La hora de los premios y del balance

Por Jaime Menchén López, exclusivo desde Locarno
Winter Vacation , del chino Li Hongki (foto), obtuvo el Leopardo de Oro de la Competencia Internacional y la distinción FIPRESCI de la crítica en la 63ª edición  Por su parte, la rumana Morgen, de Marian Crisan, se quedó con el Premio Especial del Jurado y el galardón ecuménico. Paraboles, de Emmanuelle Demoris, y Foreign Parts, de Verena Paravel y JP Sniadecki, triunfaron en la sección Cineasti del presente y la segunda ganó también como mejor opera prima. Además, a evaluación de nuestro enviado especial sobre este primer año del festival suizo bajo la conducción del audaz Olivier Père.

PALMARÉS COMPLETO

Concorso internazionale (Competencia Internacional)

Jurado oficial 63º Festival del film Locarno:
• Presidente: Eric Khoo, director (Singapur)
• Golshifteh Farahani, Actriz (Irán)
• Melvil Poupaud, Actor (Francia)
• Lionel Baier, Filmmaker (Suiza)
• Joshua Safdie, Filmmaker (USA)

-Leopardo de Oro (90.000 francos suizos): HAN JIA (Winter Vacation), de LI Hongqi, China

-Premio especial del jurado (30.000 francos suizos): MORGEN, de Marian Crisan, Francia/Rumania/Hungría

-Leopardo al mejor director (30.000 francos suizos): Denis Côté por CURLING, Canadá

-Leopardo a la mejor actriz: Jasna Duricic en BELI BELI SVET (White White World) de Oleg Novkovic, Serbia/Alemania/Suecia

-Leopardo al mejor actor: Emmanuel Bilodeau en CURLING de Denis Côté, Canadá

Concorso Cineasti del presente (Competencia Filmmakers of the Present)
Jurado
• Presidente: Eduardo «Quintin» Antin, crítico y ex director del BAFICI
(Argentina)
• Anita Caprioli, actriz (Italia)
• Maren Ade, directora (Alemania)
• Thom Andersen, director (USA)
• Joachim Lafosse, director (Bélgica)

-Leopardo d’oro Cineasti del presente (30.000 francos suizos): PARABOLES, de Emmanuelle Demoris, Francia

-Premio especial del jurado Cineasti del presente (30.000 francos suizos): FOREIGN PARTS, de Verena Paravel y JP Sniadecki, USA/Francia

-Mención especial: IVORY TOWER, de Adam Traynor, Canadá/Francia

Opera prima
Jurado
• Tony Rayns, director, crítico y programador de festivales (Gran Bretaña)
• Francisco Ferreira, periodista (Portugal)
• Christian Jungen, crítico (Suiza)

-Leopardo a la mejor opera prima (30.000 francos suizos): FOREIGN PARTS, de Verena Paravel y JP Sniadecki, USA/Francia

-Mención especial: AARDVARK de Kitao Sakurai, USA/Argentina

Pardi di domani (Leopardos del Mañana)
Jurado
• Presidente: Lisandro Alonso, Filmmaker (Argentina)
• Sylvie Pialat, Productora (Francia)
• Nina Meurisse, Actriz (Francia)
• Miguel Gomes, director (Portugal)
• Corneliu Porumboiu, director (Rumania)

-Pardino d’oro al mejor corto (10.000 francos suizos): A HISTORY OF MUTUAL RESPECT de Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt, Portugal

-Pardino d’argento (12.000 euros en materiales de Kodak): POUR TOI JE FERAI BATAILLE (For You I Will Fight) de Rachel Lang, Bélgica

Principales premios paralelos

-Premio del público (20.000 francos suizos): THE HUMAN RESOURCES MANAGER de Eran Riklis, Israel/Alemania/Francia

-Premio FIPRESCI (crítica internaconal): HAN JIA (Winter Vacation) de LI Hongqi, China.

