes, de Federico Peretti, de San Juan


SECCIÓN CORTOMETRAJES

-Mejor Cortometraje: NOELIA, de Maria Alché (Argentina)
-Mejor Dirección: María Alché, por NOELIA (Argentina)
-Mejor Guión: UNA CARRERITA DOCTOR (Perú)
-Mejor Producción: A NOITE DOS PALHAÇOS MUDOS (Brasil)
-Mejor Actriz: Laila Maltz, por NOELIA (Argentina)
-Mejor Actor: Fabio Espósito, por A NOITE DOS PALHAÇOS MUDOS (Brasil)
-Mejor Fotografía: A NOITE DOS PALHAÇOS MUDOS (Brasil) -Mejor Música: EXTRAÑOS (Venezuela)
-Mejor Dirección de Arte: AQUEM DAS NUBENS (Brasil)


Hace algunos días se habló aquí de la necesidad de posicionarse como un espectador ajeno a la cartelera porteña para comprender la presencia de decenas de películas nacionales ya vistas y debatidas en este y otros medios. Aprovechemos esa ubicación y desde allí veamos retrospectivamente qué dejó la primera edición del Festival UNASUR Cine, que culminó este sábado 22/9 en esta ciudad cuyana con Infancia clandestina, Nacer y Con mi corazón en Yambo como grandes ganadores. 

El primer detalle llamativo es justamente la cantidad de galardones. Veintiocho es una cifra astronómica que supera incluso la de un festival de la envergadura del BAFICI, que este año entregó “apenas” 23, entre oficiales y no oficiales. Por otro lado, trece reconocimientos para una competencia de ficción integrada por esa misma cantidad de largometrajes invitaba a la puesta en marcha de esa práctica tan habitual en los grandes festivales, que es la división más o menos salomónica entre todos los participantes. Lo mismo ocurría con los Documentales y los cortos, con ocho y diez premios para las diez películas en cada apartado, respectivamente. Basta observar la nómina completa de ganadores que encabeza este texto para validar o no la perspectiva de este cronista.

Ya en materia artística, los documentales fueron variados y con una alta cota de calidad. La ficción, en cambio, fue más irregular, exhibiendo no sólo las diferencias temáticas sino también las técnicas que existen entre los países con cinematografías ya desarrolladas y establecidas, como Brasil, Argentina o Chile, y aquellos sin una tradición reconocible y que recién ahora empiezan a desarrollarla. En ese sentido, el establecimiento de diversos programas de ayuda estatal en, por ejemplo, Colombia y Venezuela, hará de esos cines nacionales ya no más una práctica excepcional y esporádica, con lo que no sería de extrañar que de aquí a algunos años los productos de calidad sean más habituales. 

UNASUR Cine encontró un buen balance entre el cine comercial (Todos tenemos un plan, Medianeras, El túnel de los huesos, La suerte en tus manos) y aquel cuya circulación difícilmente trasciende de los ámbitos festivaleros o de exhibición alternativa, con las enormes Sibila, Caíto (ya reseñadas aquí) y la colombiana Nacer como máximos ejemplos.

Ganador junto a Con mi corazón en Yambo en su categoría, Nacer, de Héctor Caballero, es un documental de observación centrado en las maternidades de los hospitales públicos bogotanos. Riguroso en su intento de invisibilizarse, el cineasta muestra todo el proceso de un grupo de parturientas, desde su llegada hasta su egreso ya con la criatura en brazos, pasando -claro- por el parto.

El primer gran mérito de Caballero es la apuesta por borronear cualquier atisbo de idealización, valiéndose de una muestra no amplia, pero sí representativa, de la cotidianeidad de la relación médico-paciente. Relación que puede ser agresiva e incluso discriminatoria. La película muestra que un nacimiento puede ser motivo de una felicidad extraordinaria para una pareja joven y emocionalmente asentada, pero también de la abulia de un mero trámite administrativo o incluso de tristeza para otros. En ese sentido, podría pensarse a Nacer como un documental eminentemente político: el hospital como una máquina burocrática corporizado en el distanciamiento manifestado por los doctores ante las víctimas de un país que aún hoy sufre las consecuencias de sus pesares políticos. No es casual, entonces, que en la primera frase de la escena inicial un doctor le pregunte a su paciente por su condición o no de “desplazada”.  

La cámara del colombiano lo muestra todo sin inmiscuirse en su objeto de estudio, dejando que las situaciones se desarrollen con fluidez y naturalismo -el diálogo de la ex prostituta y su obstetra es paradigmático en ese sentido-, ubicándose así como un antropólogo social cuya herramienta de trabajo de campo es la cámara. Esa responsabilidad se manifiesta en las imágenes que retrata. Muestra de talento de Caballero, los primeros planos de los partos están lejos del golpe bajo o la truculencia gratuita, sino de un retrato absolutamente verista.