Editorial
Algunos interrogantes sobre el cine argentino
El éxito comercial de unos pocos y el fracaso de muchos, el aluvión de estrenos, los ambiciosos anuncios de la presidenta de la Nación y el nuevo cambio de rumbo en el Festival de Mar del Plata son algunos de los temas que aparecen en el horizonte de un sector que busca recuperar la dinámica perdida.
El éxito comercial de unos pocos y el fracaso de muchos, el aluvión de estrenos, los ambiciosos anuncios de la presidenta de la Nación y el nuevo cambio de rumbo en el Festival de Mar del Plata son algunos de los temas que aparecen en el horizonte de un sector que busca recuperar la dinámica perdida.
Con 13 estrenos en las tres primeras semanas de octubre, se ratifica una tendencia que ya se había manifestado en años anteriores para esta misma época: la acumulación de lanzamientos argentinos. No hay mercado cinematográfico que no sea el hollywoodense -y mucho menos el local- que resista un promedio superior a los cuatro lanzamientos cada jueves, algo que se prevé continuará por bastante tiempo más.
El público, más bien escaso y muchas veces reticente a probar suerte con producciones pequeñas, sin actores conocidos y en salas en algunos casos marginales, no está en condiciones de ver tamaña oferta nacional. Para colmo, esas películas duran en cartel lo que un suspiro, por lo que el efecto de las buenas críticas o de un “boca a boca” positivo no tiene tiempo de consolidarse.
El INCAA ha tratado de ordenar el panorama de estrenos y ha logrado en otros momentos del año que los principales lanzamientos no se superpusieran entre sí. También ha impuesto algunas obligaciones que los exhibidores no han tenido más alternativas que acatar (se sabe que no son muy proclives a apoyar a la producción local). Así, un puñado de títulos (desde la “millonaria” Dos más dos hasta Elefante Blanco, pasando por Peter Capusotto y sus 3 dimensiones, ¡Atraco! o la reciente Infancia clandestina) ha funcionado bien, pero detrás de esos éxitos se esconden decenas de pequeños y grandes fracasos.
Algunos apuntan que el “apuro” por estrenar (muchas veces sin el más mínimo cuidado por el lanzamiento) se debe a que el objetivo principal es cobrar los subsidios oficiales, pero incluso entran en esta catarata de novedades muchas producciones realizadas fuera de la órbita del INCAA, por lo que bien podrían haber elegido otro momento y mejores condiciones para darlas a conocer.
Mientras tanto, el INCAA se apresta a organizar -ya sin el apoyo de la ciudad ni la provincia- el 27° Festival de Mar del Plata. Durante mucho tiempo, la propia Liliana Mazure exaltó el consorcio tripartito como un gran logro para consolidar la muestra, pero los cortocircuitos entre el gobierno nacional y el sciolismo determinaron que esa sociedad se quebrara. Los primeros anuncios de invitados franceses (Bertrand Bonello, Claire Denis y Sandrine Bonnaire) y la capacidad de varios de sus programadores permiten mantener ciertas esperanzas respecto de un resultado final positivo, pero los vaivenes políticos terminan desgastando a un festival que, para mi gusto, ha sido demasiado maltratado durante años (y no sólo por esta gestión). Además de su continua jibarización, la proximidad de Ventana Sur hace que la industria local ya no concurra al festival, salvo a los encuentros de la nueva TV pública digital que organiza el INCAA en La Feliz.
Los anuncios sobre el Polo Audiovisual que hizo Cristina Fernández de Kirchner -junto a la actualización de los topes de subsidio- le dieron un impulso a un año que venía con cierta sensación de “piloto automático”. La publicación del controvertido libro del productor Hernán Musaluppi (ver aquí) también reavivó un poco la discusión interna en un sector algo anquilosado en los últimos tiempos. Mientras muchas productoras apuntan hoy más a la producción televisiva que a la cinematográfica, el sector trata de volver a la dinámica de sus mejores épocas. El anuncio de los ganadores del concurso de óperas primas, la renovación del BAFICI o el boom que seguramente generará en 2013 el estreno de Metegol, la superproducción animada de Juan José Campanella, permitirán -en sus distintos ámbitos y dimensiones- recuperar cierto impulso perdido. Ojalá así sea.
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El 1º de abril de 2007 nacía este sitio. Ocho años más tarde tenemos el enorme orgullo y placer de sumar a nuestra plataforma de medios a OtrosCines/Europa, proyecto liderado por un joven y brillante crítico y periodista como Manu Yáñez.
A fines de 2013 cerró por reformas el emblemático cine del Teatro San Martín. Las obras se demoraron de manera ridícula y la reapertura -que debía producirse en julio último- sigue siendo una incógnita. Tampoco hay certeza de que se instale el sistema de proyección de DCP prometido. Un vergonzoso ejemplo de pésima gestión.