-Premio Eucuménico: MORGEN de Marian Crisan, Francia/Rumania/Hungría.

EL BALANCE

Trás 11 días de cine, de mesas redondas con directores, actores y productores, de salas prácticamente llenas para ver películas en su mayoría de realizadores poco o nada conocidos, llega al fin el balance del jurado en forma de premios y el que, a modo de reflexión, para tratar de desentrañar algo del maremágnum de títulos que hemos visto, hacemos los periodistas.

Este ha sido sin duda un festival marcado por el debut como director artístico de Olivier Père, que se incorporó a Locarno trás una exitosa carrera al frente de la Quincena de los Realizadores en Cannes. Todas las miradas han estado puestas en él a partir de las peculiaridades de una programación que alternó calidad indiscutible con el cine más lúdico, que poseyó tal vez un exceso de solemnidad en el Concorso internazionale y mantuvo un indudable compromiso con el lugar donde se celebra, Suíza, con amplia participación en una sección u otra de producciones de este país, mientras descendía la presencia latinoamericana y la asiática.

La intensa lluvia que llevaba todo el día cayendo en Locarno impidió que la ceremonia de entrega se celebrará en la Piazza Grande, su lugar natural, pero no que el Auditorium Fevi, una imponente sala con capacidad para unas 3.200 personas, se llenará completamente.

El jurado del Concorso internazionale, presidido por el singapurense Eric Khoo, ha optado a la hora de conceder el máximo galardón, el Leopardo de Oro, por premiar el riesgo del film Han Jia (Vacaciones de invierno), de Li Hongqi, una insólita mirada hacia la sociedad china. Se trata de una particular comedia que ha dividido a la crítica por su puesta en escena austera y su ritmo monocorde, pero que sin embargo encierra una lúcida y original manera de acercarse a la realidad inédita en el cine de este país. Es un premio inesperado en una sección en la que otras películas sonaban más para el premio principal, y desde luego es un film con difícil distribución fuera de los circuítos de versión original o las filmotecas.

En cuanto al Premio especial del jurado, ha recaído en un largometraje que había despertado una general aprobación en los críticos, la rumana Morgen, de Marian Crișan, sobre un hombre en un pueblo junto a la frontera con Hungría que acoge a un inmigrante ilegal turco en su casa. A pesar de un ritmo en ocasiones demasiado lento, contiene diálogos y situaciones que se quedan en la memoria. El realizador realizó el discurso de agradecimiento más sencillo y efectivo, en consonancia además con su film; sólo una palabra en al menos 15 idiomas distintos: gracias.

Nada que objetar a los dos galardones concedidos a Curling, el Leopardo al mejor director, para Denis Côté, y el Leopardo al mejor actor, para Emmanuel Bilodeau. A pesar de que el realizador canadiense había afirmado, comentando su mediometraje para el Jeonju Digital Project 2010, que no se considera un buen contador de historias, en Curling demuestra un excelente trabajo con los actores y la capacidad de recrear un ambiente muy adecuado a la narración, logrando convencer e interesar con un guión que en otras manos probablemente hubiera sido aburrido e inverosímil. Por su parte, Emmanuel Bilodeau transmite humanidad y una amplitud asombrosa de matices a su personaje, un tipo con todos los rasgos para ganarse la antipatía del espectador.

También me parece incontestable el Leopardo a la mejor actriz concedido a Jasna Duricic por su actuación en la serbia Beli Beli Svet, uno de los films favoritos a llevarse el Leopardo de oro. En una película en la que a mi entender sobra tremendismo, la presencia de Duricic, interpretando a una mujer madura que acaba de salir de la cárcel y trata de rehacer su vida, desprende autenticidad y atractivo.

