Las dos caras de Raya Martin
El festival presentó, una inmediatamente después de otra, las dos nuevas películas de este joven maravilla del cine filipino. Conocido en la Argentina gracias a títulos como A Short Film about the Indio Nacional o Autohystoria, exhibidos en el BAFICI, Martin saltó de la Quincena de Realizadores a la sección oficial con Independencia, un notable film histórico que se vio en Un Certain Régard; y con Manila, un apenas correcto trabajo "por encargo" que codirigió con Adolfo Alix Jr. y que se dió fuera de concurso en la sección oficial.
Publicada el 30/11/-0001
-Independencia (Filipinas), de Raya Martin (Un Certain Régard, 77'). Sin dudas, la mejor película que vi de todas las de este prolífico e inclasificable joven maravilla del cine filipino. Tras algunas decepciones que me llevé con
Now Showing y con algunos films experimentales que vi en el BAFICI 2008,
Independencia me terminó de convencer de que estamos ante un gran director. Este historia de una familia, ambientada a principios del siglo XIX en plena jungla, y en momentos en que el país está a punto de ser invadido por los norteamericanos, "dialoga" con, por ejemplo, la fábula y las tradiciones del Apichatpong Weerasethakul de
Tropical Malady y se asemeja en la utilización de fondos pintados a los frescos históricos de Eric Rohmer), pero
Independencia no deja de ser una película única, clásica y moderna a la vez, que remite al cine mudo (mayoría de planos fijos en blanco y negro con saltos de luz y movimientos propios de aquel período silente), pero que al mismo tiempo apela en la mitad a un falso documental de época, incluye una animación fantasmagórica casera o se arriesga sobre el final con destellos de color y de pintura. Una larga secuencia con una tormenta de proporciones "bíblicas" quedará entre lo mejor de este Cannes. La película más "accesible" (si ese término puede usarse en el cine de Martin), más narrativa y mejor producida (contó con financiación francesa y apoyo de todo tipo de festivales y fondos europeos) de un director que, ahora sí, encontró cómo seguir contando la historia de su país de una manera bella y singular.