Con la publicación de dos anuarios con las cifras de 2013 (uno editado por un organismo público como el INCAA y otro por una empresa privada como Ultracine) es posible sacar conclusiones y plantear posibles soluciones para el negocio en la Argentina.
Dos películas en competencia en Berlín, una en Sundance, otra en Cannes, una excelente selección en el reciente BAFICI y varios títulos fuertes listos para Locarno y Venecia. El cine argentino disfruta de una excelente coyuntura en festivales y es tarea de todos aprovechar semejante envión.
<p>El problema, está claro, es de distribución y, sobre todo, de exhibición. Las salas grandes no quieren cine argentino, salvo 22 y cosas similares, y faltan salas de arte especializadas en cine nacional y no hollywoodense: con Malba, Cosmos, Gaumont y poco más no alcanza. Los Espacios INCAA, lamentablemente, quedaron en una buena idea mal implementada, al menos por ahora. Salu2</p>
<p>Aclaro que no tengo nada -todo lo contrario- contra el cine independiente, que es claramente el más desfavorecido en el contexto actual. Si algunos consideran que del texto se desprende eso, no era la idea. Sé, como dice emidg, que muchas veces (la mayoría de las veces) no hay posibilidad de elección sino que se depende de la decisión de distribuidores y programadores a la hora de estrenar. La seguimos.</p>
<p>Me encantaría que sepas que el domingo, día de la madre, con una lluvia horrible, se agotaron todas las localidades del cine Artecinema con una película argentina, de un director nuevo, con actores desconocidos. Pero sé que no les interesa, porque el cine argentino parece no interesarles. Y lo digo resignado y con la mejor fe posible. Como dice emidg estrenar en Argentina siendo argentino hay que conformarse aunque les aseguro que muchas de esas películas superan a las que se nombran y se les da un lugar principal en los medios.</p>
<p>Diego, muy buena la editorial. Pero te olvidás de algo importante: Los así llamados \"independientes\" a veces también luchamos por una pequeña salita de estreno y, a veces, esas fechas no las decidimos nosotros, más bien el devenir de algún lugarcito que quedó vacante. Es por eso que dichas producciones no \"deciden\" estrenar en esas fechas porque quieren suicidarse, si no más bien porque no les queda otra. Es una pena, pero es así. Sé por conocidos que pa a estrenar en el Malba, a veces hay que hacer cola con un año de anticipación.</p>
<p>A Juanor</p> <p>No soy joven, ni estudiante ni crítico al Bafici ¿puedo ir igual?</p>
<p>Otro momento. Mejores condiciones.</p>
<p>¿Renovacion del Bafici? ¿jibarizacion de mdq? creo que el foco y la balanza de Batñle para el festival porteño siempre es muy tibia, aunque se entiende si despues tiene que salir a comer unos sushis con sus \"amigos programadores\".</p>
<p>Coincido con la editorial, Diego. Habría que preguntarse si el INCAA no puede hacer más para ayudar a las pequeñas películas, más allá de darles el Gaumont y otros espacios INCAA. Porque hay una escisión tremenda entre los \"tanques\" tipo Patagonik que lanza Disney y las pequeñas que mueren antes de haber nacido. Bien por el texto, que invita a la reflexión, al debate, pero para encontrar consensos, no para pelearnos entre nosotros.</p>
<p>El Bafici es un festival para jovenes cinefilos, estudiantes y críticos. Mar del Plata llega a mas gente que ve cierto cine que no veria nunca en salas. Esto esta bien que sea así y funciona, no hay por qué comparar.</p>
<p>No entiendo por qué sos tan duro con MDQ y sos tan tibio para la critica al Bafici. ¿Viste lo que fue la ultima edicion? Un espanto. Con respecto a los vaivenes políticos, los prefiero antes que la decadencia del festival porteño. Para mi MDQ es un festival que viene en ascenso (indudable a esta altura) y Bafici está en franco deterioro. Ah, la \"Renovacion del Bafici\", ¿en qué consistiria? Saludos</p>
<p>Tremenda verdad lo que decís, es algo que no pude entender nunca el estreno de las películas nacionales, no hace falta que te diga que en Mar del Plata se estrena el uno por ciento de la producción anual y si encima las estrenan todas juntas acá no van a llegar jamás. Además, una vez que las bajan de exhibición en Buenos Aires esas películas mueren totalmente, porque es imposible conseguirlas para de alguna manera poder verlas.</p>
<p>Muy atinada, justa y medida editorial, es difícil hoy escribir textos que no sean leídos como propaganda K o por el contrario como un envenenamiento contra este gobierno. Este texto es un intento por abrir la mira y ver el panorama completo. Espero, como vos, que el cine argentino ordene, diversifique, mejore y cuide su producción, que no se tiren a la basura tantos estrenos y que al mismo tiempo no se le corte las alas a la nueva generación. Ojalá el INCAA, Mar del Plata y el BAFICI nos permitan ver mucho y buen cine en lo que queda de este año y en el 2013.</p>