El premio a Han jia es lo más controvertido del palmarés en el Concorso internazionale, pero también llaman la atención algunas ausencias; la principal, la de Beyond the Steppes, de la belga Vanja d'Alcantara, un film emotivo y de gran calidad estética que además tiene potencial comercial o, tanto en el plano de la dirección como de la actuación, la suiza Songs of Love and Hate o Periferic. Si bien me parecen justos los dos premios a Curling, creo que se podrían haber repartido para reflejar mejor la calidad de la sección.

En la sección Cineasti del presente me ha alegrado la mención especial a Ivory Tower, del canadiense Adam Traynor, una divertida farsa con momentos geniales, que cuenta con posibilidades de convertirse en un film de culto gracias entre otros aspectos a la presencia en su reparto de los músicos Chilly Gonzales, Peaches o Tiga. El jurado, presidido por el argentino Eduardo "Quintín" Antin, concedió el Pardo d'oro cineasti del presente a Paraboles, de Emmanuel Demoris, última parte de una serie de películas ambientadas en un barrio de Alejandría. No he visto un film que, atendiendo al resumen, parece tratar los conflictos religiosos surgidos en la comunidad.

Por su parte, el Premio especial del jurado cineasti del presente fue a parar a Foreign Parts, de Verena Paravel y JP Sniadecki, excelente documental sobre un barrio deprimido de Nueva York habitado principalmente por hispanos. Tal como destacó el propio presidente del jurado, Eduardo "Quintín" Antin, es un documental en el que se produce una especial implicación por parte de los realizadores hacia las personas que retratan. De ese modo, consiguen también que el espectador se involucre en las historias como si se tratase de un film de ficción.

Foreign Parts obtuvo también el Leopardo a la mejor ópera prima, que otorgó un jurado presidido por el crítico Tony Ranys, que también concedió una mención especial a Aardvark, del estadounidense Kitao Sakurai, un film interesante que ante todo revela a un realizador prometedor.

Queda fuera del palmarés la muy estimable ópera prima del uruguayo Daniel Hendler, Norberto apenas tarde, un film que en cualquier caso no debería encontrar problemas para distribuirse (ya es seguro que lo hará al menos en Uruguay) y sobre todo para conseguir espectadores.

Era difícil seguir la sección Pardi di domani al mismo tiempo que las otras, con lo que era una lotería que hubiese visto los cortos premiados. Sobre la merecedora del Pardino d'oro al mejor corto, A History of Mutual Respect, producción portuguesa, llamó la atención la juventud de sus realizadores, Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt, al salir a recoger el premio, ambos nacidos en 1984. Según indica la sinopsis, el corto trata de lo siguiente: "cuando dos jóvenes parten para un viaje filosófico y sólo uno de ellos está preparado, sus mundos se separarán para siempre". El Pardino d'argento fue para Pour toi je faire bataille (For You I Will Fight), de la belga Rachel Lang, sobre una joven saliendo de la adolescencia. Además, el corto español ¿Te vas?, de Cristina Molino, recibió una mención especial. Es la única representación española a concurso junto con el largometraje La vida sublime, de Daniel V. Villamediana, que se tuvo que marchar sin premio. Queda así reconocido el meticuloso preciosismo de un primer corto muy trabajado.

En la sección nacional del Pardi di domani, me habían hablado muy bien del corto que finalmente fue galardonado con el Pardi d'argento, Yuri Lennon's Landing on Alpha 46, de Anthony Vouardoux, al parecer con un ritmo muy medido y todos los elementos bien ensamblados.

De entre los premios paralelos, destaca especialmente el concedido por el público a uno de los films de la Piazza Grande, el Prix du public UBS, que en este caso recayó en The Human Resources Manager, del israelí Eran Riklis, quién ya había obtenido el mismo premio en 2004 por La novia siria. Al no estar presente ya en Locarno, envió una nota en la que aseguraba que iría a por un tercer premio del público. The Human Resources Manager narra el viaje a Rumanía de un responsable de recursos humanos israelí para devolver a su familia el cadáver de una de sus empleadas. Es un film muy bien rodado en su primera mitad, con un tono clásico en la presentación de personajes y situaciones, y algo más discutoible a partir del viaje a Rumanía, aunque sin dejar de resultar en su conjunto un film simpático, sostenido por la buena presencia del actor Mark Ivanir.

Al margen del palmarés, la 63ª edición del Festival de Locarno ha brillado como lugar de encuentro para los aficionados y profesionales de cine, con excelentes instalaciones y organización, en el que tanto las proyecciones como las charlas y las ruedas de prensa se concentran en un espacio relativamente pequeño. Si bien no había nombres muy conocidos en las secciones oficiales, sí los había en el jurado y entre algunos de los profesionales que acudían por películas fuera de concurso. Entre las personas que parecían estar en todas las proyecciones, se encontraban Joshua Safdie, miembro del jurado del Concorso internazionale y autor de la aclamada Go Get Some Rosemary, o el flamante ganador del Leopardo al mejor director, Denis Côté, que parece sentirse aquí como en su casa.

Por supuesto, aunque hubiera poca presencia argentina en la programación, sí había considerable en el jurado, tanto en el de Cineasti del presente, presidido por Eduardo "Quintín" Antín, como en el de Pardi di domani, presidido por Lisandro Alonso. Ambos salieron a la hora de conceder los premios e incluso Quintín hizo gala de humor afirmando "ha sido un festival muy feliz incluso durante las películas". Lo mismo se puede decir del glamour y las estrellas; aparte de los homenajeados John C. Reilly y Chiara Mastroianni, ahí estaba la bellísima actriz iraní Golshifteh Farahani en el jurado, con una película reciente de considerable éxito, A propósito de Elly.

En general, es un festival que está realmente en el presente, con las dos películas calificadas por IndieWire como lo mejor de la primera mitad del año presentes de un modo u otro: Cold Weather en la sección principal y Entre nosotros a través de la presencia de su realizadora, Maren Ade, en el jurado Pardi di domani (el film fue emitido dentro de la programación "películas del jurado"). Fue de agradecer que al margen de un Concorso internazionale irregular la sección Cineasti del presente resultara tanto o más interesante (Aardvark, Pulsar, Ivory Tower, Foreign Parts, Norberto apenas tarde) y de hecho me quedé sin ver varios títulos que a tenor de la calidad media apunto para otra ocasión. En el Concorso internazionale estaba bastante extendida la idea de que no había una película definitiva, y creo que hay bastantes títulos olvidables, pero en cualquier caso sí hay varios notables, como Curling, Cold Weather, Beyond the Steppes, Morgen o, en menor medida, Periferic o Im alter von Ellen, que ratifican una razonable calidad.

Los momentos del festival han estado en general marcados por las extravagancias en la programación fuera de concurso, como la presentación (y visionado) de Rubber en la Piazza Grande, con su realizador Quentin Dupiaux subiendo un neumático al escenario, o a partir del extraordinario carisma y naturalidad de John C. Reilly. Igualmente, el homenaje a Alain Tanner resultó especialmente emotivo, con ovación del público en pie y sensación auténtica de que por una vez el artista es profeta en su tierra, o el desprejuicio y campechanía de Menahem Golan, indisimuladamente entregado a los espectadores. Ver cualquier película en la Piazza Grande es algo único, una verdadera marca del festival, que aúna la cinefilia con el carácter popular del cine.

A nivel personal, la conversación de Jia Zhang-ke con el público supuso un descubrimiento de la persona que hay detrás de Plataforma o de Naturaleza muerta, un artista muy consciente de lo que hace y de su lugar en el cine internacional, que habla con naturalidad de su trabajo y da realmente la sensación de ser un analista inteligente de la realidad china de su momento. Se me abrió la dimensión personal del cineasta, fuera de las menudo rutinarias y tópicas ruedas de prensa. Un festival que consiga eso, y creo que la cercanía que logra Locarno es fundamental, ya merece figurar entre los grandes.

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